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miércoles, 2 de febrero de 2022

Las mascarillas hacen disminuir las infecciones

versió catalana | versión española







Bansky 

Pintura mural con mascarilla 
(2020) 

Graffitti callejero
Bristol



Este graffiti callejero de Bansky inspirado en la Joven de la Perla de Vermeer, apareció un buen día con mascarilla. En cierta forma se ha convertido en un emblema de esta época, marcada por la pandemia de Covid19 y el uso generalizado de las mascarillas, que previsiblemente continuarán usándose todavía por algún tiempo.  

Uno de los efectos de usar mascarilla preventiva durante tanto tiempo es que  además de ejercer un claro efecto preventivo para evitar el contagio del virus SARS-CoV2, también han conseguido una notable disminución de todo tipo de enfermedades infecciosas. 

Por lo menos a esta conclusión ha llegado un estudio llevado a cabo en Guandong (China). El estudio comparó la frecuencia de las infecciones de declaración obligatoria durante las semanas 4-53 de 2020, que corresponde al período de la primera ola de pandemia, con el mismo período durante los años 2015-2019. 

En el curso de este período de 2020 se registraron 514.341 casos de 39 tipos de enfermedades infecciosas de declaración obligatoria, lo que supuso una disminución de un 50,7% en relación a las que se observaban en años anteriores. Estos datos permiten calcular que hubo 982.356 enfermedades contagiosas que se habrían evitado por la aplicación de medidas protectoras como el confinamiento decretado por el gobierno y el uso obligatorio de mascarillas protectoras. Además, estas cifras son todavía más altas en los niños (una disminución de un 82,1%).

Las enfermedades que más disminuyeron fueron las relacionadas con el medio ambiente (-89,4%), las infecciones respiratorias (-87,4%), las gastroenteritis (-59,4%) y a mayor distancia las infecciones de transmisión sexual (-18,2%). De todos estos grupos de afecciones, destacan especialmente el dengue (-99,9%), la gripe (-95,1%) y la enfermedad pies-manos-boca (-76,2%). Los efectos mayores coinciden con las zonas en donde se produjeron más casos de Covid-19. 

Si bien estos datos se han obtenido en la provincia de Guandong (126 millones de habitantes) es fácil pensar que en una mayor o menor proporción pueden ser extrapolables a otras zonas del mundo, en las que se ha impuesto el uso de mascarillas.  

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Les mascaretes fan disminuir les infeccions






Bansky 

Pintura mural amb mascareta 

(2020) 

Graffitti de carrer
Bristol



Aquest graffiti de carrer de Bansky, inspirat en la Jove de la Perla de Vermeer, va aparèixer un bon dia amb mascareta. En certa manera s'ha convertit en un emblema d'aquesta època, marcada per la pandèmia de Covid19 i l'ús generalitzat de les màscares, que previsiblement es continuaran fent servir encara un cert temps. 

Un dels efectes d'usar mascareta preventiva durant tant temps és que a més d'exercir un efecte preventiu clar per evitar el contagi del virus SARS-CoV-2, també han aconseguit una notable disminució de tot tipus de malalties infeccioses.

Almenys ha arribat a aquesta conclusió un estudi dut a terme a Guandong (Xina). L'estudi va comparar la freqüència de les infeccions de declaració obligatòria durant les setmanes 4-53 del 2020, que correspon al període de la primera onada de pandèmia, amb el mateix període durant els anys 2015-2019. 

En el curs d'aquest període de 2020 es van registrar 514.341 casos de 39 tipus de malalties infeccioses de declaració obligatòria, fet que va suposar una disminució d'un 50,7% en relació amb les observades en anys anteriors. Aquestes dades permeten calcular que hi va haver 982.356 malalties contagioses que s'haurien evitat per l'aplicació de mesures protectores com el confinament decretat pel govern i l'ús obligatori de mascaretes protectores. A més, aquestes xifres encara són més altes en els nens (una disminució d'un 82,1%)

Les malalties que més van disminuir van ser les relacionades amb el medi ambient (-89,4%), les infeccions respiratòries (-87,4%), les gastroenteritis (-59,4%) i a més distància les infeccions de transmissió sexual (-18,2%). De tots aquests grups d'afeccions, destaquen especialment el dengue (-99,9%), la grip (-95,1%) i la malaltia peus-mans-boca (-76,2%). On més van disminuir aquestes malalties coincideix amb les zones on es van produir més casos de Covid-19.

