jueves, 5 de diciembre de 2019

El tacto: (IV) Corpúsculos de Ruffini.







Angelo Ruffini

Imagen de un corpúsculo del tacto
(1898)

Fotografía al microscopio coloreada. 
Enviada por el propio Ruffini a Sir Charles Sherrington




Tras considerar en otras entradas los corpúsculos táctiles de Meissner y de Pacini, que permiten la percepción del tacto superficial y profundo, trataremos hoy de otro tipo de receptor, los de temperatura, representados básicamente por los corpúsculos de Ruffini (calor) y los de Krause (frío).


Los corpúsculos de Ruffini: la percepción del calor.

Su nombre se debe a Angelo Ruffini (1864-1929), un médico y biólogo italiano. Ruffini se había licenciado en Medicina en la Universidad de Bolonia, donde se formó con el gran clínico Augusto Murri ( 1841-1932). tras su licenciatura, entró a trabajar en el Laboratorio de Histología de la misma universidad, y cuatro años más tarde fue nombrado profesor de Histología. 


Angelo Ruffini
Tras dirigir el hospital de Lucignano (Arezzo) donde creó un laboratorio en el que proseguía sus investigaciones, en 1901 se traslada a Siena, como profesor de Embriología en el Instituto Anatómico. En 1912 regresa a Bolonia para ocupar la cátedra de Histología y fisiología general de la Real Universidad de esta ciudad. 

Las investigaciones de Ruffini fueron galardonadas con diversos premios. Cabe destacar especialmente sus estudios sobre el sistema nervioso periférico y el descubrimiento de nuevas expansiones; entre estas, los corpúsculos táctiles que son conocidos con su nombre. Mantuvo a este respecto una activa correspondencia con Sir Charles Sherrington (1896-1903), y posteriormente publicó los resultados en Journal of Physiology.

Los corpúsculos de Ruffini están situados en la dermis profunda, y presentan una forma de huso, con una porción central dilatada, dotada de terminaciones nerviosas capaces de percibir los cambios de temperatura (calor) y también la deformación o estiramiento de la piel.  Identifican la deformación continua de la piel y tejidos profundos (se encuentran en la dermis profunda). Están situados en la superficie de la piel de todo el cuerpo, y se calcula que hay cerca de 35.000, siendo especialmente abundantes en la cara dorsal de las manos. 





Esquema de un corpúsculo de Krause. Grabado. 



Los corpúsculos de Krause: la percepción del frío.

Los corpúsculos de Krause toman este nombre del médico y anatómico Wilhelm Krause (1833-1910). Era hijo del también anatomista  Karl Theodor Friedrich Krause (1797-1868). Wilhelm era natural de Hannover, y tras estudiar en Göttingen, Berlín, Viena y Zurich, se doctoró en 1854. En 1860 fue profesor extraordinario en la Universidad de Göttingen. Entre sus alumnos más destacados estaba Robert Koch (1843-1910) que llegaría a ser un destacado bacteriólogo e investigador. En 1892 Krause fue nombrado Jefe del Laboratorio del Instituto Anatómico de Berlín.  

Realizó estudios histológicos que le permitieron describir los corpúsculos táctiles que llevan su nombre. (Die terminalen Körperchen der einfach sensiblen Nerven. Hannover, 1860). 

Estos corpúsculos están formados por bulbos encapsulados, situados en la hipodermis de la piel. Son parecidos pues, a los corpúsculos de Pacini, aunque de tamaño mucho menor, y su función principal es registrar la sensación de frío, fenómeno que se produce cuando entramos en contacto con un cuerpo o un espacio que está a menor temperatura que nuestro cuerpo. La sensibilidad es variable según la región de la piel que se considere. De todos modos, su función en la actualidad no está definido con claridad. 

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