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lunes, 14 de junio de 2021

Cáncer por dormir caliente

 versió catalana | versión española






Henry E.M. James

Kang 
(1887) 

Grabado
Tonghua (Jilin) 




En algunas culturas de países orientales de clima frío, como en el norte de China o Manchuria, se suele disponer de kangs, una especie de camas o plataformas con un sistema de calefacción interno para combatir las bajas temperaturas. Los kang suelen ser bastante anchos, de dos metros o más y sobre ellos se desarrolla una buena parte de la vida doméstica. Sobre ellos se juega, se trabaja y se duerme. 

Los kang están hechos tradicionalmente de ladrillos o materiales cerámicos, aunque en tiempos recientes algunos se construyen con hormigón. 


Gao Yinzhang: Escena familiar china sobre el kang


Los kang tienen una cavidad interior, que conduce a una serie de conducciones de aire caliente, con frecuencia laberínticas, que canaliza el escape bien de una chimenea de leña o carbón o a veces el fuego de una habitación adyacente que sirve como cocina. En ocasiones el humo caliente procede de una estufa colocada a un nivel inferior. En definitiva, es un sistema de aire caliente similar al hipocausto usado en las termas romanas. Por lo general, un kang ocupa de un tercio a la mitad del área de la habitación y se usa para dormir por la noche y para otras actividades durante el día.  En algunos casos el kang puede ocupar todo el espacio de la superficie habitable. 



Esquema del funcionamiento de un kang




En el sistema tradicional, se suele dormir sobre los ladrillos calientes del kang, apoyando directamente el cuerpo sobre ellos. A veces los ladrillos están bastante calientes lo que supone someter a ciertas zonas del cuerpo como las caderas, a una temperatura elevada. 

Este insulto térmico continuado induce con cierta frecuencia cáncer cutáneo de estas zonas, especialmente carcinomas espinosos, que por este motivo se conocen como kang-cáncer. En cierto modo es un mecanismo similar a otras formas de cáncer por alta temperatura local, como el caso del kangri-cáncer, o las úlceras de Marjolin (cáncer sobre antiguas quemaduras). También ocasionalmente pueden verse quemaduras en las mismas zonas de apoyo. 

 




Càncer per dormir calent




Henry E.M. James

Kang 
(1887) 

Gravat
Tonghua (Jilin) 

Algunes cultures de països orientals de clima fred, com el nord de la Xina o a Manxúria, habitualment disposen de kangs, una mena de llits o plataformes amb un sistema de calefacció intern per combatre les baixes temperatures. Els kang solen ser bastant amples, de dos metres o més i és on es fa bona part de la vida domèstica. A sobre seu s’hi juga, es treballa i es dorm.

Tradicionalment els kang estan fets de maons o materials ceràmics, encara que en temps recents alguns es construeixen amb formigó.



Gao Yinzhang: Escena familiar xinesa sobre el kang


Els kang tenen una cavitat interior, amb una sèrie de conduccions d'aire calent, sovint laberíntiques, que canalitza la sortida de gasos d'una xemeneia de llenya o carbó, o de vegades el foc d'una habitació adjacent que serveix com a cuina. De vegades el fum calent procedeix d'una estufa col·locada a un nivell inferior. En definitiva, és un sistema d'aire calent similar a l'hipocaust que s'utilitzava a les termes romanes. Un kang ocupa habitualment d’un terç a la meitat de l'àrea de l'habitació i es fa servir per dormir a la nit i per a altres activitats durant el dia. En alguns casos el kang pot ocupar tot l'espai de la superfície habitable.



Esquema del funcionamient d'un kang


 


En el sistema tradicional, normalment es dorm sobre els maons calents del kang, recolzant directament el cos sobre els maons. De vegades els maons estan bastant calents, fet que suposa sotmetre a certes zones de el cos com els malucs, a una temperatura elevada.

Aquest insult tèrmic continuat acaba provocant amb certa freqüència el càncer cutani d'aquestes zones, especialment carcinomes espinosos, i és per aquest motiu que es coneixen com a kang-càncer. És en certa manera un mecanisme similar a altres formes de càncer per elevada temperatura local, com és el cas del kangri-càncer, o de les úlceres de Marjolin (càncer sobre antigues cremades). Ocasionalment també es poden veure cremades a les mateixes zones de recolzament.




lunes, 3 de agosto de 2020

Helechos en la piel


Fósil del helecho 'Pecopteris monyi', procedente de una escombrera ...