Si bé aquestes dades s'han obtingut a la província de Guandong (126 milions d'habitants) és fàcil pensar que en una proporció més gran o més petita poden ser extrapolables a altres zones del món, on s'ha imposat l'ús de mascaretes.


miércoles, 17 de febrero de 2021

La piel de los sanitarios y la COVID-19






POA Estudio 

Picasso con mascarilla 
(2020)


Diseño con ordenador
Estudio de Arquitectura POA



El estudio de Arquitectura POA realizó una serie de versiones de obras famosas de la historia del arte con mascarilla, para concienciar a la población de la conveniencia de su uso. Una de ella es este célebre retrato de Picasso, al que se ha añadido este elemento protector. Un símbolo del papel que juegan las mascarillas en tiempos de pandemia. Su uso  se ha impuesto a toda la población y probablemente será la norma durante bastante tiempo. 

Pero los sanitarios no tienen suficiente con el uso de mascarillas. Necesitan un equipamiento de protección individual (EPI) completo para protegerse del contagio. Pero su uso continuado puede provocar algunos problemas cutáneos. Desde el principio de la pandemia de COVID-19 se han descrito efectos secundarios inducidos por las medidas de higiene preventiva y el uso de EPIs usados por los profesionales de la salud. 



Instrucciones sobre EPI de la SEMES y de la SEPAR. 




Las máscaras quirúrgicas y FFP2, las gafas y pantallas faciales con adaptadores de caucho, las hebillas metálicas, los guantes de látex, el talco que los lubrica, y también el uso continuado de jabones, detergentes, y gel hidroalcohólico, pueden llegar a irritar, dañar y sensibilizar la piel.  

Un estudio realizado en 65 profesionales en la provincia de Hubei (China) al principio de la pandemia demostraba ya la elevada prevalencia de estos efectos secundarios: 61 de ellos referían algún problema cutáneo relacionado con el uso de sus equipos de protección. 


Equipos de Protección individual (EPI)


Las máscaras FFP2 habían producido marcas de cierta importancia en el dorso de la nariz (70%) y prurito en 10-30% de los casos. En un 4,6% transpiración excesiva y edema en un 1,6%. Un 88% refirieron problemas en las manos por el uso de guantes durante largos períodos de tiempo. 

Los vestidos de protección causaron alteraciones dermatológicas en un 60,7% de los casos (prurito, rash, piel seca)

Se propusieron  divesas soluciones preventivas:
- Usar una máscara quirúrgica bajo la máscara FFP2 para proteger la piel y reducir el roce de la parte metálica. 

- Aclarar los restos de jabón/detergente y secarse  bien las manso tras los lavados. Esto previene las dermatitis ortoérgicas que podrían predisponer a una dermatitis de contacto. 

- En alérgicos al látex, pueden usarse guantes de vinilo. 

- Es conveniente usar cremas hidratantestanto en manos como en la cara.

- Se pueden poner pequeñas compresas en los lugares de más roce (detrás de las orejas o en el puente de la nariz) 

En cuanto a los efectos secundarios de los vestidos protectores son mucho menos frecuentes, y suelen ser debidos a la pesadez de los vestidos. Deben recambiarse a menudo. 

Los equipos de protección son imprescindibles para prevenir el contagio de los médicos y enfermeras que atienden enfermos en primera línea, pero se debe tomar consciencia de los efectos adversos que pueden causar para prevenirlos adecuadamente. 




Bibliografía

Hu K, Fan J, Li X, Gou X, Li X, Zhou X. The adverse skin reacions of health care workers using personal protective equipment for COVID-19. Medicine 2020; 99: 24. 



viernes, 12 de febrero de 2021

Usar los guantes correctamente






Sacyl

No con guantes

(2021)

Papel impreso. 
Cartel de propaganda sanitaria
 Junta de Castilla y León



La actual pandemia de Covid-19 ha hecho imprescindible el uso de mascarillas y guantes entre el personal sanitario. Sin embargo hay que recordar que los guantes deben usarse correctamente. De no hacerlo así, pueden transmitir una falsa sensación de seguridad y de su supuesto papel protector pueden favorecer la transmisión de microorganismos. En otra entrada del blog ya nos referimos al correcto uso de los guantes. 

