Figurilla del dios Tutu (664-332 a.n.e.) Aleación de cobre. Egipto Museo del Louvre. París. |
En la Antigüedad se ignoraba la causa de las enfermedades. Como todos los fenómenos naturales, se les daba una explicación mítica. El pensamiento mítico era una manera de entender el mundo completamente diferente al pensamiento lógico, que se inició con la filosofía griega y que aún conforma nuestra manera de comprender el cosmos.
Así que la causa de las enfermedades era atribuída a fuerzas sobrenaturales. En la antigua Mesopotamia se creía que eran producidas por los demonios y en Grecia se creía que estaban causadas por las flechas del dios Apolo. Curiosamente Apolo era también uno de los dioses de la Medicina y al que se dedicaban templos-sanatorios como los de Éfeso o Epidauro (al que aún hoy se invoca en el Juramento Hipocrático). O sea que el dios que provocaba la enfermedad era también el que tenía la potestad de curar.
En el Egipto tardío, se creía que las enfermedades las podía causar el dios Tutu, un dios que no ha podido ser atestiguado antes de la época saíta. Fue venerado en el período grecorromano (los griegos lo conocían como Thitoes). Este peligroso diosecillo, hijo de la diosa Neith, propagaba enfermedades y pequeñas epidemias en las épocas críticas del año. La representación de esta deidad dejaba claro su carácter amenazador: una esfinge, con cabeza tocada con el nemes, cuerpo de león en posición de andar y con una cabeza de cocodrilo en el pecho y una de carnero en el lomo. Su cola era una serpiente. Con esta imagen monstruosa se quería simbolizar todas las características más temibles de estos animales.
Sin embargo, Tutu también tenía poderes apotropaicos y protegía contra los demonios, sobre los que tenía poder. También se le consideraba protector contra las pesadillas. Tenía templos en Kellis y Kalabsha, y se le invocaba diciendo "el que viene si uno lo llama". Se le hacían ofrendas en altares portátiles, generalmente pan y carne de ganso.
Bibliografía:
Así que la causa de las enfermedades era atribuída a fuerzas sobrenaturales. En la antigua Mesopotamia se creía que eran producidas por los demonios y en Grecia se creía que estaban causadas por las flechas del dios Apolo. Curiosamente Apolo era también uno de los dioses de la Medicina y al que se dedicaban templos-sanatorios como los de Éfeso o Epidauro (al que aún hoy se invoca en el Juramento Hipocrático). O sea que el dios que provocaba la enfermedad era también el que tenía la potestad de curar.
En el Egipto tardío, se creía que las enfermedades las podía causar el dios Tutu, un dios que no ha podido ser atestiguado antes de la época saíta. Fue venerado en el período grecorromano (los griegos lo conocían como Thitoes). Este peligroso diosecillo, hijo de la diosa Neith, propagaba enfermedades y pequeñas epidemias en las épocas críticas del año. La representación de esta deidad dejaba claro su carácter amenazador: una esfinge, con cabeza tocada con el nemes, cuerpo de león en posición de andar y con una cabeza de cocodrilo en el pecho y una de carnero en el lomo. Su cola era una serpiente. Con esta imagen monstruosa se quería simbolizar todas las características más temibles de estos animales.
Sin embargo, Tutu también tenía poderes apotropaicos y protegía contra los demonios, sobre los que tenía poder. También se le consideraba protector contra las pesadillas. Tenía templos en Kellis y Kalabsha, y se le invocaba diciendo "el que viene si uno lo llama". Se le hacían ofrendas en altares portátiles, generalmente pan y carne de ganso.
Bibliografía:
- Kaper, Olaf E. ( 2003): The Egyptian god Tutu: a study of the sphinx-god and master of demons with a corpus of monuments. Peeters Publishers
- Hart, George (2005). The Routledge Dictionary of Egyptian Gods and Goddesses, Second Edition. Routledge.
- Wilkinson, Richard H. ( 2003):The complete gods and goddesses of Ancient Egypt. The American University in Cairo Press.
Major Egyptian Gods and Goddesses:
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