lunes, 4 de mayo de 2020

Historia de las mascarillas: (I) Antecedentes.







Paul Fürst

Doktor Schnabel von Rom
(1656)  


Grabado sobre papel. 
The Osler Library Prints collection 



Recientemente, las mascarillas se han convertido en imprescindibles. A partir de hoy (4 de mayo de 2020) el uso de mascarillas es obligatoria en el transporte público en todo el Estado Español, y se prevé que se repartan mascarillas a los usuarios de estos servicios. Una medida que ha sido criticada, e incluso denunciada por diversos colectivos farmacéuticos, ya que las mascarillas que se reparten no reúnen las condiciones adecuadas y no ofrecen la protección suficiente. Una chapuza más en la ya larga serie de errores, negligencias, dudas e incongruencias que han sido constantes en la desastrosa gestión de la epidemia de #COVID19 por parte del Gobierno español y sus asesores. 

En todo caso, la mascarilla quirúrgica, que en muchos sitios se conoce como máscara, tapabocas o barbijo, va a ser un un complemento habitual de ahora en adelante. Su uso, hasta ahora limitado a quirófanos y UCIs de hospitales, se ha extendido ahora a toda la población, como medida preventiva básica. 

Pero ¿qué sabemos sobre la historia de la mascarilla? 

Aunque no era propiamente una mascarilla, podemos considerar en cierto modo un antecedente histórico el atuendo de los médicos de la peste. Este atuendo no se usó en la primera pandemia de peste (la llamada Peste Negra) de 1348. sino que fue usada en oleadas posteriores, durante los siglos XVI-XVII. 
La peste no era atendida por médicos con instrucción tradicional, sino que eran una categoría aparte, los llamados "médicos de la peste", con menos formación, y que en muchos casos aplicaban remedios empíricos. Solían ser médicos municipales o contratados por la comunidad durante las epidemias. 
Los médicos de la peste llevaban una indumentaria compuesta por un sombrero, una máscara en forma de pico de ave, una larga ropa talar, guantes y una varita. El grabado que encabeza estas líneas ilustraba folleto con un poema macarrónico satírico en Latín/Alemán (‘Vos Creditis, als eine Fabel, / quod scribitur vom Doctor Schnabel’) que representa este llamativo atuendo. La traducción de Doktor Schnabel von Rom vendría a ser, más o menos, "Doctor Pico de Roma")
A pesar de su pintoresco aspecto, tal vestimenta venía a ser un antecedente de los EPI actuales. Aunque se trataba de un equipo muy teatral, es posible que tuviera una cierta función. La ropa larga, los guantes y el sombrero aislaban parcialmente al médico de los gérmenes del exterior. 
Lo más llamativo del atuendo era la máscara con forma de pico de ave, junto a la vara que se usaba para apartar a aquellos que se acercaban demasiado. 

Una máscara de médico de la peste del siglo XVI - ForoCoches
Máscara de un médico de la peste (s.XVI) . Museo alemán de Historia de la Medicina. 

La curiosa forma de la máscara estaba en cierto modo justificada. El largo pico impedía que el doctor se acercase demasiado al aliento del infectado. Además, se solía rellenar esa zona con diversas plantas y sustancias aromáticas (trozos de ámbar gris, hojas de menta, mirra, láudano, pétalos de rosa, alcanfor, clavo de olor). Aunque se decía que servían para evitar el contagio, su función era al menos mitigar los olores característicos de los enfermos de peste. La máscara también incluía protectores de cristal para proteger los ojos. 
Sin embargo, ahora sabemos que solamente podría haber tenido alguna utilidad en los casos de peste neumónica, que se contagia por gotas de Flügge, como hace en la actualidad el SARS-CoV2 y que predominaba en los meses de invierno. 
Pero la máscara no protegía en los casos de peste bubónica, con afectación ganglionar, que se transmitía  por la picadura de pulgas infectadas procedentes de roedores, originando bubones en ingles y axilas. En todo caso, tal vez podía proteger de las salpicaduras de material patológico del pus de las adenopatías en caso de que estallaran o fueran sometidas a su drenaje. 
En otra entrada del blog comentaremos la invención de las mascarillas quirúrgicas modernas, que tuvo lugar a finales del s. XIX. 

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