martes, 13 de noviembre de 2018

Mortalidad por bacterias multirresistentes





Jean-Michel Basquiat

Untitled
(1982)

Acrílico, lápiz graso y aerosol sobre lienzo 
183 x 173 cm
Colección privada



La obra que encabeza hoy nuestro comentario es la que ha conseguido una mayor cotización de los artistas americanos (fue subastada por 110,5 millones de dólares en 2017). 

Se trata de una obra de Jean-Michel Basquiat (1960-1988), un artista, poeta y músico neoyorquino. Se inició como pintor de graffitis callejero en los suburbios de Brooklyn, forma de expresión de grupos de drogadictos y vagabundos de la ciudad. A pesar de compartir su forma de vida  marginal, Basquiat tenía intereses culturales: escribía poesía y formó un grupo musical que actuaba frecuentemente en los pubs de moda del East Village y en el que tocaba el clarinete y el suintetizador. 

A partir de 1980 comenzó a dedicarse también a la pintura convencional. Gran admirador del expresionismo, en su obra encontramos influencias de Franz Kline, Jackson Pollock y De Kooning, y también del art brut, de Jean Dubuffet y Robert Rauschenberg. En 1981, realizó una exposición titulada New York/New Wave (Nueva York/Nueva Ola) y pronto apareció en las revistas especializadas. A partir de 1982 tuvo lugar su consagración artística. En 1984 fue seleccionado por el MOMA para una exposición colectiva, y el mismo año, Andy Warhol le presentó al galerista suizo Bruno Bischofberger que lo introdujo en los círculos artísticos de vanguardia en Europa. Tras el éxito, Basquiat intentó superar sus adicciones, pero lamentablemente murió por sobredosis de heroína en 1988. 


Andy Warhol y Jean-Michel Basquiat en una exposición

La temática de la obra de Basquiat gira frecuentemente en torno a la muerte, con expresivos cráneos multicolores. Y precisamente sobre cifras de mortalidad vamos a seguir hablando. 

Recientemente se han publicado los datos de la mortalidad debida a la acción de bacterias resistentes a los antibióticos. Datos ciertamente preocupantes: 33.000 muertes en la Unión Europea en 2015, según estima un artículo publicado en The Lancet Infectious Diseases, a partir de los datos de la red de vigilancia europea EARS (European antimicrobia resistence surveillance network) 

El mismo estudio evalúa en más de 670.000 las personas que sufrieron infecciones por este tipo de bacterias, lo que supone un impacto igual al de la gripe, la tuberculosis y el sida juntos (durante el mismo período).  Una tercera La mortalidad ha afectado sobre todo a los menores de 12 años, mayores de 65 y a personas con inmunidad comprometida. También fue mayor en ciertos países, como Grecia o Italia. De hecho entre los dos países sumaron más de 1/3 de los fallecimientos. 





Dos terceras partes de estos casos fueron infecciones contraídas durante el ingreso en centros hospitalarios. En la mayoría de los casos estuvieron causadas por cepas de Escherischia coli, Pseudomonas aeruginosa, Klebsiella pneumoniae y Staphylococcus aureus resistentes a los antibióticos. Sin embargo otras bacterias pueden producir también estos devastadores efectos. Recientemente (septiembre de 2018) un equipo médico australiano ha alertado sobre la difusión de una bacteria Staphilococcus epidermidis resistente a todos los antibióticos, incluyendo la meticiclina (MRSA) y que puede producir graves infecciones e incluso la muerte. 

La OMS ha alertado en diversas ocasiones sobre el problema de las infecciones por bacterias resistentes a todos los antibióticos y subraya la importancia de racionalizar al máximo el uso de antibióticos para evitar la aparición de estas resistencias múltiples.  

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