Pecopterys monyi


Fósil del Museo de la minería de León 
(Foto Isabel Sánchez)



Los helechos son plantas sin semilla cuyas características morfológicas más sobresalientes son sus hojas grandes llamadas frondes, usualmente pinadas y con prefoliación circinada. Algunas especies, como el helecho águila (Pteridium aquilinum) o la azolla (Azolla filiculoides) son extremadamente comunes y se encuentran repartidas por toda la superficie terrestre. Los helechos pueblan la tierra desde tiempos remotos. Tanto, que a veces los podemos encontrar fosilizados como en el fósil que encabeza este artículo, encontrado en la escombrera de una mina de León. 


Diversas especies de helechos junto a un arroyo. Fragas del Eume (Galicia)
La fronda de un helecho surge de repente del suelo, con terminaciones
características en forma esférica o espiral, que se despliegan en poco tiempo.
Helecho desplegándose. Fervenza do Toxa (Galicia) 

Los helechos poseen la capacidad de regenerarse aunque se corten sus hojas. De hecho, desaparecen durante el invierno y resurgen de la tierra a partir de su rizoma subterráneo. Cuando brotan, lo hacen con inusitada fuerza, desarrollando sus frondas súbitamente a partir de un nódulo espiral. Es por esto que aparecen representados en muchos capiteles románicos, en los que evocan la resurrección, el resurgimiento súbito de la vida. 


Capiteles visigóticos con helechos, sobre columnas romanas
de mármol reutilizadas. Santa Comba de Bande (s. VIII-IX). 

Capitel con adorno vegetal de la iglesia de Sacramenia
Capitel románico con helechos desplegándose. 
Monasterio de Sacramenia. 

Pero no es de esto de lo que os quiero hablar hoy, sino de algo tan diferente (aparentemente) como de las lesiones cutáneas causadas por la fulguración de un rayo, y que toman una forma muy parecida a los helechos. La propuesta de tratar este tema parte de mi amiga y habitual lectora del blog la Dra. Rosa Dinarés, que además de radióloga y egiptóloga, tiene una insaciable curiosidad por muchos otros temas. Le agradezco mucho su interesante propuesta. 


2
Caso de figuras de Lichtenberg
(tomado de Fabián Gilberto Meza Rojasa,
Letzi Carolina Rodríguez Cázares).
La forma de los helechos la encontramos en las figuras de Lichtenberg. Son imágenes producidas por descargas eléctricas ramificadas, arborescentes, que a veces se forman sobre la superficie o en el interior de materiales aislantes.​ Reciben este nombre porque fueron descritas por primera vez por el físico alemán Georg Christian Lichtenberg  (1742-1799), en su obra Super nova methodo motum ac naturam fluidi electrici investigandi (Göttinger Novi Commentarii, Göttingen, 1777). Estas figuras suscitaron un gran interés en su tiempo. 

En las personas que reciben la descarga de un rayo y logran sobrevivir, estas figuras pueden aparecer sobre la piel. Son un signo patognomónico de la fulguración y forman una marca roja, ramificada y dendrítica, de aspecto similar a las frondas de un helecho, que se puede ver aproximadamente en un tercio los casos de las personas que han sobrevivido a la descarga de un rayo. Su aspecto es similar al de un tatuaje producido mediante escarificación. Están causadas por la ruptura de los capilares subcutáneos por lo que en general suelen desaparecer al cabo de algunos días. 



Marcas a persona Alcanzada por un Rayo - Imágenes en Taringa!



Actualmente, los accidentes por rayos son bastante raros, aunque al parecer son cada vez más frecuentes. Se calcula que se produce 1-1,5 casos por millón de habitantes y año, aunque al parecer esta proporción está en aumento.

En otra entrada del blog tratamos con mayor detalle las consecuencias que puede tener ser alcanzado por un rayo. 

Para terminar os dejo con una obra de arte contemporáneo que usa las bellísimas formas de los helechos. Una obra de Manolo Valdés, Helechos plateados (2018)


Manolo Valdés | Helechos plateados (2018) | Available for Sale | Artsy
Manolo Valdés, Helechos plateados (2018)


Bibliografía

Fabián Gilberto Meza Rojasa, Letzi Carolina Rodríguez Cázares. Casos clínicos. Lesiones por fulguración: aspectos clínicos y médicos legales.Vol. 60, n.o 2, Marzo-Abril 2017. scielo.org.mx.

El Císter ibérico. Monasterio de Sacramenia.
https://www.elcisteriberico.com/Paginas/castillaleon/Sacramenia/Sacramenia%20Iglesia.html

lunes, 27 de enero de 2020

Carteles de prevención de riesgos laborales: (V) quemaduras, explosiones y electrocuciones







GIB ACHT SONST

 Cartel. Papel impreso
Alemania
Exposición temporal Col·legi de Metges de Barcelona




Terminamos esta serie dedicada al cartelismo sanitario de prevención de accidentes laborales. Tras tratar de los carteles con advertencias generales, de la prevención de accidentes oculares, los dedicados a proteger las manos y a los que intentaban reducir las caídas y traumatismos, reunimos en esta entrada los que alertan de electrocución y quemaduras.  