Esto es justamente lo que intentan transmitir los carteles que ha publicado Sacyl (Junta de Castilla y León) para prevenir los comportamientos inadecuados. Hace poco mi amigo y compañero de estudios el Dr. Fernando Barcenilla me hizo llegar estas imágenes vía Twitter. 

Una campaña muy conveniente. Porque no siempre los guantes se usan bien. Muchas veces hemos visto personal sanitario que con los guantes puestos tocan todo lo que está a su alcance. Es frecuente la tentación de contestar el teléfono sin quitarse los guantes, que quedan así inmediatamente contaminados. O de teclear en el ordenador. Recordemos que teléfono y ordenador son objetos en los que proliferan las bacterias. 



Al usar guantes para atender un paciente, se debe recordar lo que el Dr. Barcenilla resume en el adagio "un enfermo, un guante", es decir que los guantes deben desecharse tras atender un caso y cambiarse al salir del entorno de un paciente. 

Tampoco es adecuado, como muchos hacen, aplicar gel hidroalcohólico sobre los guantes, ya que podrían dañarlos. Los guantes son desechables y deben ser desechados o recambiado tras cada uso. 





Atención pues a como se usan los guantes. Y también a como se ponen y de que manera deben sacarse, para garantizar que efectivamente nos sirvan de protección. Siempre se deben colocar tras un cuidadoso lavado de manos y solamente debemos tocar la parte externa.  

miércoles, 9 de diciembre de 2020

¿Que son las vacunas de ARN mensajero?






Salvador Dalí

La estructura del ADN 

Obra estereoscópica. 
Museo Teatro Dalí
Figueres




Como ya hemos comentado en otra entrada del blog, esta es una de las múltiples obras que Dalí dedicó a la estructura de los ácidos nucleicos. El genial pintor ampurdanés estaba obsesionado en representarlos, especialmente la molécula de ADN, cuya estructura química fue descubierta por James D. Watson y Francis Crick (y la olvidada Rosalind Franklin) en 1953. Dalí seguía de cerca los descubrimientos científicos e incluso llegó a entrevistarse con Watson en una ocasión, a quien había rendido homenaje en una de sus obras. También usó la estructura de los ácidos nucleicos para sumarse al homenaje que se dedicó a Severo Ochoa (1975). Ochhoa había recibido el Premio Nobel de Medicina en 1959 por sus estudios sobre la síntesis de los ácidos nucleicos. 

Aunque la importancia de los ácidos nucleicos es constante, en la actualidad vuelven a estar en la primera fila de la actualidad, a causa de las nuevas vacunas para la prevención de la Covid-19 basadas en el ARN mensajero. Se trata de un nuevo sistema de vacunación que ha suscitado dudas y controversias al respecto. Intentaremos comentar algunos de sus aspectos. 

¿Qué son las vacunas de ARN mensajero? ¿Hay algún riesgo de que puedan causar alteraciones en el ADN de la persona vacunada?

Las vacunas de ARN mensajero son un nuevo tipo de vacunas, que hasta ahora no existían. Su actuación se basa en mecanismos totalmente diferentes de las que existían hasta ahora. 

Vamos a empezar por recordar el principio de la vacunación: es una estrategia de inmunización de la población ante enfermedades basada en entrenar al sistema inmune para que reconozca las amenazas, los patógenos que causan esas enfermedades, y así pueda defenderse de ellas.

Para ello, las vacunas introducen en el organismo una versión debilitada de esos patógenos, que se han convertido en inocuos tras haberlos sometido a tratamientos térmicos o químicos. Puede ser el propio patógeno atenuado o desactivado o puede ser solo una parte de ese patógeno, una proteína. Es lo que se llama antígeno.

Al hacerlo, el sistema inmune lo reconoce y desarrolla los anticuerpos específicos necesarios para defenderse de él. Es lo que se llama inmunidad adquirida, que permite una respuesta rápida y eficiente de las defensas cuando aparece el patógeno activo.


