Estatua de San Luis (detalle) (finales del s. XIII) Piedra policromada. Iglesia de Mainneville (Normandía) |
En una entrada anterior, comentábamos la muerte de San Luis, rey de Francia y el tratamiento de sus restos mortales para ser enterradas en Francia. También comentábamos el itinerario que siguieron sus despojos.
Comentábamos que por diversas peripecies, la mandíbula del rey ha sido conservada en un relicario en Notre-Dame. Una mandíbula que ha podido ser examinada recientemente, por un equipo de paleopatólogos dirigidos por el médico forense Philippe Charlier, experto en paleopatología y actual director del departamento de investigación y docencia en el museo de Quai Branly. Según sus resultados, San Luis de Francia podría haber fallecido al pie de las murallas de Túnez víctima de las complicaciones del escorbuto. Esta enfermedad está causada por la carencia grave de vitamina C y en su forma más grave, por una intensa gingivitis. La intensa inflamación, frecuentemente sobreinfectada y con secreción purulenta abundante es la causa del descalzamiento de las piezas dentarias. Si la carencia sigue, se pueden producir complicaciones como hemorragias o infecciones intercurrentes, y llegar a producir la muerte.
Comentábamos que por diversas peripecies, la mandíbula del rey ha sido conservada en un relicario en Notre-Dame. Una mandíbula que ha podido ser examinada recientemente, por un equipo de paleopatólogos dirigidos por el médico forense Philippe Charlier, experto en paleopatología y actual director del departamento de investigación y docencia en el museo de Quai Branly. Según sus resultados, San Luis de Francia podría haber fallecido al pie de las murallas de Túnez víctima de las complicaciones del escorbuto. Esta enfermedad está causada por la carencia grave de vitamina C y en su forma más grave, por una intensa gingivitis. La intensa inflamación, frecuentemente sobreinfectada y con secreción purulenta abundante es la causa del descalzamiento de las piezas dentarias. Si la carencia sigue, se pueden producir complicaciones como hemorragias o infecciones intercurrentes, y llegar a producir la muerte.
Imagen de scanner de la mandíbula real procedente de Notre-Dame de París, superpuesta a la imagen de San Luis (s. XIII) de la iglesia de Mainneville, en Normandía. Créditos: Philippe Charlier y cols. |
Philippe Charlier y sus colaboradores, un equipo de investigadores de la universidad de Versailles-Saint-Quentin en Yvelines (UVSQ), acaban de publicar un artículo sobre las investigaciones que han llevado a cabo en la revista médica internacional Journal of Stomatology, Oral and Maxillofacial Surgery. En este caso realizaron un estudio macroscópico de la mandíbula de San Luis, totalmente desdentada, que se conserva como reliquia en la catedral de Notre-Dame, lo que le habría permitido detectar signos que sugieren el diagnóstico de escorbuto.
Philippe Charlier comenta:
"Realizamos un examen directo de la mandíbula en la catedral de Notre-Dame de París, seguido de scanner y de datación por el método de carbono 14. Por otra parte, para proceder a una comparación anatómica completa, superpusimos la imagen 3D sobre una estatua de San Luis (coetánea) conservada en la iglesia de Mainneville, en Normandia. Completamos esto con una revisión de toda la literatura histórica y científica disponible, con el fin de interpretar mejor las lesiones detectadas en la reliquia".
Fueron particularmente útiles las crónicas biográficas de Jean de Joinville (1224-1317), que había acompañado al rey en la VII Cruzada (1248-1254) y había presenciado ya los efectos devastadores de la "maladie de l'Ost" sobre los soldados, a causa de una nutrición deficiente y que que había causado un gran número de bajas.
Jean de Joinville describe esta patología como una afectación de la boca con gingivitis necrosante que describía como
"pourrie ès gengives"
"podredumbre de las encías"
y que se acompañaba con grandes dolores articulares en las piernas:
"la maladie de l'Ost est en la bouche es jambes"
"la enfermedad de Ost afecta la boca y las piernas"
y también con fiebre, pérdida de tono muscular
"la chair de nos jambes s'échoit toute, et li cuirs de nos jambes devenoit tavelé de noir et de terre"
"la carne de nuestras piernas se desprendía y la piel se salpicaba de negro y parduzco"
y epistaxis (hemorragias nasales)
"A nous qui avions cette maladie venait chair pourrie es gencives... nul n'échappait"
"A los que padecíamos esta enfermedad se nos pudría la carne de las encías... nadie escapaba"
Maxilar atribuído al rey Luis IX, conocido como San Luis, conservado en la iglesia de Notre-Dame de París. Créditos: Philippe Charlier y cols. |
Todas estas descripciones son compatibles con los síntomas del escorbuto, lo que se corresponde igualmente con las huellas de lesiones en las encías y en el hueso encontradas en la mandíbula procedente de Notre-Dame de París.
Probablemente San Luis no murió directamente por el escorbuto, pero que su cuerpo, muy minado por esta enfermedad carencial, favorecida por una dieta a base de pescado y carente en frutas frescas, fue minando su cuerpo y preparó el camino para el desenlace mortal.
Probablemente San Luis no murió directamente por el escorbuto, pero que su cuerpo, muy minado por esta enfermedad carencial, favorecida por una dieta a base de pescado y carente en frutas frescas, fue minando su cuerpo y preparó el camino para el desenlace mortal.
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