domingo, 31 de enero de 2016

La arteritis temporal del canónigo Van der Paele







Jan van Eyck

La Virgen del canónigo 
Van der Paele
(1436) 

Óleo sobre tabla  122,1 x 157,8 cm

Museo Groeninge. Brujas. 




Jan Van Eyck pintó el retablo La Virgen del canónigo Van der Paele en 1436. Después del retablo del Cordero Místico de Gante es la obra de mayor tamaño de este pintor flamenco y uno de los primeros ejemplos conocidos de sacra conversazione, es decir, que la escena representa a la Virgen en compañía de uno o más santos (no forzosamente coetáneos) que aparecen conversando apaciblemente. Los santos se presentan así como en una visión, dando a entender que se encuentran en la gloria y que allí mantienen pláticas entre ellos. A veces, aparece el donante arrodillado ante ellos, como en este caso, en el que se representa al canónigo Van der Paele, que fue quien encargó la obra. 

En el retablo, la Virgen está sentada en un trono de madera, en el que están talladas escenas bíblicas. Lleva un manto rojo y sostiene al Niño en su regazo. Todo el cuadro está plagado de detalles de alto contenido simbólico. 

La Virgen aparece flanqueada por dos santos muy representativos para el comitente: San Jorge y  San Donaciano. El nombre de pila del canónigo era Joris (Jorge) y por otra parte San Donaciano de Reims (Sint Donaas) era el patrón de la iglesia y de la ciudad de Brujas. 



Joris Van der Paele, presentado a la Virgen por su santo patrón, San Jorge

La pintura probablemente tenía una función funeraria y debía estar destinada a colocarse cerca de la tumba del comitente. Por eso el canónigo Joris Van der Paele, aparece orante y es presentado a la Virgen por su patrón San Jorge, que lo señala con un amable gesto de la mano. Al otro lado, el arzobispo Donaciano lleva una rueda con velas encendidas, alusión a un milagro realizado en su juventud. El marco destaca la donación que hace el canónigo para la salvación de su alma: 


HOC OP[US] FECIT FIERI MAG[ISTE]R GEORGI[US] DE PALA HUI[US] ECCLESIAE CANONI[CUS] P[ER] JOHANNE[M] DE EYCK PICTORE[M] - ET FUNDAVIT HIC DUAS CAPELL[AN]IAS DE GR[EM]IO CHORI DOMINI - M°CCCC°XXXIIIJ° C[OM]P[LE]T[UM] AU[TEM]

(El Señor Joris van der Paele, canónigo de esta iglesia, encargó esta obra del pintor Johannes van Eyck y fundó dos capellanías en la parte del coro, 1434)

Es sorprendente el gran realismo con el que Van Eyck retrata al donante, que aparece muy envejecido. En su rostro aparece un buen número de patologías que revisaremos a continuación. 

Arteritis temporal. Tal vez una de las alteraciones más llamativas la presenta el canónigo a la altura de la zona temporal, donde se pone de manifiesto una arteritis de células gigantes, con una clara protrusión de los vasos.  La arteritis temporal o de células gigantes es una patología que suele afectar a individuos de más de cincuenta años. Cursa con inflamación y daño a los vasos sanguíneos que irrigan de sangre la cabeza, cuello, parte superior del cuerpo y brazos. Probablemente es debido a una respuesta inmunitaria defectuosa y suele asociarse a una polimialgia reumática. Cursa con dolor en la zona mandibular y en el brazo y aumento de la sensibilidad en el cuero cabelludo. Como podemos ver en la cara del canónigo, la intensa inflamación de la zona ha producido alopecia de la zona, especialmente delante de la oreja izquierda y en la cola de la ceja.


Alteración visual. Van der Paele corrige su visión con la ayuda de unas gafas. Este es otro de los transtornos frecuentes en los casos de arteritis de células gigantes: visión doble o reducida, que en este caso el clérigo intenta corregir con unas gafas. A pesar de haberse inventado en el s. XIII, las lentes correctoras todavía son poco frecuentes en la época, y no comienzan a aparecer en la pintura a partir del s. XV. Puede ser su representación fuese evitada en los retratos, ya que suponía reconocer una dependencia de la prótesis, y por lo tanto una debilidad, un defecto, que no debía ser mostrado en un personaje poderoso. El ejemplo más claro de ocultación lo encontramos en Francisco Sforza que - necesitado de gafas para ver bien - encargó a su embajador en Florencia ni más ni menos que 36 antiparras, tras lo cual se vió en la obligación de excusarse, aclarando: 

"os informo que Nos no las queremos para nuestro uso, ya que gracias a Dios no las necesitamos"

En este caso, el canónigo sostiene un misal con la mano izquierda y con la derecha sostiene las antiparras que acaba de quitarse. Es decir, necesita lentes correctoras para leer, pero probablemente no para mirar a lo lejos. Y esto es justamente lo que hace el eclesiástico: mira más allá, al mundo sobrenatural, a la Virgen y al Niño, y prescinde de las gafas, que le son necesarias para la visión terrenal, pero no para su visión espiritual. El canónigo se toma un tiempo para reflexionar sobre lo que acaba de leer, y mira hacia arriba, hacia lo alto. Van Eyck presta una especial atención a los ojos del canónigo para expresar una mirada distante, dirigida al Más Allá. 

Detalle de la cara del canónigo Van der Paele (http://daydreamtourist.com/2014/09/01/awesome-art/)

Tumoraciones cutáneas. Son bastante ostensibles algunos nevus, destacando especialmente un nevus intradérmico en el pliegue de la mejilla y un quiste epidermoide que asienta en el lóbulo de la oreja izquierda. En las áreas temporal y subauricular se observan zonas parduzcas, que podrían corresponder a lentigos solares. La pintura fue restaurada por Jef Vanderveken en 1933. Al parecer, con anterioridad a esta restauración, se podía observar la presencia de un carcinoma espinocelular de labio inferior (cerca de la comisura) y una tumoración queratósica no muy bien filiada bajo el ojo izquierdo. También se observan algunas áreas más oscuras en el labio inferior, que se han interpretado como lagos venosos seniles

Aspecto anterior a la restauración de 1933.
Obsérvese la lesión de la comisura labial que 
evoca un carcinoma espinocelular. 
Arrugas. La edad del donante queda de manifiesto al observar las arrugas de su cara, especialmente alrededor de los ojos y en el dorso de las manos. El cabello cano y una avanzada alopecia androgénica nos revelan también la senil edad del personaje. 


Obesidad. El canónigo muestra un cierto grado de obesidad, ostensible en la abundante papada. 

Como anécdotas cabe señalar que el retablo no se terminó en 1434, como reza la inscripción, sino dos años más tarde. Van Eyck hizo gala de su pericia y minuciosidad pictórica: el manto rojo de la Virgen se refleja en la armadura de San Jorge, y algunos afirman que el propio Van Eyck se representó reflejado en el escudo del santo. 


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