En busca de nuevos sistemas de vacunación: las vacunas de ARN mensajero

Las vacunas han supuesto uno de los grandes progresos médicos, mejorando mucho la salud pública e incrementando la esperanza de vida de la población. Pero su producción es compleja y costosa, y actualmente no tenemos vacunas para todas las enfermedades. Además del reto que supone la Covid-19 actualmente, otras muchas infecciones como el sida (causado por el VIH) tampoco tienen todavía vacuna efectiva. Por eso es importante seguir investigando en este campo y considerar nuevos sistemas de vacunación. 

Una de las líneas de investigación más reciente en este campo es el de las llamadas vacunas de ARN mensajero, en las que en vez de introducir en el organismo un patógeno atenuado o una parte de este, se introducen las instrucciones para que sea nuestro propio organismo el que produzca el antígeno (en este caso una proteína) que desencadene la reacción del sistema inmune. 




Las funciones del ADN y  el ARN

Vamos a comentar ahora que son los ácidos nucleicos (ADN y ARN) y que funciones desempeña cada uno. 

En el núcleo de las células de los organismos vivos hay una molécula de ADN (ácido desoxirribonucleico) que contiene la información genética de ese ser vivo. Está compuesta por una larga serie en la que se enlazan cuatro bloques, y el orden en el que se dispone esta secuencia da las instrucciones necesarias para fabricar proteínas. Para que este proceso se lleve a cabo hace falta un intermediario, otro ácido nucleico, el ARN (ácido ribonucleico), que traslada la información genética del ADN del núcleo a las estructuras de la célula capaces de sintetizar las proteínas.



Así, podemos comparar el ADN a un libro de recetas en una biblioteca: en él están guardadas las recetas almacenadas pero no se utilizan. Los pinches de cocina van a la biblioteca y hacen una copia de una receta concreta (= ARNm) y la llevan a la cocina (= la maquinaria celular) donde el chef va añadiendo los ingredientes en el orden y cantidades que marca la receta y así hace la tarta (= la proteína).

Las vacunas de ARN mensajero (ARNm) se aprovechan de este sistema y en vez de introducir el antígeno, introducen una secuencia de ARN con las instrucciones para producir el antígeno. Una vez que esto ocurre, el resto del proceso de inmunización es igual que en cualquier otra vacuna: el sistema inmune desarrolla los anticuerpos específicos para combatir ese antígeno y a partir de ahí lo recordará por si vuelve a aparecer para poder neutralizarlo.

El ARN mensajero es una molécula intermediaria entre el núcleo (donde está el ADN) y el citoplasma, fuera del núcleo de la célula, que es donde se fabrican las proteínas. Al utilizar ARN mensajero estas vacunas le están proporcionando a las células las instrucciones para que estas fabriquen proteína S del coronavirus.  Estas moléculas de ARN mensajero son extraordinariamente lábiles [frágiles], y desaparecen muy rápidamente tras ser usadas para producir proteína S.



Ventajas de las vacunas de ARN mensajero

  • Seguridad: No se hacen con patógenos inactivados ni con partes de esos patógenos, por lo que no contienen componentes infecciosos.
  • Eficacia: Los estudios clínicos preliminares indican que estas vacunas son capaces de generar una respuesta inmune sólida y que son bien toleradas por individuos sanos, con pocos efectos secundarios.
  • Facilidad de producción: se pueden generar rápidamente en un laboratorio y el proceso es fácilmente modificable para adaptarse a las necesidades cambiantes de diversos brotes de enfermedades infecciosas.
  • Seguridad: Las vacunas de ARN mensajero son seguras y no alteran nuestro ADN


¿Pueden las vacunas de ARNm alterar nuestro ADN?

Las vacunas mensajero de ARN son seguras porque no contienen agentes infecciosos. 

Algunas voces críticas les atribuyen el supuesto riesgo de que puedan modificar nuestro ADN causando daños aún desconocidos, lo que puede generar inquietud en algunas personas, y motivar el rechazo de este tipo de vacunas. 

Pero eso no es posible: una molécula de ARN mensajero no puede de ninguna forma interferir o cambiar la secuencia de ADN de nuestras células, ya que a diferencia del ADN que se encuentra dentro del núcleo de la célula, el ARN se encarga de llevar las instrucciones a la maquinaria celular que se encuentra fuera del núcleo y luego desaparece. La molécula de ARN no entra en el núcleo durante el proceso y por eso no hay riesgo de que se integre en el genoma. El ARN se administra, cumple su función y luego se degrada y se destruye, desapareciendo. Es decir, las vacunas de ARN desaparecen tras cumplir su función. 

