Busto de un hombre (Pseudo-Séneca) (s. II a.C.) Busto de bonce |
Pseudo-Séneca en mármol. British Museum. Londres. |
La escultura impresionó mucho a Rubens, que la copió en diversos dibujos (Hermitage de San Petersburgo y Galeria Ambrosiana de Milán). Rubens se sintió atraído por esta representación que transmitía a la vez la idea de fortaleza unida paradójicamente a la senectud. A partir de estos bocetos, el pintor realizó una pintura al óleo, La muerte de Séneca, actualmente en la Alte Pinakothek de Munich (y también una copia en el Museo del Prado de Madrid)
P.P. Rubens: La muerte de Séneca |
Lucio Anneo Séneca fue uno de los filósofos más importantes del Imperio Romano, encuadrado en la corriente estoica y sigue representando hoy un referente en filosofía y ética contemporánea.
Séneca había nacido en el seno de una familia distinguida en Corduba, en Hispania, en los primeros años del s. I d.C. Su padre, Marco Anneo Séneca, fue un orador y escritor romano que realizó importantes estudios sobre la historia de la oratoria. Muchos de sus trabajos fueron atribuidos a Lucio Anneo durante la Edad Media, época en la que Séneca hijo tuvo mucho reconocimiento. Para diferenciarlo, al padre se le llama Séneca el Orador o Séneca el Viejo.
Eduardo Barrón González: Nerón y Séneca. (1904) Escayola. Museo del Prado. |
Séneca el Joven estudió retórica y filosofía en Roma, tomando también parte en asuntos políticos, llegando a ocupar diversos cargos políticos: cuestor, pretor, senador y cónsul. Fue acusado de adulterio por sus enemigos políticos y exiliado a Córcega por orden del emperador Claudio. Volvió a Roma para ser preceptor del futuro emperador Nerón, a quien aconsejó sobre diversos aspectos personales y políticos. Gran orador e influyente pensador, Séneca gobernó de facto el Imperio romano junto con Sexto Afranio Burro, entre los años 54 y 62, durante los primeros años del reinado de su joven pupilo Nerón. Fue acusado (probablemente falsamente) por haber tomado parte en la conspiración de Pisón para asesinar a Nerón, y decidió suicidarse cuando supo que se había dado orden de prenderle (65 d.C.)
Como escritor, Séneca pasó a la historia como uno de los máximos representantes del estoicismo, reflexionando profundamente sobre las emociones, la ambición, el poder curativo de la filosofía, y la muerte, entre otros temas. Su obra abarca tanto obras de teatro como diálogos filosóficos, tratados de filosofía natural, consolaciones y cartas. Usando un estilo marcadamente retórico, accesible y alejado de tecnicismos, trazó las principales características del estoicismo tardío, del que junto con Epícteto y Marco Aurelio está considerado su máximo exponente. Su obra Cartas a Lucilio es una lectura muy recomendable y sus consejos y opiniones, de plena actualidad.
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