jueves, 19 de julio de 2018

Shakespeare y la patología (III) : Rosácea y rinofima





John Hamilton Mortimer 

Bardolph


Óleo sobre lienzo, montado sobre tabla 
43.2 x 37.5 x 3.5 cm
Detroit Institute of Arts.  



Si Ricardo III es probablemente uno de los personajes más siniestros de Shakespeare, John Falstaff es ciertamente una de las creaciones cómicas más divertidas y una de las más importantes de la literatura mundial. Hay que destacar la descripción que hace Falstaff de la nariz de su amigo Bardolph que presentaba un rinofima, y que casi se hizo tan famoso como la nariz de Cyrano de Bergerac


Bardolph es un personaje secundario que aparece en cuatro de las obras de Shakespeare, que aparece en ambas partes de Enrique IV y Enrique V. Es un soldado borracho que forma parte del entorno de John Falstaff y que comete pequeños delitos. Su nariz engrosada y constantemente enrojecida, su cara purpúrica, le acarrean constantes chanzas e insultos que proporcionan una cierta comicidad al relato. A veces, la intensa inflamación de la nariz de Bardolph llega a ser comparada con las llamas del infierno: 
"a saw a flea stick upon Bardolph's nose, and a' said it was a black soul burning in hell fire"

Según Falstaff, la cara de Bardolph estaba tan encendida que les servía de lámpara que los guiaba en sus fechorías en la oscuridad.
"Do thou amend thy face, and I’ll amend my life. Thou art our admiral, thou bearest the lantern in the poop, but ’tis in the nose of thee. Thou art the knight of the burning lamp".
(Henry IV, 1ª part, act 3, scene 3) 

La característica fisiognómica más destacada de Bardolph es su nariz prominente y permanentemente eritematosa, que sugiere la presencia de rinofima y rosácea

En la obra de Shakespeare se atribuye la alteración de Bardolph a uno de los cuatro humores, la "cólera". Según la teoría humoral vigente en aquel tiempo se identificaba con el valor y la valentía. Aunque también se atribuía a un consumo excesivo de alcohol, circunstancia que también se daba en Bardolph. Aunque hay que señalar que algunos autores han interpretado las pápulas de Bardolph como posibles lesiones sifilíticas

Hemos encontrado representaciones pictóricas de Bardolph en la obra del pintor londinense Henry Stacy Marks (1829-1898) y en algunos grabados como el que aportamos aquí de John Hamilton Mortimer (1740-1779), un artista inglés interesado especialmente en obras de tema histórico. Este grabado formó parte en 1775 de una exposición de la obra gráfica de Mortimer sobre temas shakespearianos. 


En una taberna, Bardolph se atreve a hacer un comentario sobre la gordura de Falstaff y la forma de vida que llevaba. La respuesta inmediata de Falstaff fue:

"Enmienda tú tu rostro, y enmendaré mi vida: tú eres nuestro almirante, tú ocupas el cuerno de la popa, pero estás en tu nariz: tú eres el Caballero de la Lámpara Ardiente (...). Nunca veo tu cara, pero creo que en el infierno de fuego y las inmersiones que vivieron en púrpura; porque allí está él en sus ropas, ardiendo, ardiendo. Si hubieras dado algún camino a la virtud, juraría por tu rostro; mi juramento debería ser: 'Por este fuego, ese es el ángel de Dios', pero tú eres un condenado, y en verdad, salvo por la luz en tu rostro, el hijo de las tinieblas. Cuando corría por la noche a Gadshill para atrapar a mi caballo, si no pensaba que había sido un ignis fatuus o una bola de fuego, que no se puede comprar con dinero. Oh! eres un triunfo perpetuo, una luz de hoguera eterna. Me has ahorrado mil marcos en ligaduras y antorchas, caminando contigo en la noche entre la taberna y la taberna: pero con el saco de dinero que me has costado bebiendo me habría comprado luces tan baratas para los más queridos de Europa. He mantenido esa salamandra tuya con fuego en todo momento en estos treinta  y dos años; ¡Dios me recompensará por eso! ".




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