miércoles, 25 de noviembre de 2020

Del Job de Marcello Fogolino al de Ribera






Marcello Fogolino

La Virgen y el Niño entre Job y San Gotardo 

Óleo sobre lienzo 203 x 160 cm
Pinacoteca de Brera. Milán.   
  



Marcello Fogolino (1483/1488 – 1558) fue un pintor italiano del Renacimiento. Discípulo de Bartolomeo Montagna, su pintura muestra influencias de Giovanni Speranza y Giovanni Antonio de' Sacchis (llamado Pordenone). Acusado de ser cómplice de un asesinato fue expulsado de Venecia (1527), y se instaló en Trento donde trabajó muchos años al servicio del principe-obispo Bernardo Clesio pintando frescos y retablos. 

El retablo que hoy comentamos fue pintado entre 1505 y 1508, y constituye una obra temprana de Fogolino, que lo pintó para la capilla de Santa Barbara en la iglesia de Santa Croce de Vicenza. El retablo, de composición bastante simple muestra a la Virgen en un trono, con el Niño en su regazo, entre Job y el obispo San Gotardo. 

Job aparece desnudo, mirando hacia lo alto como pidiendo compasión por su enfermedad. Tiene la piel de todo el cuerpo llena de unas placas eritematosas.  

Hace poco Girolomoni publicó un artículo sobre este retablo en Journal of the European Academy of Dermatology and Venereology (JEADV), en el que discute la representación de la enfermedad cutánea de Job en este retablo. Se trata de una discusión clásica que ha hecho correr ríos de tinta, y que ha despertado las más diversas opiniones. También nosotros hemos comentado nuestra opinión en otra entrada de este blog.  Entre los posibles diagnósticos que se han propuesto podemos recordar la pelagra, lepra, sífilis, sarna, viruela, eritema multiforme, pénfigo foliáceo y síndrome eosinofílico. En un artículo publicado en 1999en J. Am. Acad. Dermatol Gorman y Kaplan sostienen incluso que pudiera haberse tratado de un envenenamiento por arsénico!  Naturalmente, la confusa descripción bíblica y la disparidad de criterios de los artistas al representar al paciente personaje, complican bastante el establecimiento de un diagnóstico seguro. Lo más probable es que los artistas representaran enfermedades cutáneas que hubieran visto en su entorno, como fue el caso de Albrecht Dürer tras la epidemia de peste que presenció en Alemania. 

 

Ribera: Job en el muladar. El aspecto de algunas lesiones puede
recordar el aspecto de un pioderma gangrenoso. Abajo, detalles.





Hace poco recibí un correo de uno de los lectores del blog, Toni Rodríguez, de Tenerife, que está interesado en la obra de Ribera. Me aportó la fotografía de un cuadro similar, de la escuela de Ribera (Job y su mujer) que ha sido expuesto en el Museo Thyssen-Bornesmisza de Madrid. es casi idéntico al anterior, aunque con las úlceras menos marcadas. Tanto en uno como en el otro, las lesiones representadas recuerdan el aspecto clínico de un ectima o de un pioderma gangrenoso. 

El pioderma gangrenoso suele comenzar con un bulto rojo pequeño en la piel, parecido a una picadura de araña. En pocos días, esta protuberancia se convierte en una gran llaga dolorosa y abierta, con nidos (a modo de "madrigueras de conejo"), que hacen pequeñas "galerías" en la piel aparentemente sana de alrededor. Generalmente, la úlcera aparece en las piernas, pero puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo. No se trata de una enfermedad contagiosa, sino que se asocia con trastornos autoinmunes, como la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn y la artritis.


Taller de Ribera: Job y su mujer. 
Óleo sobre lienzo 143,5 x 194 cm. Colección particular 


Pero volvamos al Job de Foligno. Las lesiones cutáneas que  presenta cubren el tronco y las extremidades, pero respetan la cara. En su artículo, Girolomoni plantea la posibilidad diagnóstica de psoriasis o de eccema nummular, y señala que la forma rectilínea de algunos márgenes de lesiones pueden incluso sugerir una dermatitis artefacta. 

