R. Cooper
La Belle Irène
Veritable femme Tatouée (circa 1900)
Cartel publicitario. Papel impreso.
Colección particular |
En una entrada anterior hemos visto como los tatuajes fueron exhibidos como rareza en los circos durante el s. XIX y la primera mitad del s. XX, compartiendo espacio con freaks, enfermedades raras y fieras exóticas. Es decir, todo aquello que podía suscitar el asombro del público. Pero aunque los circos estaban interesados en exhibir personas multitatuadas, casi todos eran varones. El tatuaje parecía ser en todo caso un atributo exclusivamente masculino, y era sumamente infrecuente encontrar mujeres con la piel tatuada.
Olive Oatman |
Olive Oatman fue la primera mujer caucasiana (blanca) tatuada en los Estados Unidos. Después de que su familia fuese asesinada por los indios Yavapai durante un viaje hacia el oeste en la década de 1850, fue adoptada y criada por los nativos a la edad de 13 años, los cuales le realizaron un tatuaje tribal tradicional, que incluía la barbilla, por lo que era bastante evidente. Cuando seis años más tarde se pagó un rescate por ella, Olive apareció tatuada y semidesnuda. Su historia de que había sido tatuada por los indígenas pronto se convirtió en legendaria. Su aspecto y el llamativo tatuaje azul que lucía en la barbilla pronto convirtieron a Olive en una total celebridad entre el pueblo norteamericano; incluso en 1857 Royal B. Stratton escribió un libro acerca de las travesías que esta chica tuvo que afrontar hasta convertirse en ese museo andante de lo que significaba vivir entre aborígenes y estar marcada literalmente por un tiempo en específico.
Olive Oatman |
Nora Hildebrant |
Poco después, apareció Irene Woodward, de 19 años, con el nombre artístico de La Belle Irene. Se vanagloriaba de ser la única mujer con el cuerpo tatuado. Cuando Hildebrant supo las fanfarronadas de Woodward pidió que se aclarara la situación y pudo demostrar su primacía.
Fotografía de Irene Woodward, La Belle Irène |
Hacia 1880 Irene Woodward se presentó en diversos circos de Nueva York (Museo Bunnell, Globe Dime y Harlem). Y su fama se incrementó cuando a inicios de 1890, hizo una gira por Europa en donde la gente se interesó mucho por sus tatuajes. En el escenario reivindicaba haber sido tatuada por su padre, aunque realmente fue tatuada por Samuel O'Reilly y su entonces aprendiz Charles Wagner. A veces, declaraba haber sido inspirada al haber visto al príncipe Constantine.
Olive Oatman
Olive Oatman
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