viernes, 26 de agosto de 2016

Del mito de Ícaro al exceso de sol (II): La imprudencia de tomar demasiado el sol






Herbert James Draper

El lamento por Ícaro 

 (1878)

Óleo sobre lienzo. 180 x 150 cm.
Tate Gallery. Londres. 


En la entrada anterior comentábamos la hermosa leyenda mitológica de Ícaro y las nefastas consecuencias que su imprudente conducta tuvo para él. Su poco temor a los efectos del sol labró su perdición.  

Hoy traemos una obra de Herbert James Draper (1863-1920), un pintor inglés de la época victoriana que se dedicó sobre todo a la representación de temas mitológicos. El que preside este comentario hace referencia también al mencionado mito de Ícaro. Esta vez se representa el cuerpo del joven caído recogido por las sirenas. La piel de Ícaro aparece muy morena para evidenciar su imprudente aproximación al sol, en vivo contraste con la marfileña tez de sus apenadas asistentes. 
Sirva esta bella historia para hacernos reflexionar sobre los peligros de ciertas imprudentes conductas con respecto al sol. En la actualidad, asistimos a un nuevo "culto al sol", y la exposición a sus rayos a veces puede ser excesiva. Muchas veces está motivada por la simple práctica deportiva al aire libre, aunque frecuentemente la exposición solar no tiene más propósito que el de conseguir un apreciado bronceado de la piel. Pero, como en el caso de Ícaro, no temer al sol puede tener consecuencias no deseadas. Veamos algunas de ellas. 
Dies solis, el día del sol, representado
por el carro solar.
Fragmento del Tapiz de la Creación (s. XI)
Museo de la Catedral. Girona.
Las representaciones del carro solar fueron 

muy frecuentes durante toda la Edad Media 


INSOLACION 

El exceso de exposición solar puede dar lugar a un episodio grave conocido como insolación, con fiebre alta (de más de 40 °C), náuseas y vómitos. Provocada por una temperatura ambiental muy alta, por una exposición demasiado larga al sol o a un esfuerzo físico excesivo bajo el sol, la insolación es un fallo del sistema natural de termorregulación del organismo, situado en el hipotálamo, que se encarga de mantener la estabilidad de la temperatura interna del cuerpo (36,5 °C). 
Además de la deshidratación, la alteración del termostato central puede provocar, a través de diversos mecanismos un estrés térmico celular, un síndrome inflamatorio y la liberación de citoquinas, sustancias que provocan una vasodilatación que puede desencadenar un estado de choque, con complicaciones cardiológicas y neurológicas, y que requiere una reanimación urgente. 


Vincent Van Gogh. El sol
PROBLEMAS OCULARES

Los ojos no ocupan más de un 2% de la superficie total del cuerpo, pero son los únicos órganos que pueden ser totalmente atravesados por los rayos ultravioleta (UV): en los adultos, la conjuntiva y la córnea absorben un 85% de la radiación y el cristalino del niño no filtra los UV antes de los 12 años de edad. Por eso es importante el uso de las gafas de sol, incluso en niños. De no hacerlo podemos sufrir la insolación de los párpados, la foto-queratoconjuntivitis o la llamada oftalmia de las nieves (en esquiadores). 

Asimismo, se pueden presentar efectos retardados, como cataratas y degeneración macular ligada a la edad  (DMLE) por afectación del cristalino y de la retina. Como apunta mi amigo Jacques Bazex, dermatólogo de Toulouse: 


"Estas degeneraciones oculares afectan actualmente a una generación que no tenía la costumbre de protegerse con gafas de sol". 

Asimismo, es recomendable el consumo de carotenoides (zeaxantina y luteína) en la alimentación habitual (zanahorias, tomates, naranjas...) para proteger mejor la retina. 

ENVEJECIMIENTO CUTÁNEO
La exposición al sol acelera el proceso natural de degeneración celular. El fotoenvejecimiento cutáneo está directamente relacionado con la cantidad de radiación ultravioleta recibida en el curso de la vida. Las exposiciones muy intensas y frecuentes provocan la aparición de manchas (lentigo solar). También provocan la ruptura de las fibras de colágeno - que son necesarias para mantener el espesor de la piel - causando la pérdida de su elasticidad y la aparición de arrugas. 
Según un estudio llevado a cabo en Australia, si se aplicara crema solar protectora cada día en la cara durante todo el año, se podría reducir en casi un 25 % las consecuencias del envejecimiento cutáneo.



