martes, 31 de diciembre de 2019

La verdad, el Tiempo y la Historia






Francisco de Goya y Lucientes

La Verdad, la Historia y el Tiempo
(1797 -1800) 

Óleo sobre lienzo 294 x 244 cm
Nationalmuseum, Estocolmo.




Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828) pintó esta obra en 1804-1805, que junto con otra obra alegórica, La Poesía debían estar destinadas al palacio del poderoso ministro Godoy en Madrid. 

La pintura se compone de tres figuras. Un viejo con grandes alas que lleva un reloj de arena en la mano; una hermosa joven con un sencillo vestido blanco que sostiene un cetro con la mano izquierda y un librito en la derecha; y una segunda mujer, sentada sobre una roca y casi desnuda, solamente cubierta por un lienzo verde, y que gira su cabeza hacia atrás mientras escribe en un gran libro. 

El simbolismo de la obra ha tenido diversas interpretaciones. En mi opinión, representa al tiempo (el viejo), inspirado en Cronos, con sus atributos más conocidos: el reloj de arena; las alas, muestra de la fugacidad del tiempo y la propia edad del personaje, muestra de su añeja perdurabilidad. 

La mujer de pie representaría la Verdad. Tal vez el níveo vestido blanco es una alusión a su veracidad y inocencia. Es cierto que la Verdad suele representarse desnuda. Y así aparece en un boceto previo de Goya, probablemente censurado por la pacata moral del momento. En él, todos los personajes aparecen desnudos. 


Frabncisco de Goya. Boceto de la obra (1797)

La tercera figura, la mujer sentada, simboliza la Historia. Sentada sobre una roca, gira la cabeza hacia el pasado, y consigna lo que aconteció en un gran libro, para conservar su recuerdo. 

Es cierto que posteriormente este cuadro, algo enigmático, fue objeto de otras interpretaciones. Algunos consideraron a la figura que está en pie como una alegoría de la Constitución liberal de Cádiz, ya que sostiene el cetro (símbolo de la soberanía) y el librito (que sería la Constitución). Los que sostienen esta interpretación creen ver otros simbolismos: La luz que la mujer vestida de blanco recibe desde el ángulo superior izquierdo sería la luz que disipa las tinieblas del oscurantismo. El reloj de arena, sostenido por el Tiempo presenta toda la arena en la parte superior, como auspiciando una nueva era. Pero teniendo en cuenta que la Constitución fue proclamada en 1812, siete años después de la datación de esta obra, es difícil dar crédito a esta lectura. 

En la exposición de 1900 la obra fue presentada como "El tiempo mostrando a España ante la Historia". Personalmente me parece una interpretación muy forzada, cuya razón es fruto del exaltado nacionalismo español que intentaba recomponer el maltrecho ánimo de los ciudadanos tras el desastroso final de la guerra colonial de la independencia cubana (1898). La figura de blanco no presenta ninguno de los atributos tradicionales con los que tradicionalmente se ha representado España, por lo que creemos que  es una interpretación forzada y tendenciosa, sin base real. 

Por eso, me decanto por la primera interpretación. Me parece interesante esta asociación Tiempo - Historia - Verdad, muy adecuada para ocupar un espacio en este blog, en el que intentamos escudriñar en el pasado para descubrir detalles médicos y artísticos. Y muy adecuada también para este fin de año, en el que la reflexión sobre el paso del Tiempo y de la Historia está presente en todos nosotros. 

Aprovecho para desear un feliz y venturoso año 2020 a todos los lectores del blog y que la nueva década nos sea propicia. 

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