viernes, 31 de enero de 2020

De Saturno al saturnismo: (I) El cuadro de Goya

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Francisco de Goya y Lucientes

Saturno devorando a su hijo
(circa 1823) 

Óleo sobre lienzo 143 x 86 cm 
Museo del Prado. Madrid. 




Francisco de Goya (1746 - 1828) fue un pintor muy adelantado a su tiempo. En su última época su estilo cambió bruscamente, y dejó de hacer las pinturas amables, y las manidas escenas de los cartones para tapices. También cesó de pintar los retratos cortesanos de encargo, en donde tenía que administrar con prudencia su visión sarcástica de la decadente monarquía borbónica, de forma que la crítica no fuese tan evidente que acabara por llevarle ante los tribunales. El viraje estilístico del genial pintor en sus últimos años fue muy brusco y dio lugar a las llamadas pinturas negras, una visión pesimista y apocalíptica, que reflejaba una acerba crítica social. 

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Francisco de Goya: El sueño de la razón produce monstruos

Goya pintó estas sombrías pinturas en su casa, la "Quinta del Sordo", una casa de campo a las afueras de Madrid, junto al río Manzanares, que ya era conocida por ese nombre antes de que Goya la adquiriera en 1819. Como él mismo era también sordo, muchos creen que la casa se llamaba así desde que Goya comenzó a vivir allí, pero no es así. El nombre por lo visto, se refiere a un anterior propietario que dio la coincidencia que también era sordo. 

Goya pintó estas sombrías y descarnadas escenas directamente sobre el enlucido de las paredes de la casa, pero no las pintó sobre el yeso húmedo,siguiendo la técnica de los frescos. Muchos sostienen que el estilo de las pinturas negras era producto de su sordera, de una depresión o tal vez de un terciarismo sifilítico. Tal vez. Nos ocuparemos de estas hipótesis en otra entrada. Pero apunto que Goya pudo simplemente expresar en estas pinturas su aislamiento y su profunda decepción política. 


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Francisco de Goya: Perro semihundido.
Museo del Prado. Madrid

Como la mayor parte de la gente de cultura, Goya tenía ideas liberales y progresistas y veía en la Revolución Francesa una esperanza de libertad. Despreciaba el obcecado y servil conservadurismo de buena parte del pueblo, que apoyaba cerrilmente el retorno al absolutismo borbónico. Pero la invasión napoleónica, los desmanes de la soldadesca francesa (plasmados en sus grabados "Los desastres de la guerra") le hicieron ver que tampoco Francia era un modelo a seguir. Su desencanto, acentuado por su marginación social y por su matrimonio con una mujer que no era de su clase social ni su nivel cultural le fueron aislando y encerrando en su mundo cada vez más irreal ("El sueño de la razón produce monstruos"). 

A mí, personalmente, me apasionan las pinturas negras. En mis frecuentes visitas al museo del Prado no dejo nunca de pasar un momento a echar un vistazo a la sala donde están expuestas. El "Perro semihundido", que probablemente deba considerarse el primer cuadro abstracto de la Historia,  me fascina especialmente. 

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Francisco de Goya: Dos viejos comiendo sopa. Museo del Prado. Madrid

Una de las más destacadas pinturas de esta serie es "Saturno devorando a sus hijos". Un cuadro impactante, que suscita horror, miedo y hasta repulsión en el espectador. Con trazos agresivos y deformados aparece un dios Saturno, con las greñas al aire, y los ojos saltones, como espantados de su propio crimen, está en  el trance de devorar a su hijo. Su vástago (que en la versión de Goya tiene ya cuerpo de adulto) aparece bañado en sangre y decapitado por un voraz mordisco. Saturno, con semblante desencajado, engulle apresurado el brazo sanguinolento de su víctima. 

El cuadro de Goya representa un episodio de la mitología clásica. Un complicado mito de potentes raíces psicoanalíticas. Pero de esto hablaremos en otra entrada del blog. 


Saturno devorando a sus hijos. 

Francisco de Goya. 1821-23. Museo del Prado. Madrid





Las enigmáticas pinturas negras de Goya. 

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