martes, 10 de marzo de 2020

La picnodisostosis de Tolouse-Lautrec (I): Biografía


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Henri de Toulouse-Lautrec 

Autorretrato con orinal
(1882) 

Dibujo al carboncillo sobre papel
Museo Toulouse-Lautrec. Albi




Henri de Toulouse-Lautrec (1864-1901) fue un pintor y cartelista francés que destacó por sus obras sobre la vida bohemia parisina de finales del s. XIX. Se le suele enmarcar en el movimiento post-impresionista aunque su obra tiene una marcada personalidad propia que lo hace difícil de clasificar en un movimiento concreto. Su enfermedad que le causó una baja estatura y numerosas fracturas, condicionando su vida y trayectoria artística, ha sido motivo de numerosas elucubraciones: raquitismo; osteogénesis imperfecta (Seedorf, 1949); acondroplasia  (Sejournet, 1955); pseudoacondroplasia (Krabbe, 1956); displasia epifisaria (Levy, 1957)... Finalmente, el diagnóstico que nos parece más probable es una enfermedad genética rara, la picnodisostosis (Maroteaux i Lamy, 1962), hasta el punto que también se conoce como enfermedad de Toulouse-Lautrec. 


El conde Alphonse de Toulouse-Lautrec-Montfa,
padre de Henri de Toulouse-Lautrec.
Pero antes de entrar en detalles patográficos repasemos sucintamente su biografía. 

Henri nació en el castillo de Bosc, en Albi en el seno de una familia noble. Hay que destacar que en su familia, como era habitual en muchas dinastías de la antigua aristocracia, muchos matrimonios se concertaron entre parientes para evitar las divisiones territoriales y la dispersión de la fortuna. Este fue el caso de los padres de Henri, el conde Alphonse de Toulouse-Lautrec-Montfa (1838-1913) y Adèle Tapié de Celeyran (1841-1930), que eran primos carnales (de primer grado). Esta endogamia es fundamental para comprender toda la historia clínica de este gran pintor, que condicionó su vida y su obra. 

Henri fue el hijo primogénito de los condes. Cuando tenía cuatro años nació su hermano Richard-Constantine, que falleció un año más tarde. Sus padres tenían desavenencias conyugales y se separaron en 1868, cuando Henri tenía cuatro años y él quedó bajo el cuidado de su madre.


El conde Alphons de Toulouse Lautrec gobierna el trineo de cuatro caballos   Henri de Toulouse Lautrec
Henri de Tolulouse-Lautrec pintó a su padre conduciendo
un carruaje de cuatro caballos a los diecisiete años


























Desde temprana edad mostró una gran afición por el dibujo, plasmando los paisajes en torno al castillo y retratos de sus familiares. También realizaba muchos bocetos de caballos ya que en su familia había una gran afición por la equitación. Viendo que tenía un gran talento por el arte, un amigo de su padre, el pintor René Princeteau le dió algunas clases particulares. 

La infancia de Henri fue feliz, a pesar de que presentaba una constitución muy frágil. A los 13 años ya andaba apoyándose en un bastón. El 30 de mayo de 1878, cuando tenía 14 años de edad, cayó mientras montaba a caballo en las cercanías del castillo, y, se fracturó el fémur izquierdo, a pesar de que no había sido una caída muy aparatosa. Un año más tarde, en similares circunstancias, se fracturó el fémur derecho. 

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Henri de Toulouse-Lautrec:
Autorretrato frente al espejo (1880)
Además, el niño crecía  poco. Aunque las caídas  pudieron contribuir a su  baja  estatura, Toulouse- Lautrec sólo llegó a  alcanzar  1,52 metros de  altura en la edad adulta. Sin  embargo, su tórax y  abdomen tenían las  dimensiones habituales en  los adultos promedio. Su  cabeza aparecía  desproporcionadamente grande comparada con el  tamaño del tórax. 

Su aspecto motivó a Thadée Natanson a decir: 
"El tronco, que era el de un hombre de estatura normal, parecía haber aplastado con su peso y el de la gran cabeza, las cortas piernas que apuntaban por debajo".

