jueves, 5 de mayo de 2016

La divina piel verde (II): el mito de Osiris.







Anubis momificando a Osiris 
(Dinastía XIX)

Pintura mural


Tumba del artesano Senedyem. Deir el Medina.




El mito de Osiris es uno de los mitos fundamentales de la mitología egipcia y tal vez el más revelador del pensamiento egipcio sobre el Más Allá.

La diosa del Cielo, Nut, había quedado embarazada de Geb, el dios de la Tierra, y tuvo un parto de cuatro hijos: los dioses Osiris y Seth, y las diosas Isis y Neftis
Osiris, era un dios bondadoso a quien le correspondió reinar sobre la tierra cultivable, velando por la fertilidad y la regeneración. Mientras tanto, Seth reinaba sobre las tierras áridas y las zonas desérticas. Con el tiempo, Osiris se casó con su hermana Isis, a quien amaba desde el vientre de su madre. Seth se casó con Neftis


Esbozo preparatorio en un pergamino para 
la realización de una pintura de Osiris.
Museo Egizio. Turín. 
Osiris enseñó a los egipcios el arte de la agricultura y el cultivo de los campos, aprovechando las inundaciones anuales del Nilo, y a segar  y recoger la cosecha para alimentarse. También les enseñó como sembrar vides y obtener vino y la forma de fabricar cerveza fermentando cebada. Pero no sólo enseñó al pueblo cómo alimentarse y cultivar sino que le dió leyes con las que regirse en paz, la música y la alegría y les instruyó en el respeto a los dioses.

Cuando acabó su función, Osiris partió a proclamar sus enseñanzas en otras tierras, dejando a cargo de Egipto a Isis quien gobernó sabiamente en ausencia de su marido y hermano. Pero Seth odiaba a su hermano, su poder y su popularidad, por lo que mientras Osiris se encontraba en otros países tramó un plan siniestro. Cuando Osiris regresó, Seth decidió dar un gran banquete en honor a su hermano, pero durante la fiesta, con engaños, le dijo a Osiris que se metiera en un cofre, con forma humana y ricamente ornamentado. El cofre tenía sus mismas medidas y cuando Osiris se tendió en él, Seth lo cerró y lo echó al Nilo. 



Las diosas Isis y Neftis. Tumba de Nefertari. Valle de las Reinas. Luxor. 


Isis, desconsolada, fue en busca del sarcófago que contenía el cuerpo de Osiris, pero el río lo había llevado hasta el mar donde las olas lo habían llevado a la costa de Biblos, en el Líbano. Allí lo encontró Isis y se lo llevó de nuevo a Egipto, escondiendo el cofre en el delta del Nilo. 
Pero una noche, mientras cazaba jabalíes, Seth encontró el cofre, que se veía a la luz de la Luna, y lo reconoció. Encolerizado por el hallazgo, lo abrió, tomó el cuerpo de Osiris y lo despedazó en 14 trozos que esparció a lo largo del Nilo para que sirviese de alimento a los cocodrilos. 

“¿No es posible destruir el cuerpo de un dios?.   - Yo lo he hecho – porque yo he destruido a Osiris”! 

dijo Seth riendo, y su risa se oyó en todos los rincones de la Tierra, y  todos aquellos quienes la percibieron temblaron, estremeciéndose de terror.


Escultura de oxirrinco, el pez nilótico que se tragó el falo de Osiris. Museu Egipci. Barcelona. 


Isis debía empezar de nuevo su búsqueda, pero esta vez no se encontraba sola, sino que iba con su hermana Neftis y con Anubis, el dios chacal. Poco a poco Isis fue recuperando cada uno de los trozos del cuerpo de Osiris, envolviéndolos en cera aromatizada. Sólo un pedazo quedó por recuperar, el falo de Osiris, que había sido comido por el  oxirrinco, un pez del Nilo. Por eso los egipcios nunca comieron este pez que consideraban sagrado. Isis reconstruyó el cuerpo y Anubis le ayudó a embalsamarlo. Después Isis tomó barro del Nilo y con él modeló un falo, que le puso a la momia de Osiris y que animó con su magia. Tomó después la forma de un pajarillo y descendiendo sobre el falo, concibió a Horus, hijo de Osiris e Isis




Isis, transformada mágicamente en pajarillo desciende sobre el cuerpo de Osiris para concebir a Horus. Museu Egipci. Barcelona. 


Cuando Horus creció, quiso vengar a su padre y fue a luchar con su tío Seth, a quien venció. Pero en la lucha, Seth arrancó un ojo a Horus, pero la magia del sabio dios Thot hizo que se le regenerara el ojo perdido. El ojo arrancado de Horus es el udjet, que todo lo ve y que es uno de los amuletos egipcios más conocidos. 

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