"Las partes dañadas deben ser retiradas inmediatamente ya que amenazan la vida"
cartel editado en Alemania que alerta de los riesgos de electrocución de un cable eléctrico en mal estado 

Unos carteles con avisos que conservan plena vigencia en la actualidad y que cumplieron en su día una gran función al contribuir a tomar plena conciencia de la importancia de la seguridad en el trabajo. Afortunadamente, la prohibición de fumar en los locales de riesgo ha hecho disminuir, por lo menos esta posibilidad. 


Tras la reciente explosión en la petroquímica de Tarragona, se hace más consciente que nunca que las medidas de seguridad en las empresas deben cumplirse al pie de la letra. No hacerlo así es poner en riesgo la vida y la salud de los trabajadores, de la población vecina e incluso, la propia empresa. Así que esta colección de carteles, que se exhibió en el Colegio de Médicos de Barcelona durante el año 2019 conserva plena actualidad a pesar de que algunos cuentan ya con un siglo de vida.  



Cartel que advierte de los peligros que suponen tanto en la piel
como en los ojos las quemaduras químicas ácidas o alcalinas



Atención... El menor contacto con los conductores eléctricos puede ser mortal



Cartel alemán que recomienda no fumar cerca de material inflamable 
ya que las consecuencias pueden ser accidentes laborales, lesiones o muerte. 

miércoles, 3 de octubre de 2018

Las enfermedades de Napoleón (IV): Heridas y accidentes (después de 1804)




Jacques-Louis David

Retrato inacabado del 
general Bonaparte
(1798)

Óleo sobre lienzo.  81x65 cm
Museo del Louvre. París.



En una entrada anterior comentábamos las heridas que sufrió Napoleón antes de proclamarse Emperador. Comentaremos ahora algunas de las más destacadas a partir de 1804.


23 de abril de 1809

En el sitio de Ratisbona, Napoleón es herido en el campo de batalla por segunda vez. Constant nos ha dejado una completa descripción de este episodio: 


Gautherot: Napoleón herido en Ratisbona. 
« Le coup avait été frappé si fort que l'Empereur était assis ; il venait de recevoir la balle qui l'avait frappé au talon. (…) Un aide de camp vint me chercher, et lorsque j'arrivai, je trouvai M. Yvan occupé à couper la botte de Sa Majesté, dont je l'aidai à panser la blessure. Quoique la douleur fût encore très vive, l'Empereur ne voulut même pas donner le temps qu'on lui remit sa botte, et pour donner le change à l'ennemi, et rassurer l'armée sur son état, il monta à cheval, partit au galop avec tout son état-major » 
(El disparo le había impactado tan fuerte que el Emperador había quedado sentado (en el suelo); acababa de recibir el proyectil que le había herido el talón (...) Un ayudante de campo me vino a buscar, y cuando llegué, encontré a M. Yvan que estaba cortando la bota de Su Majestad, y le ayudé a vendar la herida. A pesar de que el dolor era todavía muy agudo, el Emperador ni siquiera nos dio tiempo a que le volviésemos a poner la bota, y para responder al enemigo, y tranquilizar a la tropa sobre su estado, montó a caballo y partió al galope con todo su Estado Mayor)
(Constant, 2000. Trad: XS). 

Proyectil que hirió a Napoleón en Ratisbona.
Musée de l'Armée. París. 
En sus memorias Constant vuelve a relatar este episodio y dice que él llegó cuando Yvan ya estaba vendando la herida, lo que es mucho más verosímil. Aubry (1977) atribuye a una bala de mosquete el disparo que le hirió en el talón derecho, afectando al nervio y produciendo un gran edema por lo que la bota no pudo sacarse hasta al cabo de tres días. De todos modos, coincide en el hecho de que fue el cirujano Yvan quien le vendó el pie. En su memorial, Las Cases refiere también que "una bala le habría herido el talón". La presunto proyectil está expuesto en el Museo del Ejército de París.  

Aunque para muchos autores la herida no pasaría de ser una contusa submaleolar, en el informe post-mortem de Antomarchi se destaca que había "una cicatriz en el maleolo externo (izquierdo)"

Septiembre de 1808

Mientras jugaba con Josefina y otros acompañantes, Napoleón sufrió una caída mientras corría (Constant, 2000) 

El emperador no destacaba en equitación. Todos los caballos que montaba tenían que ser comprobados antes por jinetes más expertos. Hay que reseñar varias caídas de Bonaparte montando a caballo, a consecuencia de las cuales tuvo que guardar reposo durante un cierto tiempo: 

  • Toulon
  • Campaña de Italia
  • San Juan de Acre
  • Boulogne
  • Arcis-sur-Aube
También hay que señalar que en Marengo estuvo a punto de ahogarse en el lodo de las zonas pantanosas. 