Siguiendo con la comparación de cocina que usábamos antes, modificar el ADN sería añadir un ingrediente extraño en una receta que ya existe, lo cual podría suponer que el plato resultante sea distinto. Pero inyectar ARN sería como añadir de forma temporal una nueva receta en el libro de cocina sin tocar las que ya tiene el libro, y por tanto no habría cambios inesperados en las recetas previas. 



Salvador Dalí:  Paisaje de mariposas
(El gran masturbador en un paisaje surrealista con ADN).






martes, 25 de agosto de 2020

Efectividad del lavado de manos






Juan Correa de Vivar 

Pilatos lavándose las manos

(1540-1545)

Temple sobre tabla. Tondo 87 cm de diámetro
Museo del Prado. Madrid.  





Juan Correa de Vivar (1510-1566) fue un pintor renacentista castellano influido por la pintura de Rafael. Realizó algunos retablos y pinturas de tema religioso, como esta, en la que se representa a Pilatos lavándose las manos tras el juicio a Jesús. Corresponde a una serie de tondos sobre la pasión de Cristo que le fueron encargadas para el monasterio de padres bernardos de S. Martín de Valdeiglesias.  Como puede verse, las vestiduras y armas de la escena son más propias de los contemporáneos de Correa que una recreación historicista del siglo I. 

Tal vez una de las escenas de lavado de manos más representada en la historia del arte es la de Poncio Pilatos lavándose las manos simbólicamente. El gobernador de Palestina quería representar que no quería implicarse en la condena de Jesús, al que consideraba inocente de los delitos que se le imputaban. Sin embargo era políticamente correcto no contradecir los juicios del Sanedrín, y debía guardar los pactos que con la autoridad judía mantenía Roma. Pilatos se lavó las manos escenificando que no quería mancharlas con la sangre de un hombre al que consideraba extraño, pero justo. La escena, relatada en el Evangelio de San Mateo (27, 24-25), ha pasado a nuestro lenguaje actual y "lavarse las manos" es una expresión que indica que no se quiere participar en alguna decisión con la que no se está totalmente de acuerdo. Como una advertencia de que si sale mal, no se asumen responsabilidades al respecto.   

El hecho real (no simbólico) de lavarse las manos, es un acto higiénico de gran importancia, y más en plena pandemia de Covid-19, en la que constituye una importante norma para prevenir la difusión de la enfermedad. 

Recientemente la actriz de Hollywood Kristen Bell utilizó su cuenta de Instagram para mostrar unas fotos que su madre le había mandado, mostrando sus manos en diferentes estados tras diferentes tipos de limpieza. Para realizar el interesante experimento, utilizó una luz ultravioleta y una crema llamada Glo-Germ, que permite ver los gérmenes bajo la luz ultravioleta.


La increíble diferencia entre lavarse las manos con jabón y limpiarlas con gel antibacterial | Foto: Composición de TROME con imágenes de Business Insider e Instagram de Kristen Bell
La diferencia entre lavarse las manos con jabón y limpiarlas con gel antibacteriano
Imágenes de Business Insider e Instagram de Kristen Bell

La primera fotografía muestra la mano de la madre de Kristen antes de ser lavada y bajo la luz ultravioleta: tiene una coloración muy brillante, evidenciando la presencia de gérmenes. En la siguiente imagen se ve la mano luego de mojarla y en la siguiente luego de lavarla por 6 segundos sin jabón. Poco a poco, la piel se vuelve más oscura ante la ausencia de bacterias.


Kristen Bell realizó experimento para ver la diferencia entre las diferentes formas de lavar nuestras manos | INSTAGRAM


En las tres fotografías siguientes el cambio es más evidente. La cuarta imagen muestra la mano luego de ser lavada con jabón por seis segundos, en la quinta emplean 15 segundos y en la sexta 30 segundos. Como se puede ver, la última toma muestra la mano totalmente limpia de gérmenes.

