Miquel Barceló
Mercado de Sangha
Acuarela sobre papel
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Uno de los primeros tratamientos para las micosis fue la nistatina, investigada en 1948 a partir de Streptomyces noursei, un microorganismo aislado de la tierra de New York state, de donde derivó su nombre (nystatine = N.Y. State) Pero la actividad de la nistatina era solamente efectiva para tratar los hongos levaduriformes (como los del género Candida) pero no tenía acción alguna ante los hongos filamentosos como los dermatofitos, productores de las tiñas del cuerpo y del cabello.
Se tuvo que esperar a finales de la década de los 50 para comenzar a experimentar con compuestos imidazólicos, como el clotrimazol o el miconazol. Este último se comercializó con el nombre de Daktarin®.
El motivo por el que se optó por el nombre comercial de Daktarin arranca de una curiosa historia. El laboratorio belga Janssen que sintetizó el miconazol decidió realizar la fase de experimentación humana en el Congo, que todavía estaba bajo la ocupación colonial de Bélgica.
Las tiñas eran bastante habituales entre los niños de los poblados congoleños, que veían como los médicos belgas distribuían un misterioso producto que las hacía desaparecer en poco tiempo. Por eso, cuando el equipo médico llegaba a uno de estos remotos poblados, los recibían con gran algarabía y gritos de "Daktarin, Daktarin", que significaba "Doctor, Doctor" en swahili, la lengua propia del país, intentando llamar la atención de los sanitarios y ser seleccionado para recibir tratamiento.
Algunos años más tarde, cuando se comercializó el miconazol, alguien se acordó de los gritos de los niños congoleños y decidió poner este nombre al producto comercial.
Miquel Barceló: Cuaderno de África |
Se tuvo que esperar a finales de la década de los 50 para comenzar a experimentar con compuestos imidazólicos, como el clotrimazol o el miconazol. Este último se comercializó con el nombre de Daktarin®.
El motivo por el que se optó por el nombre comercial de Daktarin arranca de una curiosa historia. El laboratorio belga Janssen que sintetizó el miconazol decidió realizar la fase de experimentación humana en el Congo, que todavía estaba bajo la ocupación colonial de Bélgica.
Miquel Barceló: Cuaderno de África. |
Las tiñas eran bastante habituales entre los niños de los poblados congoleños, que veían como los médicos belgas distribuían un misterioso producto que las hacía desaparecer en poco tiempo. Por eso, cuando el equipo médico llegaba a uno de estos remotos poblados, los recibían con gran algarabía y gritos de "Daktarin, Daktarin", que significaba "Doctor, Doctor" en swahili, la lengua propia del país, intentando llamar la atención de los sanitarios y ser seleccionado para recibir tratamiento.
Algunos años más tarde, cuando se comercializó el miconazol, alguien se acordó de los gritos de los niños congoleños y decidió poner este nombre al producto comercial.
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