6 de julio de 1809

En Wagram o en Esling una bala le produjo una rozadura de cierta importancia. El proyectil "le destrozó la bota, el bajo del pantalón y le levanta la piel de la pierna" (Las Cases, 1999).


15 de septiembre de 1812 

Durante el incendio de Moscú se le prendió fuego al cabello y se chamuscó parte de la cabeza. (Constant, 2000) 



Bibliografía

Antommarchi F., Mémoires du Docteur F. Antommarchi ou les derniers momens [sic] de Napoléon, Librairie Barrois L'Aîné, Paris, 1825.

Aubry O, La vie privée de Napoléon, Bibliothèque napoléonienne, Tallandier (éd.), Paris, 1977.


Constant, Mémoires intimes de Napoléon Ier, Mercure de France (éd.), Paris, 2000.


De Las Cases Emmanuel, Mémorial de Sainte-Hélène, Le Grand Livre du Mois (éd.), Tome IV, Paris, 1999, (réédition de la première version de 1823).

Riaud X. Les blessures de Napoléon. 
https://www.napoleon.org/histoire-des-2-empires/articles/les-blessures-de-napoleon/




Serie de las enfermedades de Napoleón: 

I: Juventud 


II. Heridas (antes de 1804)

III: Las campañas de Italia y Egipto y el consulado


IV: Heridas y accidentes (después de 1804) 

V: El Emperador 

VI: ¿Por qué llevaba la mano en el chaleco?

VII: Colelitiasis, colitis y otras enfermedades

VIII: Cáncer gástrico

IX: ¿murió por un cáncer gástrico? 

X: La teoría del envenenamiento

lunes, 18 de diciembre de 2017

La quemadura de Bernini






Gian Lorenzo Bernini 

San Lorenzo en la parrilla
(1617)

Mármol 66 x 108 cm
Colección Contini Bonacossi. 
Museo degli Uffizi. Florencia




La escultura de San Lorenzo en la parrilla es una obra juvenil de Bernini. No se sabe quien encargó al escultor la realización de esta obra, aunque sabemos que a principios del s. XVIII estaba en una villa romana propiedad de la familia Strozzi, de la que fue llevada posteriormente al Palazzo Strozzi de Florencia. De hecho, en la base de madera de la escultura aparece, en relieve, el escudo de la familia Strozzi. En 1935 pasó a formar parte de la Colección Contini Bonacossi, incorporándose en 1969 a los bienes del Estado Italiano. 

Autorretrato de Gian Lorenzo Bernini, 1623
San Lorenzo aparece representado durante el martirio, echado en una parrilla atravesada por lenguas de fuego. Elevando su vista a lo alto, el santo está pidiendo a Dios la protección de Roma  la ciudad de Roma. Su sufrimiento físico le lleva al éxtasis. 

El genial escultor Gian Lorenzo Bernini (1598-1680) estaba obsesionado por representar la expresión del rostro humano en diversas situaciones y emociones. A veces trasladaba a sus creaciones lo que él creía que vivían sus personajes. 

En el éxtasis de Santa Teresa de la iglesia romana de Santa Maria della Vittoria, por ejemplo, el escultor intentó representar en la cara de la santa el éxtasis que ella sentía. Pero Bernini, que no era un místico, no sabía muy exactamente lo que era un éxtasis, o sea que representó lo que a él se le antojó más parecido: el rostro de una mujer en pleno orgasmo. Eso sí que lo había visto bastantes veces.  

Éxtasis de Santa Teresa, de Bernini.
Iglesia de Santa Maria della Vittoria, Roma. 
Al genial escultor le gustaba experimentar en su propia carne, observándose al espejo para intentar captar con precisión los rasgos faciales ante diversas sensaciones. Desde luego, no hay nada mejor para plasmar una situación que vivirla en primera persona.

Según cuenta su propio hijo, Domenico, al ir a realizar la estatua de San Lorenzo en la parrilla, Bernini se planteó qué cara debía poner el santo mártir al sentir el dolor causado por las llamas sobre su piel. Decidió, como en otras ocasiones, experimentar él mismo. Así que se situó ante el espejo, cogió una brasa incandescente y la acercó a su propio muslo, intentando esbozar rápidamente en un papel sus propias facciones contraídas por el dolor. 

Con este tipo de experimentos, no es raro que Bernini consiguiera plasmar con sumo realismo la expresión que se dibuja en la cara de los protagonistas de sus esculturas ante las diversas vivencias. 


Gianlorenzo Bernini: 




Bernini. Arquitectura y escultura barroca italiana: