viernes, 5 de mayo de 2017

Rachmaninov: manos grandes, depresión y melanoma







Konstantin Somov

Retrato de Sergei Rachmaninov
(1925)
 Óleo sobre lienzo
Museo Estatal Ruso. San Petersburgo



Sergei Rachmaninov (1873-1943) fue un compositor, pianista y director de orquesta ruso. Nacido en una familia noble, se formó en el Conservatorio de Moscú, con profesores como Nikolai Zverev y Alexandr Siloti. Desde muy joven estuvo interesado en la composición, pero Zvrerev lo veía fundamentalmente como un pianista e intentó que se dedicara exclusivamente a la interpretación.

De hecho las composiciones de Rachmaninov, muy controvertidas, pueden considerarse como el epílogo del romanticismo. Muy influídas por Tchaikovsky, Liszt y Chopin, en un estilo tardorromántico. Aunque los críticos no las valoraron excesivamente, al juzgarlas monótonas, no han dejado de popularizarse y están entre las piezas más interpretadas de la primera mitad del s.XX.

De lo que no cabe duda alguna era de que fue uno de los pianistas más influyentes del s. XX, con una capacidad técnica y rítmica legendaria. Sus enormes manos podían abarcar un intervalo de trecena al teclado (esto quiere decir que con una mano podía tocar hasta doce teclas). Tenía la capacidad de tocar composiciones muy complejas con solo oírlas una vez.   

Las manos de Rachmaninov eran pues descomunales y esbeltas, y contribuyeron indudablemente a su virtuosismo. Cuando ya al final de su vida, el pianista se enfrentó con un pronóstico infausto, suspiró: 
"Mis queridas manos... Adiós, mis pobres manos!"
Algunos autores (Wolf, Young), creen que el tamaño de sus manos podría haber sido una manifestación del síndrome de Marfan, en el que es característica la aracnodactilia (dedos largos y gráciles). Sin embargo, Rachmaninov no presentaba evidencia de las demás características clínicas típicas de Marfan, como la escoliosis, pectus excavatum, ni alteraciones oculares o complicaciones cardíacas. Tampoco ninguna de las principales enfermedades asociadas como el síndrome de Beal (aracnodactilia contractural congénita), síndrome de Ehlers-Danlos, homocistinuria, síndrome de Stickler, o síndrome de Sphrintzen-Goldberg. No tenemos referencias de que ningún miembro de su familia inmediata tuviera las manos especialmente grandes, por lo que podemos descartar la aracnodactilia familiar. Rachmaninov no mostró ningún signo de acropaquia ni alteraciones cutáneas que pudieran relacionarse con el síndrome de Marfan


Ramachandran y Aronson piensan que podría tratarse de una acromegalia. Aunque era de elevada estatura (198 cm), y de rasgos angulosos, ni en las fotografías que conservamos de él ni en el retrato que le hizo Konstantin Somov en 1925 ni en el que encabeza esta entrada se aprecian claramente los rasgos toscos faciales que caracterizan a la acromegalia. Los partidarios de esta hipótesis señalan diversos episodios de depresión (que se asocian frecuentemente a la acromegalia). 

Pasternak: Rachmaninov al piano.
Carboncillo sobre papel (1916)
La primera depresión la tuvo el pianista tras el estreno de su Primera Sinfonía, que fue abucheada y muy mal acogida por la crítica tras una penosa interpretación dirigida por Aleksandr Glazunov, en estado de embriaguez. Sergei sumido en una profunda depresión dejó de componer y de tocar. Gracias a la ayuda de un psiquiatra, el Dr. Nikolai Dahl, pudo superarlo. En agradecimiento, Rachmaninov dedicó a Dahl su Concierto número 2 para piano y orquesta. Rachmaninov abandonó Rusia en 1917 y no volvió jamás a su país, pero la nostalgia le ocasionaba frecuentes episodios de depresión. 
La teoría de la acromegalia señala también un episodio de intenso dolor de manos que obligó a la anulación de un concierto en 1912. La hinchazón de las manos asociado a la acromegalia pudo ser la causa, aunque cabe plantearse otras posibilidades, como la existencia de un túnel carpiano. Finalmente, señalan que el melanoma maligno que se le diagnosticó  en 1942 tiene una mayor incidencia en los pacientes con acromegalia. 


En 1942 durante una gira, el músico se encontró mal. Acudió al hospital, donde al explorarlo, se hallaron pequeñas lesiones negras en perdigones en su piel. Tras la biopsia, se diagnosticó melanoma maligno. La evolución fue rápida: cinco meses después (28 de marzo de 1943) moría en la casa que había comprado un año antes en Beverly Hills, California, cuatro días antes de cumplir los setenta años. En su último concierto (17 de febrero de 1943) quiso tocar la Sonata num. 2 para piano de Chopin, que incluye la famosa Marcha Fúnebre. Fue su personal manera de despedirse del mundo. 

Poco antes de morir decía que oía una música muy cerca. Cuando le dijeron que no había ningún tipo de música, exclamó: 
- "Entonces la música está en mi cabeza!!"

Rachmaninov Rhapsody: 


Rachmaninov. Concierto para piano num. 2 (dedicado al Dr. Dahl): 



Bibliografía

1. Wolf P. Creativity and chronic disease. Sergei Rachmaninov (1873-1943). West J Med 2001;175: 354. [PMC free article] [PubMed]
2. Young DA. Rachmaninov and Marfan's syndrome. BMJ (Clin Res Ed) 1986; 293: 1624-6 [PMC free article] [PubMed]
3. Ramachandran M, Aronson JK. The diagnosis of art: Rachmaninov's hand span. . 2006 Oct; 99(10): 529–530.
4. Popovic V, Damjanovic S, Micic D, et al. Increased incidence of neoplasia in patients with pituitary adenomas. The Pituitary Study Group. Clin Endocrinol (Oxf) 1998; 49: 441-5 [PubMed]
5. Corcuff JB, Ogor C, Kerlan V, Rougier MB, Bercovichi M, Roger P. Ocular naevus and melanoma in acromegaly. Clin Endocrinol (Oxf). 1997; 47: 119-21 [PubMed]


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