El deslumbrante sol de Provenza y la intensa insolación a la que se exponen los campesinos 
es una constante en la obra tardía de Vincent Van Gogh. 

ALERGIAS AL SOL 

La lucitis estival benigna, la alergia a los rayos ultravioleta más frecuente, afecta a un 10 - 20 % de la población, especialmente a las mujeres de 15 a 35 años. En estos casos, en las 12 horas que siguen a cada exposición solar, el escote y los antebrazos se cubren de pequeñas pápulas rojas, que se acompañan de picor. Esta reacción solar - que curiosamente suele respetar la cara - puede repetirse durante muchos años y luego desaparecer bruscamente. No conocemos exactamente como se produce, y sus manifestaciones son bastante diferentes a las verdaderas alergias. 
En este último caso, mucho menos frecuente, aparece una urticaria solar a los 15 minutos de exponerse al sol, y puede provocar manifestaciones muy invalidantes que impiden salir de casa. Tampoco en este caso conocemos cómo se produce. 
También existe un tercer tipo de reacción alérgica, llamada lucitis polimorfa, que puede sobrevenir a cualquier edad. Vuelve a presentarse cada año, con tendencia a ser cada vez más grave. 


Representación de Helios conduciendo el
 carro solar en una cerámica griega de figuras rojas

CÁNCER

CUTÁNEO  


Tal vez este sea la patología por exposición solar mejor conocida. Ha habido mucha divulgación y también repetidas campañas sanitarias en las que se ha advertido insistentemente que el exceso de exposición solar puede ser la causa de la aparición de melanomas, una temible forma de cáncer de piel. 

Pero además de los melanomas, el sol es también responsable de otras formas de cáncer cutáneo (carcinoma basocelular, enfermedad de Bowen, carcinoma espinocelular) que son mucho más frecuentes. Se calcula que en nuestro país se diagnostican unos 75.000 nuevos casos cada año. 
Los carcinomas están causados por una proliferación de los queratinocitos. El 80 % de los casos corresponden a carcinomas basocelulares, de evolución lenta y sin metástasis a otros órganos. Pero a pesar de su escasa agresividad, deben ser tratados sin dilación, ya que pueden crecer localmente, destruyendo los tejidos circundantes. Como que la mayoría de las veces aparecen en la cara, su potencial destructivo no es desdeñable. En el caso de los carcinomas espinocelulares, su malignidad es mucho mayor, ya que pueden producir metástasis y propagarse por todo el cuerpo. Si se  diagnostican a tiempo, estos tumores pueden ser tratados con cirugía. 



El faraón Akhenaton haciendo sus ofrendas a Atón,
el dios solar y único, que le envía sus rayos protectores.

(Egipto. Dinastía XVIII).
TANOREXIA

Con este nombre se conoce la adicción a tomar el sol. En efecto desde que hace alrededor de un siglo se puso de moda lucir el color bronceado en la piel ha aparecido una nueva patología psiquiátrica: la de las personas que toman el sol compulsivamente, hasta extremos increíbles. Para ellas, el tomar el sol y estar morenas es una auténtica necesidad, y no pueden prescindir de exponerse a los rayos solares. Para dar nombre a esta alteración se ha acuñado el neologismo tanorexia, por similitud con anorexia (patología psiquiátrica en la que se deja de comer o se provoca el vómito con el obsesivo objetivo de perder peso y estar muy delgado) 
Estas mismas personas suelen ser adictas también a las cabinas UVA de bronceado artificial. La relación de estas cabinas con las patologías que ya hemos descrito, y en especial con la incidencia de cáncer cutáneo ha motivado que se hayan sometido a restricciones legales. En algunos países, como Brasil y Australia ya se han prohibido totalmente, y en Francia se está intentando su total prohibición en los próximos años. 




How the sun sees you (Thomas Leveritt) 


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