martes, 29 de septiembre de 2020

Regaliz, un potencial asesino









Museo del 
Regaliz 
Giorgio Amarelli

Sala central. 
Rosano (Calabria). Italia. 




Recientemente ha aparecido en la prensa la noticia de que un hombre de 54 años ha muerto en Massachussets (EEUU) a causa de su exagerada afición al extracto de regaliz. El hombre, un trabajador de la construcción, había cambiado hacía poco más de dos semanas los caramelos de frutas que habitualmente consumía, por otros de extracto de regaliz negro, de los que consumía unos 60 gramos al día (una bolsa y media). Un día se desmayó mientras estaba almorzando en un restaurante de comida rápida, y fue trasladado a un hospital cercano, pero aunque respondió en principio a las maniobras de reanimación, murió al día siguiente. 

Según un artículo publicado en el New England Journal of Medecine, el exceso de regaliz puede activar los receptores mineralocorticoides, alterando el eje renina-angiotensina y provocando retención de sodio y agua, pérdida de potasio acompañada de hipertensión, edema e hipokaliemia (bajo nivel de potasio en sangre), y en casos aislados, mioglobinuria. El desequilibrio entre el sodio y el potasio puede producir un estrés a nivel de los túbulos renales, subiendo el nivel de sodio y bajando el potasio. Esto se traduce clínicamente por contracciones involuntarias en la musculatura. Especialmente peligroso es a nivel de la musculatura cardíaca, ya que puede sufrir arritmias e incluso, como sucedió en este caso, paro cardíaco. La tensión arterial puede aumentar considerablemente. En el caso que comentamos, los médicos del hospital donde fue atendido encontraron un bajo nivel de potasio en la sangre del inmoderado consumidor de regaliz. 




Carteles publicitarios de extracto de regaliz de la primera mitad del s.XX 



El regaliz (Glycyrrhiza glabra L., Glycyrrhiza uralensis, gan cao) es una planta herbácea vivaz. Suele alcanzar cerca de un  metro de altura, y tiene raíces muy ramificadas, profundas y leñosas. Se cultiva en la zona mediterránea, Asia Menor y China. Su nombre botánico procede de la voz griega glykyrrhza, que significa "raíz dulce". En latín, la palabra pasó a liquiritia, probablemente en referencia a su "fluidez" o liquere, por la consistencia líquida del jugo concentrado de la raíz de la planta. Liquorice en inglés, Lakritze en alemán, liquirizia en italiano, réglisse en francés, regaliz en castellano o regalèssia en catalán. El nombre chino de la Glycyrrhiza uralensis, gan cao, significa "hierba dulce". 

La primera descripción botánica del regaliz que conocemos la realizó el alemán Bamberg en 1536 en Bamberg, y a partir de entonces se la designó como Glycyrrhiza radix bambergensis. Del regaliz se aprovecha el rizoma seco y troceado, así como el jarabe negro concentrado por ebullición. Su aroma intenso recuerda mucho al anís y al hinojo. El sabor del regaliz es sumamente dulce y aromático. Aparte de su uso como golosina, el regaliz se usa como planta medicinal. 

En la medicina china, se conoce su uso desde el s. II a.C. y ya aparece en la lista de plantas valiosas del Shennong Bencao Jing como sustancia fortalecedora de músculos y huesos, así como suavizante cutáneo y antídoto eficaz. Aunque también se advierte que puede provocar edemas si se abusaba de él. Los egipcios utilizaban las raíces de regaliz para las enfermedades de las vías respiratorias superiores (Papiro de Ebers, 1552 a.C.). Los griegos y romanos empleaban la raíz del regaliz para el asma, la tos, las úlceras cutáneas y para combatir la sensación de sed (Teofrasto de Eresos, Plinio el Viejo).  Dioscórides lo recomienda para el ardor de estómago. 

Hildegarda de Bingen (1098-1179) describió la acción de la planta medicinal en su herbario Physica de la siguiente forma:
"el regaliz posee un calor moderado y proporciona a los hombres una voz clara, no importa como se tome. Torna suave el pensamiento, aclara los ojos y ablanda el estómago para la digestión. Pero también es muy útil para los enfermos mentales cuando se toma con frecuencia, porque apaga la cólera que habita en su cerebro".
Las acciones medicinales del regaliz derivan de que contiene un 2-15% de saponinas triterpénicas, principalmente glicirricina en forma de mezcla de sales potásicas y cálcicas del ácido glicirricínico y 24-hidroxiglicirricina. 


La estructura química del Acido glicirricínico
se identificó plenamente en 1989


El ácido glicirricínico tiene un poder edulcorante de unas 50 veces el del azúcar de caña. La raíz del regaliz contiene asimismo numerosos glucósidos flavonoides como la liquiritina, que es la responsable de la acción espasmolítica. 

El regaliz puede usarse como expectorante con acción secretolítica y secretomotora para la tos y las inflamaciones de las vías respiratorias. También es útil en las úlceras gástricas, ya que estimula la producción de mucosa gástrica y la proliferación celular de la mucosa del estómago, así como cierta acción antibacteriana frente a Helicobacter pylori. 

Pero también tiene sus contraindicaciones: enfermedades hepáticas colestásicas, cirrosis hepática, hipertensión, hipopotasemia, insuficiencia renal grave y embarazo. Y ya hemos visto los problemas de la sobredosificación. Para evitarlos, la dosis diaria de regaliz no debe sobrepasar los 5-15 g de regaliz (equivalentes a 200-600 mg de glicirricina).



Otro cartel publicitario de extracto de regaliz 


A todos nos trae buenos recuerdos el regaliz. Recuerdos de infancia, en los que mordíamos los palos dulces o las barritas negras de sabor inolvidable. Recuerdos del patio de la escuela, o de cuando íbamos a las ferias. Pero debemos recordar siempre que su consumo debe ser moderado, ya que como vemos, la ingesta excesivo de extracto de regaliz puede traer consecuencias funestas.  Tomar 60 gramos de regaliz cada día durante dos semanas puede causar problemas del ritmo cardíaco. Pero incluso tomar pequeñas cantidades de regaliz puede elevar un poco la tensión arterial por lo que su ingesta se desaconseja totalmente a los hipertensos. 

Así pues, consumo responsable!


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