Auguste Rodin Hombre con la nariz rota (1875) Busto de mármol. (44,8 x 41,5 x 23,9) Musée Rodin. Paris. |
Se cumplen este año los 100 años de la muerte de Auguste Rodin (1840-1917), sin duda uno de los escultores más famosos de todos los tiempos. La mayor parte de su obra se conserva en los museos Rodin de Paris y de Meudon.
Fotografía del escultor Auguste Rodin |
La primera obra que Rodin intentó exponer fue el modelo de escayola de L'Homme au nez cassé (El hombre de la nariz rota), realizada a los 24 años, pero que no fue aceptada porque los representantes del Salón de París 1865 consideraron que no estaba terminada. Diez años más tarde expondría la el mármol, realizado en 1875.
Rodin también expuso en el Salón su ambiciosa obra La Puerta del Infierno, efectuada con la ayuda de su discípula y amante Camille Claudel. Entre las obras más emblemáticas y representativas de Rodin, hay que destacar El pensador (1880), El beso (1886) y El hijo pródigo (1889). También hizo estatuas de las escritores Victor Hugo y Balzac (1897), así como el grupo escultórico Los burgueses de Calais.
El lenguaje escultórico había permanecido invariable hasta entonces. La gran muestra de las obras de Auguste Rodin, en la Exposición Universal de París de 1900, representó un punto de inflexión que comenzaba a romper con los planteamientos clásicos de la tradición escultórica y despertaba el espíritu experimental que llevaría a nuevos senderos artísticos. La obra de Rodin prefigura la escultura modernista y el realismo, pero la fuerza y el clasicismo están siempre presentes. Su influencia fue muy notoria en todos los escultores del s. XX.
Rodin: L'Homme au nez cassé (1864) Escultura en escayola |
Pero volvamos a L'Homme au nez cassé. Rodin se inspiró en un personaje popular, un mendigo llamado Bibi, a quien Rodin acogía en su estudio y comenzó con la intención de ser su retrato. Sin embargo el espíritu iconoclasta del escultor decidió presentarlo como un busto clásico, con el pecho desnudo, al estilo de algunos emperadores o filósofos de la Antigüedad Clásica. También decidió remarcar algunos trazos, como la depresión nasal, las arrugas o la barba. El resultado fue un retrato demasiado realista y provocador, que impactaba demasiado a los espectadores de su tiempo. Un mendigo presentado como un filósofo o un emperador era algo difícil de tolerar a mediados del s. XIX. Ésta y no otra fue la auténtica razón de que fuera rechazada en el Salón de Paris de 1865.
Desde el punto de vista médico, nos llama la atención de la fractura nasal, la más frecuente de las fracturas de la cara, ya que la pirámide nasal es la zona más prominente del rostro. Es una de las fracturas más frecuentes del cuerpo, tras la de clavícula y las de muñeca. Suelen ser a consecuencia de un traumatismo, y generalmente se acompañan de otras lesiones de la cara y cuello. Las causas más frecuentes suelen ser peleas, accidentes y deportes. Es conocido el perfil facial de nariz rota del pendenciero escultor Miguel Angel Buonarruoti, como consecuencia de una reyerta.
Los impactos sobre la nariz producen en un gran número de casos desplazamientos del septo nasal y hundimientos óseos, que comportan cambios permanentes en el perfil de la cara, como puede apreciarse en este retrato de Bibi. En cualquier caso, a pesar de ser un trabajo de los primeros tiempos de Rodin, constituye una auténtica obra maestra.
Auguste Rodin: une vie, une oeuvre:
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