Durante los dos años posteriores a sus fracturas permanece en silla de ruedas y se dedica a pintar. Su evidente valía en este campo hace que su tío, el conde Charles de Toulouse-Lautrec, le apoye en sus aspiraciones para dedicarse a la pintura profesionalmente. También le animan diversos pintores amigos de la familia, como Princeteau, John Lewis Brown y Jean-Louis Forain. Se decide a ir a aprender pintura a París. Además su aspecto hace que le veden la entrada en los salones de la aristocracia, la clase social a la que él pertenecía. 

Henri reacciona usando su aspecto como motivo de transgresión o provocación, como cuando se fotografió desnudo en la playa normanda de Trouville-sur-Mer (o defecando, tal y como le captó su amigo el galerista Maurice Joyant, en la playa de Le Crotoy, en la Picardía), o como cuando se fotografió disfrazado de niño corista. 


Toulouse-Lautrec: Retrato de Vincent van Gogh
Llega a París en 1881 y toma clases de pintura con un retratista de moda, Léon Bonnat. Cuando un año más tarde el taller de Bonnat cierra sus puertas, asiste al taller de pintura de Fernand Cormon. En el taller de Cormon traba amistad con un pintor holandés pelirrojo, llamado como él a revolucionar la historia del arte, Vincent van Gogh


En 1884 se instala en el barrio de Montmartre, lugar frecuentado por pintores y gente de vida desenfadada. Uno de sus vecinos es Degas

Montmartre también es un barrio de cabarés y burdeles, que él comienza a frecuentar en compañía de su primo, Gabriel Tapié de Céleyran, estudiante de Medicina. Toulouse-Lautrec queda fascinado por los locales de diversión nocturnos, lo que le llevó a asistir a ellos con gran asiduidad y hacerse cliente habitual de algunos establecimientos, como el Salon de la Rue des Moulins, Moulin de la Galette,  Moulin Rouge, Folies Bergère o Le Chat Noir.​ Todo lo relacionado con el mundo del espectáculo, la bohemia, y los burdeles  constituyen los temas principales en su obra. Henri, enano y contrahecho, encuentra en las prostitutas parisinas el afecto y el sexo que necesita. Poco después una de ellas le contagiaría una sífilis.


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Dibujos de Toulouse-Lautrec sobre una inspección médica en un burdel


En sus obras de los bajos fondos de París pinta a los actores, bailarines, cantantes y prostitutas. Pinta a sus personajes en plena vida cotidiana: mientras se cambiaban, cuando acababan cada servicio o cuando esperaban una inspección médica para el control de enfermedades venéreasY también pinta a los burgueses que frecuentaban estos ambientes nocturnos. 

En este ambiente bohemio, y acuciado por la enfermedad genética que tanto le condicionaba -y por la sífilis que ya iba causando cada vez más problemas- Henri encuentra fácil consuelo en el alcohol. La absenta, la bebida de moda en los tugurios parisienses del momento, de alta graduación alcohólica y elaborada con plantas como Artemisia absenthium, de efecto psicotrópico, es su refugio. Toulouse-Lautrec bebe a todas horas. 


Resultado de imagen de toulouse lautrec absentaEn 1897 como consecuencia del alcoholismo comienza a padecer crisis de delirium tremens que son cada vez más frecuentes  e intensas. 

En 1899 ingresa en un Sanatorio para realizar un intento de desintoxicación alcohólica, aunque no consigue su objetivo. 

Tras salir del Sanatorio, su madre lo lleva consigo a su casa, el castillo de Montromé. Allí muere poco después, a los 36 años, a causa de una hemorragia intracerebral, cuyo origen fue probablemente el compromiso meningovascular de la sífilis. Está enterrado en Verdelais (Gironde), a pocos kilómetros de Malromé Château, donde murió.

A lo largo de su carrera, que abarcó menos de 20 años, Toulouse-Lautrec creó 737 lienzos, 275 acuarelas, 363 grabados y carteles, 5.084 dibujos, y un número desconocido de obras perdidas. Gran parte de su obra se expone hoy en el Museo Toulouse-Lautrec de Albi. 
   
En una próxima entrada del blog comentaremos con más detalle la patología de Henri de Toulouse-Lautrec. 

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