miércoles, 30 de agosto de 2017

Historia del condón (I): Los orígenes del preservativo





Condón encontrado en Lund
(1640)

Tripa de cerdo
Museo del Tirol (Austria)




Mas yo quiero del todo asegurarte, 
facilitando del condón el uso; 
feliz principio a esta artimaña 
puso de un fraile la inventiva, 
que de un fraile sólo, 
o del diablo, ser invención pudo. 

Nicolás Fernández de Moratín, El arte de las putas.






Los preservativos o condones se han usado desde tiempos muy antiguos. Sin embargo debemos diferenciarlos de las fundas itifálicas, una especie de funda ritual para cubrir el falo que fue usada en ciertas civilizaciones, especialmente en África. Esta es la función, a mi modo de ver, del llamado preservativo de Tutankhamon y que no tenía probablemente ninguna prestación anticonceptiva ni profiláctica.

Condó al Museu del Caire
Funda itifálica de aponeurosis bovina 


Ajuar de Tutankhamon, XVIII dinastía (1354 a.n.e. circa

Museo Egipcio, El Cairo 
Algunos piensan que la etimología de la palabra "condón" deriva del latín. El verbo condo significa "fundar" (de ahí viene la locución  Ab urbe condita, abreviada a.u.c, o Anno urbis conditae, «desde la fundación de la ciudad»), pero también "esconder" (de ahí proceden palabras como recóndito, esconder) y podría referirse al falo escondido en la funda. También nos podemos referir al condón con la palabra preservativo (del latín prae- , “delante” + servo, “guardar”) y profiláctico (del griego προ, “delante” + φυλάττω, “vigilar”). En castellano aparece a mediados del s. XVIII y aparece en la obra de Nicolás Fernández Moratín, El arte de las putas. Podéis ampliar información sobre etimología en la página de Antoni Janer. En castella

Sin embargo, la opinión más extendida es que deriva  del conde de Condom, médico personal del rey Carlos II de Inglaterra (1630-1685). Por encargo del monarca, que era muy mujeriego, el Dr. Condom habría diseñado un nuevo preservativo que proporcionara cierta protección frente a la sífilis, una enfermedad que desde hacía poco más de un siglo devastaba Europa. De todos modos, es difícil probar que el invento fuera obra de este médico inglés. Parece que la leyenda se basa en una afirmación no bien contrastada de Franz Xaver Swediaur en un libro sobre enfermedades venéreas publicado en 1826. Algunos, como el experto en salud sexual y contracepción Norman E. Himes concluyeron incluso que el hipotético doctor Condom nunca había existido y que era un personaje legendario. Los orígenes del preservativo quedan envueltos en un halo de misterio. 

Gabriel Fallopio, anatomista y profesor
de la Facultad de Medicina de Padua, inventó
un primitivo preservativo
Lo cierto es que el uso de ciertas formas primitivas de preservativo anteceden con mucho al reinado de Carlos II. Tenemos algunos indicios de su uso por parte de los romanos, aunque tampoco eso está muy documentado. Al legendario rey Minos también se le atribuye el uso de preservativos. 

El italiano Gabriele Fallopius (1523-1562) escribió el libro De morbo gallico sobre la sífilis. Fallopius, que era un prestigioso anatomista (a él se debe la descripción de las trompas de Falopio, entre otras aportaciones)  describió un preservativo que era como un tubo de tela de lino que se adaptaba como una capucha al glande y se sujetaba por la base con unas cintas. El médico probó el utensilio con más de mil varones y ninguno de ellos contrajo la sífilis (cosa realmente interesante, ya que la alta incidencia de la que entonces se conocía como el "mal francés"  hacía más que probable un alto porcentaje de contagios).








Condón del s. XVIII. British Museum. 
En el British Museum se conservan algunos preservativos de los s. XVI, XVII y XVIII que fueron encontrados al excavar unas letrinas en el castillo de Dudley. Están confeccionados con intestinos de animales y estaban cosidos en un extremo y en el otro llevan unas cintas para sujetarlos a la base del pene. Sorprende que algunos de ellos son casi tan finos como los actuales de látex. Lo curioso es que estos preservativos son mucho más angostos que los actuales: miden 34 mm de ancho, en comparación con los 52 mm de hoy. 

Uno de los condones mejor conservados data de 1640. Fue encontrado en Lund (Suecia). Está confeccionado con intestino de cerdo e iba acompañado de un manual de instrucciones redactado en latín en el que se aconsejaba sumergirlo previamente en leche tibia antes de cada uso (era reutilizable) especialmente antes de mantener relaciones sexuales con prostitutas.  


Grabado representando a Casanova en un salón (probablemente un burdel) 
rodeado de damas e hinchando preservativos (1872) Library of Congress. 

En el s. XVIII el escritor Giacomo Casanova (1725-1743), famoso por sus numerosas conquistas amorosas, mencionaba frecuentemente los condones en sus memorias. Se refería a ellos con el nombre de “Redingote Anglaise” (capota inglesa). En sus memorias ("Histoire de Ma Vie"), escribió con relación a los preservativos de intestino de oveja lo siguiente:
“... no esperes verme encerrado en una piel muerta para probarte que estoy vivo...”.
En otra ocasión, hacia 1758, le dijo a una de sus acompañantes:
“... hace años hubiera considerado al condón como una invención del diablo, pero ahora reconozco que su inventor debe haber sido un hombre de bien...”.
También era aficionado a usarlos el marqués de Sade (1740-1814). En aquel tiempo los condones eran muy caros y por supuesto se usaban varias veces. 

Mme. de Sevigné escribiendo.
Pintura anónima s. XVIII. Museo Carnavalet. París
En 1671, Mme de Sevigné (1626-1696) en una carta dirigida a su hija la condesa de Grignan, alude a una cubierta refiriéndose a ella como 
"una armadura contra el placer y una tela de araña contra el peligro". 
Las palabra condón aparece citada así es en un libro sobre gonorrea de William Cockburn (1705) y en uno de 1717 de Daniel Turner sobre la sífilis. Por cierto, Turner fue el autor de uno de los primeros tratados de Dermatología que conocemos. 

Recientemente, en el Archivo Histórico Nacional de Toledo, los investigadores que estudiaban documentos de hace 200 años, encontraron algo que parecía una nota de papiro. Al examinarlos con más atención descubrieron que eran dos condones de la época, reutilizables, que se habían guardado con disimulo entre las páginas de un libro. Este hallazgo testimonia que el uso del condón era habitual para protegerse de las ITS y que su uso era poco menos que clandestino. 



Bibliografía

Blázquez Martínez JM. Los anticonceptivos en la Antigüedad clásica. en Alfaro Giner – M. Tirado Pascual (eds.), Actas del Segundo Seminario de Estudios sobre la Mujer en la Antigüedad, Valencia, 135-146.

Angus McLaren Historia de los anticonceptivos: de la antigüedad a nuestros días. Minerva Ediciones, 1991. 

Casanova G. Histoire de ma vie. Paris, Gallimard, 1986

Rubio B. Historia del condón o preservativo, también llamado profiláctico. Anales Médicos. Hosp. ABC. 39, 166-167, 1994

Martos Rubio, A. Breve historia del condón y de los métodos anticonceptivos. Nowtilus, 2010. ISBN13:9788497637848 

Jané A. Batecs Clàssics. Condons contra la sífilis. Sàpiens 
http://blogs.sapiens.cat/batecsclassics/2015/07/05/condons-contra-la-sifilis/

Swediaur FX, Tratado completo de los síntomas, efectos, naturaleza y verdadero método de curación de las enfermedades venéreas, Traducido de la quinta y última edición francesa, con notas y adiciones, por Don Bartolomé COLOMAR, Médico de número de los Reales Ejércitos, y de los Hospitales General y Pasión de esta Corte, e individuo de la Real Academia Médica de Madrid &, Madrid, En la Imprenta de Repullés, vol. Ill, 1808, p. 76.



Capítulos siguientes: 


Un dermatólogo en el museo: Historia del condón (II): Las gomas, prevención y clandestinidad. 

Un dermatólogo en el museo: Historia del condón (III): las Guerras Mundiales 

Un dermatólogo en el museo: Historia del condón (IV): Progresos técnicos 

Un dermatólogo en el museo: Historia del condón (V): La revolución sexual 



The history of condoms































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