martes, 19 de abril de 2016

San Jerónimo y las gafas, todavía.






 Colantonio

San Jerónimo en su estudio 
(1445-1450 circa)

Temple 
sobre madera

Museo di Capodimonte. Nápoles. 




Uno de los habituales lectores de nuestro blog (@ArtandMedicine) me envía por Twitter algunas aportaciones para ilustrar más el tema de las gafas de San Jerónimo. Desde aquí agradezco esta colaboración a la vez que quiero animar a los demás lectores que participen, enriqueciendo los temas de los que vamos hablando o proponiendo nuevos temas.  

Niccolò Antonio, más conocido como Colantonio era un pintor napolitano de mediados del s. XV que fue el maestro de Antonello de Messina. Siguiendo las directrices del rey de Aragón Alfonso V el Magnánimo, tomó muchas tècnicas flamencas para renovar la pintura italiana de su tiempo.  Una de sus principales obras es San Jerónimo en su estudio sacando una espina de la pata del león, que probablemente formaba parte de un políptico encargado por Alfonso V. Los componentes de este políptico muestran el virtuosismo derivado, no solo de la tradición flamenca-provenzal, sino también de un repertorio estilístico y formal derivado, a partes iguales, de influencias septentrionales y meridionales. En la mano de San Jerónimo podemos ver también las gafas que ya son un atributo del santo.  


Marinus van Reymerswaele. San Jerónimo. Universidad de Sevilla.




También hallamos las antiparras sobre la mesa de San Jerónimo en cuadros de la escuela flamenca del s. XVI , como en el de Marinus van Reymerswaele (1550), en el que el santo traductor se vuelca literalmente sobre una Biblia. Este cuadro está conservado en la Universidad de Sevilla.

Otro ejemplo lo hallamos en la interpretación de otro pintor flamenco, Joos van Cleve (1485-1540), San Jerónimo meditando,  y que forma parte de la colección del Museo del Prado de Madrid. También en este caso encontramos al santo vestido de cardenal en su escritorio, rodeado de libros y útiles de escritura y señalando a una calavera, mientras mira fijamente al espectador, para recordar lo efímero de la vida humana. Una idea reforzada por otros detalles, como un reloj de arena - símbolo del tiempo - y una frase latina grabada en un cuadro que explicita esta idea. Entre todos estos objetos, también encontramos sobre la mesa, las consabidos anteojos. 


El San Jerónimo del Museo del Prado (Óleo sobre tabla) ha sido atribuído a diversos autores

Finalmente otro cuadro similar del Museo del Prado, en el que también aparecen las lentes y su estuche sobre la mesa es de autoría discutida. Ha sido atribuído sucesivamente a Hans Holbein (1843), Marinus van Reymerswaele (1873) y más tarde a ser considerado obra de un discípulo suyo (1933). Actualmente, desde 1963 se acepta la opinión de Gert von der Osten que cree que es una obra de Jan Massys.

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