Este experimento demuestra la conveniencia de lavarnos las manos frecuentemente. Su eficacia es superior a la aplicación de geles hidroalcohólicos (a pesar de que esto último puede ser conveniente si no podemos recurrir a un buen lavado con agua y jabón).


miércoles, 29 de julio de 2020

Distanciamiento social en el ghetto de Varsovia



En esta pintura, Israel Bernbaum representa a niños judíos en el gueto de Varsovia y en los campos de exterminio. / Propiedad de la Colección Permanente de la Universidad Estatal de Montclair (EE UU)




Israel Bernbaum

Niños judíos en el 
ghetto de Varsovia


Colección permanente de la 
Universidad Estatal de Montclair  (EEUU) 



Las epidemias, las pandemias y las enfermedades infecciosas han jugado un papel importante en la configuración de la trayectoria de la historia humanaSu capacidad para invadir, infectar y luego devastar rápidamente a las poblaciones humanas, no pocas veces, ha dejado a millones de víctimas muertas a su paso. 

En tiempos de guerra y hambruna, la presencia de enfermedades infecciosas aumenta los riesgos existentes, lo que a menudo desencadena catástrofes de proporciones extremas. El tifus exantemático es una enfermedad producida por Rickettsia prowazekii y transmitida por piojos (Pediculus humanus corporis), que frecuentemente afecta a poblaciones hacinadas y con escasa alimentación (campos de concentración, prisiones, campamentos militares...) 




La propagación del tifus en Alemania durante la II Guerra Mundial fue utilizada por los nazis como un pretexto para el genocidio, con calumnias antisemitas que atribuían a los judíos la transmisión de la enfermedad. Con este pretexto se crearon primero los ghettos y más tarde los campos de exterminio. En octubre de 1941, cuando se desataba una epidemia en el gueto de Varsovia, Jost Walbaum, el Director de Salud del Gobierno General (Polonia ocupada) hizo la acusación infame: 
“Los judíos son los principales portadores y diseminadores de la infección por tifus. ... Solo hay dos formas [para resolver esto]. Condenamos a muerte a los judíos del ghetto por hambre o les disparamos ... Tenemos una y única responsabilidad: que el pueblo alemán no esté infectado ni en peligro por estos parásitos.


Pomnik Bohaterów Getta, fot. Filip Kwiatkowski
Monumento a los héroes del ghetto de Varsovia


A finales de 1940, las tropas del ejército nazi, con la excusa de controlar un brote de tifus crearon una Seuchensperrgebiet, literalmente un área de enfermedad restringida, que más tarde se convertiría en el ghetto. El 5 de octubre de 1940, a los judíos se les prohibió abandonar este territorio. Después del 15 de noviembre de 1940, se construyó un muro de ladrillo que rodeaba el área. Tenía 3 m de altura y 18 km de largo, el "muro epidémico", y toda la población judía de Varsovia, en ese entonces unas 450.000 personas se hacinó en un espacio de  poco más de 3,4 Km2Con alambre de púas en la parte superior, solo los residentes más ágiles podían escapar, principalmente a través de pequeños huecos en la pared, excavando bajo tierra o por las alcantarillas. Fue este el mayor ghetto judío de Europa durante la II Guerra Mundial, y suponía un tercio de la población total de la ciudad.  La densidad de población era de 5-10 veces mayor que la de cualquier ciudad actual. 

El hacinamiento en un espacio tan reducido, con unas condiciones de salubridad muy deficitarias (con poco acceso al agua y jabón), y con una alimentación escasa, no tardaron en aparecer enfermedades. La más importante fue una epidemia de tifus que se extendió como la pólvora. 

Se calcula que 120.000 personas enfermaron en el ghetto y murieron más de 30.000. Sin embargo, en otoño de 1941, cuando se acercaba el invierno y la tasa de contagios alcanzó el mayor índice, la curva epidémica empezó a caer hasta extinguirse. El inesperado cambio se produjo gracias a las medidas de prevención que impusieron los médicos judíos recluidos en el barrio y a la disciplina férrea de los habitantes del ghetto. 


Cómo lograron detener el tifus en el gueto de Varsovia durante la Segunda Guerra Mudial
Fotografía de un piquete de soldados deteniendo
a un grupo de judíos en el ghetto de Varsovia. 

