viernes, 21 de junio de 2019

El símbolo de la Farmacia






Jacques-Jean Barré

Medalla de la 
Societé de Pharmacie de Paris
(1796)

Medalla octogonal de plata acuñada 31 mm
Monnaie de Paris    




Todo el mundo conoce el símbolo de la Farmacia: una serpiente enroscada en una copa, un símbolo de fácil lectura que identifica cualquier oficina de farmacia en todo el mundo. Pero ¿de donde viene este simbolismo?

La serpiente y la copa eran los atributos de Higia, la hija de Asclepios, el dios de la Medicina griego, que pasó al mundo romano como Esculapio. Nos hemos referido en otras ocasiones a este dios, y a los ritos que se realizaban en los templos de la salud en la época clásica, que a veces fueron motivo de sincretismo con otras divinidades salutíferas. El símbolo de Asclepios era el bastón y la serpiente, que han dado lugar posteriormente al emblema usado por los médicos


Detalle del altar en el Asklepeion de Pérgamo, en el que se ve una serpiente y la patera. 


Higia era la encargada de preparar los remedios que administraba su padre y de alimentar a la serpiente. Por eso, los atributos de Higia, por su parte eran una copa o patera y la serpiente, instituída ya como animal asociado a la tarea curativa, ya que puede "resucitar" al cambiar de piel. En el Asklepeion de Pérgamo ya aparece un altar con la serpiente y la patera. Este símbolo se ha interpretado posteriormente como la copa que contiene el remedio y la serpiente que vierte su tóxico en la copa y que hay que saber administrar a la dosis adecuada. Como decía Paracelso,  
"Un medicamento usado por un necio puede ser un veneno, pero un veneno administrado por un sabio puede actuar como un medicamento"  
Pero ¿desde cuando se usa este símbolo como emblema de los farmacéuticos? La primera vez de la que tenemos constancia se remonta a 1796, y aparece en una pequeña moneda conmemorativa de los farmacéuticos de París. 


Era habitual entregar pequeñas medallas conmemorativas (jetons, en francés) como recuerdo a los boticarios que asistían a las reuniones de la Société de Pharmacie de París. Al parecer esta práctica ya se había instaurado ocasionalmente desde el s. XVII pero tuvo más continuidad a partir de 1777, cuando se instituyó el Colegio de Farmacia que reunía a los maestros boticarios de París y alrededores y los separándolos claramente de los especieros y herbolarios. 

En 1778, los prebostes de la Sociedad fueron autorizados a acuñar monedas conmemorativas con las que se garantizaba la pertenencia a la Sociedad. Para dejar claro que los Farmacéuticos se habían diferenciado de los herbolarios se acordó acuñar las piezas de otra manera. Las monedas, solían llevar en el anverso imágenes como una serpiente erecta ante un gallo, con la leyenda Et vigil et prudens; o la efigie del rey Luis XVI (en los años anteriores a la Revolución). En el reverso, los símbolos de los tres reinos de la Naturaleza, de donde se extraían todos los medicamentos: en un terreno sembrado de piedras (reino mineral) crecía una palmera (reino vegetal) a la que se encaramaba una serpiente (reino animal).  Se acuñaron así 5.300 piezas de plata de 9 g de peso cada una. 

En 1796, se encargó a Jacques-Jean Barré acuñar una nueva moneda. En el anverso aparecía la inscripción Hygia salus y la efigie coronada de Higia, la diosa de la Higiene en el mundo clásico. Abajo, la firma: Barre f. (fecit). Ante ella, una serpiente y la copa, como sus atributos. Tras ella una flor de adormidera. En el reverso, aparece un altar sobremontado de un gallo y rodeado por una serpiente. A los lados, un alambique y un jarro de flores, con la inscripción Societas Pharmaceutica parisiensis MDCCXCVI.

Fue esta la primera vez que sabemos que se usó el simbolismo de la serpiente y la copa. Posteriormente fue usado repetidamente y hoy al verlo, ya lo identificamos directamente con la farmacia.  


Bibliografía

Dilleman G, Roux-Fouillet P. Les jetons de la Société de Pharmacie de Paris. Revue d'Histoire de la Pharmacie 23 (230), 186-190, 1976

2 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias por tan maravillosa información. Lamentablemente esa integración llega cuando somos capaces de verla, aunque nos la hayan intentado enseñar desde los inicios de la carrera. Lo estaré revisando con frecuencia.

Xavier Sierra Valentí dijo...

Muchas gracias por su comentario. Celebro que le interese el blog y que tenga intención de consultarlo asiduamente. Un saludo