viernes, 24 de abril de 2020

Epidemias y literatura (IV): La peste, de Camus



La peste, de Albert Camus, ya llegó a Buenos Aires - LA NACION





Albert Camus

La peste
(1953)


Manuscrito original. Tinta sobre papel 
Bibliothèque National de France. 
París




Este manuscrito de la novela La peste, de Albert Camus, se conserva actualmente en la colección de la Biblioteca de Francia, en París. Recientemente ha salido de allí por primera vez para exponerse en Buenos Aires. La peste es una de las novelas más importantes de este escritor francés y creo que puedo afirmar, sin temor a equivocarme que es una de las obras más importantes escritas en todo el s. XX. 

Albert Camus (1913-1960) fue un novelista, ensayista, dramaturgo, filósofo y periodista francés nacido en Argelia, (bajo dominio francés). Sus concepciones ideológicas están muy influídas por Nietzche, Schopenhauer y el existencialismo alemán. 

Aunque siempre negó que formara parte del existencialismo, sus planteamientos ideológicos son cercanos a esta corriente filosófica. También se le ha encuadrado en el absurdismo,  corriente que defendía que el ser humano busca un significado del mundo, de la vida humana y de la historia, el cual sustente sus ideales y valores. Camus, sin embargo, en su texto "El enigma", renegó expresamente del calificativo de "profeta del absurdo" con el que algunos le conocían. Del nihilismo tomó algunas ideas como la de la libertad individual. 

Tras luchar con la Resistencia Francesa durante la guerra, y al terminar la contienda se relacionó con ambientes libertarios. En 1957 se le concedió el Premio Nobel de Literatura por «el conjunto de una obra que pone de relieve los problemas que se plantean en la conciencia de los hombres de la actualidad».

Albert Camus, fotografiado en París en 1953.
Albert Camus en una calle de París en 1953. 

En junio de 1947 publicó la novela La peste, que había escrito unos años antes, en 1943, y en cierto modo es una  respuesta al dolor desatado por la II Guerra Mundial. 

La obra está probablemente inspirada en la epidemia de cólera que sufrió la ciudad de Orán. La novela se ambienta en esta ciudad argelina, llena de vida y con una frenética actividad. Un día todo comienza a cambiar. El escritor plantea el inicio del cambio desde la primera página de su libro: 

"Le matin du 16 avril, le docteur Bernard Rieux sortit de son cabinet et buta sur un rat mort, au milieu du palier. Sur le moment, il écarta la bête sans y prendre garde et descendit l’escalier."  

"La mañana del 16 de abril, el doctor Bernard Rieux, al salir de su despacho, tropezó con una rata muerta en medio del rellano de la escalera. De momento apartó hacia un lado el animal sin darle mucha importancia y siguió bajando la escalera". 
(Trad. del francés Xavier Sierra)

Pero el incidente aparentemente banal se convierte en una epidemia poco después. La propagación imparable de la enfermedad empujará a las autoridades a imponer un severo aislamiento.  


Camus aprovecha para penetrar en la psicología de los habitantes de la ciudad. Se comienza a ver que todos pensamos que la enfermedad siempre está ahí, pero pensamos que solo le concierne a los otros. Casi nadie repara en las existencias ajenas. Sus habitantes carecen de sentido de la comunidad. No son ciudadanos, sino individuos que escatiman horas al sueño para acumular bienes. La prosperidad material siempre parece una meta más apetecible que la búsqueda de la excelencia moral

Este es el objetivo que persigue Camus: enseñarnos que las peores epidemias no son biológicas, sino morales. En las situaciones de crisis, sale a luz lo peor de la sociedad: insolidaridad, egoísmo, inmadurez, irracionalidad

Pero también emerge lo mejor. Siempre hay justos que sacrifican su bienestar para cuidar a los demás. Como el doctor Rieux, el protagonista de La peste, que da muestras de una gran capacidad de sacrificio y de altruismo y pone de manifiesto que atribuimos una importancia excesiva a nuestro yo. La grandeza del ser humano reside en su capacidad de amar, no en su ambición personal, ni en los logros materiales. Rieux cree que cualquier trabajo bien desempeñado, es una forma de realizarse así mismo y de solidarizarse con los demás. 

En La peste, Camus evidencia que el dolor no es algo hermoso ni deseable, pero que tiene la función, entre otras cosas, de abrirnos los ojos y obligarnos a pensar. A pesar de su dilatada experiencia, el Dr. Rieux no se acostumbra a ver morir a sus pacientes. La vida es absurda, ilógica. Rieux piensa que la respiración de un moribundo es una objeción irrebatible contra la supuesta bondad de la vida. Cuanto más inteligente es un hombre, más desgraciado será, ya que se dará cuenta de que el universo está gobernado por el azar. 


Albert Camus

Desde un pensamiento decididamente laico, Camus admite que sin la perspectiva de lo sobrenatural, todas las victorias del hombre son provisionales. La victoria definitiva y total corresponde a la muerte. Para Rieux, la existencia es forzosamente “una interminable derrota”, una batalla que sabemos que tenemos perdida de antemano. El narrador hace hincapié en la idea de que, en última instancia, el hombre no tiene control sobre nada, la irracionalidad de la vida es inevitable; así, la irrupción de la peste evidencia lo absurdo de la existencia humana. Esta es su filosofía esquemática y fatalista, reforzada además por la triste contemplación de la miseria física y moral de la que da muestras la humanidad. Una de las frases de La peste resume bastante bien el pensamiento de Albert Camus: "En el hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio" negando rotundamente todo aquello, que teniendo un origen terreno o divino, sea capaz de producir sufrimiento al hombre.

Camus tiene un concepto muy pesimista del comportamiento humano, y se muestra convencido de que el mal (o al menos la indiferencia) son más frecuentes que la bondad. Si bien admite que tal vez el hombre no es malo por naturaleza, su conocimiento de las cosas es muy deficiente, y sus peores actos están motivados por la ignorancia. En cierto modo, Camus bebe de las fuentes del intelectualismo socrático, que Camus ratifica con una frase feliz: “no hay verdadera bondad ni verdadero amor sin toda la clarividencia posible”. Es decir, el conocimiento de las cosas es nuestra única posibilidad de alejarnos del mal. La novela muestra este sentido de la existencia, ateo y libre, que tiene como principales valores la libertad individual y la solidaridad, contraponiéndolos a la indiferencia, la ignorancia y al autoritarismo. 

Finalmente quiero señalar que el Dr. Rieux piensa que "tener conocimiento es poder iluminar el presente con las enseñanzas del pasado". Una idea que también defendemos nosotros y que es en cierto modo, la razón de ser de este blog. 


2 comentarios:

julia dijo...

De joven me compré y leí en francés "la peste" de Camus, entonces me pareció triste y me provocó una sensación de vacío. Tampoco la acabé de entender del todo. Te agradezco esta explicación y esta visión del libro. La he encontrado muy interesante además de confirmar lo que ya medio entendí entonces.

Xavier Sierra Valentí dijo...

Me complace que te haya sido útil mis comentarios sobre La peste. A mi modo de ver es un gran libro. Puede que sea triste y con una visión algo pesimista de la realidad, pero como tenemos ocasión de ver, la vida no siempre es alegre. La tristeza y la decepción son sentimientos humanos y debemos aprender a gestionarlos. Muchas gracias por tu comentario y por leer el blog. Un saludo.