El fenómeno ha sido estudiado recientemente por el matemático Lewi Stone investigador de la Unidad de Biomatemáticas de la Universidad de Tel Aviv (Israel) y otros científicos que han publicado recientemente sus conclusiones en la revista Science Advances

La investigación realizada por Stone y cols. se basó sobre todo en entrevistas a supervivientes y en en el estudio de fuentes documentales, entre las que destacan los Archivos del Ghetto de Varsovia. 
"Mis mejores fuentes fueron los registros de epidemiólogos especialistas dentro el gueto. El profesor Jacob Penson, jefe del pabellón de enfermedades infecciosas, publicó varios registros sobre esta cuestión"

Las tasas de mortalidad pudieron ser estudiadas con datos muy fidedignos, gracias a las cartillas de racionamiento que distribuían los alimentos en el ghetto, y que eran de uso individual.
"Como el número de cartillas de racionamiento disminuyó rápidamente después de marzo de 1941, podemos suponer razonablemente que gran parte de ese cambio se debió a una alta tasa de mortalidad" 
De acuerdo a estas tarjetas, el número de fallecidos por la epidemia de tifus en el gueto y por el hambre podría haber sido mucho mayor a lo reflejado en los registros oficiales y podría llegar a los 100.000 muertos en 1941 (casi una cuarta parte de los habitantes del barrio), según el estudio.

Representación mensual de los casos de tifus en el gueto de Varsovia. Se aprecia cómo el pico de la epidemia se produjo en octubre de 1941 y repentinamente comenzó a descender. / Stone et al.
Gráfica de mortalidad en el ghetto de Varsovia (tomado de Stone y cols) 


En agosto de 1941 murieron 5.600 personas, incluidos 3.500 casos confirmados de tifus. Pero a partir de aquí la curva cayó drásticamente. ¿Qué había pasado? 
La brusca caída de la mortalidad se consiguió por una gran disciplina social en seguir las medidas propuestas por los médicos judíos. La principal era observar un distanciamiento social para evitar el contagio. En caso de presentar síntomas, los afectados eran aislados guardando una cuidadosa cuarentena doméstica. 

Se impulsó también normas de higiene general, con limpieza cuidadosa de los apartamentos. Se creó un taller para la fabricación de jabón en el ghetto, así como baños públicos y baños. También se impulsaron comedores sociales con la finalidad de mitigar en lo posible el hambre, aprovechando el contrabando de alimentos. Y se puso en marcha una campaña de formación de la población con charlas divulgativas. Incluso se creó una Universidad médica clandestina para jóvenes estudiantes. 

Historia: Cómo vivir en un mundo que no es humano: qué pasó de ...



Stone no duda en afirmar: 
“Al final, parece que los esfuerzos prolongados y decididos de los médicos del ghetto y los esfuerzos antiepidémicos de los trabajadores comunitarios dieron sus frutos”. 
“No hay otra manera que podamos encontrar para explicar los datos”.
Los autores del artículo destacan que existen paralelismos interesantes de la erradicación del tifus en el ghetto de Varsovia y los intentos actuales de contener la COVID-19. Ambas acciones surgieron del mismo miedo y pánico que tipifica a las ciudades en las garras de una plaga. El ejemplo del ghetto demuestra como las medidas preventivas, si son seguidas a rajatabla por una población cívica y disciplinada, pueden ser de gran utilidad. 

Stone recuerda: 
“Hoy, más que nunca, la sociedad necesita comprender cómo el daño causado por un pequeño virus o bacteria puede crear un caos total, arrastrando a la humanidad al punto terminal del mal como se vio en el Holocausto” 

“Sin embargo, como lo demostraron los del gueto de Varsovia”, explica Artzy-Randrup, “las acciones de las personas en la práctica de la higiene, el distanciamiento social y el autoaislamiento cuando están enfermos, pueden marcar una gran diferencia dentro de la comunidad para reducir la propagación”. 

“Es la cooperación y el reclutamiento activo de las comunidades lo que vence a las epidemias y pandemias, no solo las regulaciones gubernamentales”. 

“Solo recientemente hemos presenciado de cerca lo esencial que ha sido la participación de la comunidad para contener y derrotar la propagación mortal y horrible de los brotes de ébola en los países africanos”. 

“Este estudio es una instancia única en la que los métodos cuantitativos y cualitativos podrían utilizarse para revelar procesos históricos ocultos en la interfaz de las enfermedades infecciosas y la sociedad, que son directamente relevantes para la crisis actual de COVID-19”.