jueves, 6 de septiembre de 2018

Mordedura de lagarto (y III)

 




Antoni Gaudí

Lagarto

Medallón ornamental esculpido en piedra. 
Cascada del Parque de la Ciutadella. 
Barcelona.



En entradas anteriores comentamos el simbolismo de los lagartos en la pintura del Renacimiento y la genial obra de Caravaggio Muchacho mordido por un lagarto. Hoy dedicaremos el comentario a las mordeduras de estos animales. 




Bernard Buffet: Lagarto

























Ante todo debemos  decir que las mordeduras de lagarto no son excesivamente frecuentes. Los lagartos de la Península Ibérica, en general son animales más bien tímidos que no suelen estar especialmente interesados en atacar a los humanos. Los lagartos europeos no son venenosos. Sin embargo, si se les importuna o se les sorprende, pueden morder y en estos casos, su mordedura es enérgica y persistente y no sueltan fácilmente la presa. Tanto que generalmente hay que desprenderlos y en ocasiones hacen tanta fuerza con las mandíbulas que hasta pueden dejar algunos dientes en la herida. En estos casos la herida es muy séptica y los transtornos que se derivan de la infección pueden ser considerables. 



Edgar Degas: Bodegón con lagarto


De las casi 3000 especies de lagartos que existen en el mundo sólo 2 son venenosos: El monstruo de Gila (Heloderma suspectum), de las zonas áridas del Sudoeste de EE UU. Y  el lagarto mexicano o lagarto de cuentas (Heloderma horridum), que habita en regiones boscosas bajas del oeste de México. 

Según una leyenda de los nativos americanos, el monstruo de Gila sería capaz de escupir veneno y de matar a una persona Sólo con su aliento. No deja de ser una leyenda exagerada, pero lo cierto es que muerden con tenacidad y que su picadura no es nada deseable. 


Monstruo de Gila (Heloderma suspectum)



Se han aislado más de una docena de péptidos tóxicos del veneno de la saliva del monstruo de Gila. El más importante de ellos es la Exendina-4. La versión sintética de esta hormona, la Exenatida, realiza una acción similar a la liberación de insulina cuando aumenta la glucosa en sangre. La proteína del lagarto es más o menos un 50% idéntica a una hormona que el tracto digestivo humano libera para ayudan a regular la insulina (Hyperlink) y el glucagón, y permanece efectiva durante más tiempo que su homóloga humana. En el año 2005, la FDA aprobó este fármaco para tratar la diabetes tipo 2 (prolongando los niveles de glucosa y la pérdida progresiva de peso). También se está investigando para tratar de la obesidad, incluso en niños, porque ayuda a suprimir el apetito y a aumentar la sensación de saciedad.

Otra sustancia que se ha aislado de la saliva del monstruo de Gila es la gilatida, una sustancia química que afecta la memoria, ya que la finalidad de el veneno de este lagarto no es matar sino causar dolor y molestias suficientes, así como que la víctima no olvide el incidente y que sirva como futura advertencia. Diversos laboratorios farmacéuticos investigan la capacidad de esta sustancia  para remediar la pérdida de memoria debida a varias enfermedades como el Alzheimer, la esquizofrenia y el TDAH. Un estudio con ratones ha demostrado que la gilatida, derivada de la exendina-4, aumenta la memoria de modo espectacular. Es probable que la gilatida se siga investigando para ayudar a los pacientes con enfermedad de Alzheimer.

Estos reptiles no son agresivos, y la mordedura se produce generalmente en ejemplares en cautividad. El lagarto de cuentas suele avisar con un silbido antes de morder. El veneno contiene una neurotoxina que produce un gran edema  y eritema alrededor de la mordedura, así como aumento de los ganglios linfáticos regionales. Los síntomas sistémicos duran  3 o 4 días y consisten en naúseas, vómitos, a veces hemáticos, vértigo, disfonía, gran debilidad, hipotensión…. La persona afectada puede quedar débil y sudar profusamente, tener sed, dolor de cabeza y zumbido de oídos (tinnitus o acúfeno). En los casos graves es posible que se produzca un descenso de la presión arterial. Pero en la mayoría de los casos no suelen ser mortales

El tratamiento consiste en aplicación de torniquete, frio local, prevención de la sobreinfección y medidas de apoyo, sueroterapia y a veces sustancias vasoconstrictoras para mantener la tensión arterial. No se dispone de antitoxina.


Lagarto ocelado (Timon lepidus) devorando mantis religiosa:





   

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