La psoriasis es una afección crónica de la piel cuya forma más común se caracteriza por la aparición de placas secas, elevadas y enrojecidas en la piel, que frecuentemente están cubiertas de escamas grisáceas. En este caso, no lo estarían. Tampoco suele acompañarse de prurito, y según la Biblia la enfermedad de Job era muy pruriginosa. 


La figura de Job del retablo de Fogolino

El eccema nummular se presenta como placas redondeadas que recuerdan a monedas (de ahí el nombre de nummular, que deriva de nummus, moneda en latín). Esta patología se acompaña de prurito, y por lo tanto sería más acorde al criterio bíblico. Aunque no es del todo habitual la presencia de tantas lesiones. 

El otro diagnóstico apuntado por Girolomoni es el de dermatitis artefacta. Se trata de lesiones autoprovocadas por el propio enfermo y suelen ser angulosas y de bordes rectilíneos, como puede verse en algunas de las placas del Job de Foligno. 

Girolomoni, prudentemente, no se decanta claramente por ninguno de los diagnósticos, aunque señala que probablemente el artista se inspiró en algún enfermo dermatológico de su entorno. También señala que es curiosa la asociación con San Gotardo (o Godehard), un santo obispo nacido en la diócesis de Passau (Baviera) alrededor del año 960, y que es invocado como abogado frente diversas enfermedades: fiebre, edemas, dolores de parto, enfermedades infantiles y gota. Su aparición junto a Job en el retablo puede sugerir que tal vez las enfermedades de la piel también estuvieran bajo su protección. En un tiempo en que las enfermedades cutáneas no estaban bien diagnosticadas y aún menos se podía disponer de tratamientos eficaces, encomendarse a un santo protector era la única esperanza de curación. 

Finalmente el artículo del JEADV alerta que la enfermedad del Job bíblico no se debe confundir en ningún caso con el término de "Síndrome de Job", acuñado por Ralph Wedgwood y sus colaboradores para describir una enfermedad con abscesos "fríos", y que fue corroborado más tarde por autores como Bulkley (1972). Se trata de un síndrome de inmunodeficiencia con hipergobulinemia IgE, de origen genético autosómico dominante, que presenta una rica y compleja sintomatología a causa de mutaciones en el gen STAT3. 

El síndrome de Job fue muy bien estudiado por el Prof. Holubar (1983). No puedo menos que recordar aquí la figura del insigne dermatólogo y amigo Karl Holubar, que me honró prologando mi libro Historia de la Dermatología (1994) y con quien,  junto con otros dermatólogos, fundamos la European Society for the History of Dermatology (Amsterdam, 1999). 



Bibliografía

Appelboom TCogan E Klastersky JJob of the Bible: leprosy or scabies? Mt Sinai J Med 20077436– 39.

Buckley R, Wray B, Belmaker E. Extreme hyperimmunoglobulinemia E and undue susceptibility to infection. Pediatrics 1972, 49 (1): 59–70.

Davis SD Schaller JWedgwood RJJob's Syndrome. Recurrent, "cold", staphylococcal abscessesLancet 196611013– 1015.

Girolomoni, G. Job: the prototypic dermatological patient. Comments on a painting by Marcello Fogolino. JEADV 2020: 34: 2175-2176


Gorman S Kaplan DLThe affliction of Job: poisoned! J Am Acad Dermatol 199940126– 128.

Holubar KZum Begriff des Job‐SyndromsWien Klin Wochenschr 198395832834.

Villa GCFDal Prà L Botteri MOrdine e bizzarria, Il Rinascimento di Marcello Fogolino. Castello Buon Consiglio, Trento2017.


1 comentario:

Unknown dijo...

Muy interesante.