lunes, 29 de noviembre de 2021

La trágica vida de Edith Piaf, el pequeño gorrión.

versió catalana | versión española








Lisbeth Delisle

Édith Piaf
(2003) 

Escultura de bronce
Barrio de Gambetta. París. 




Édith Giovanna Gassion, más conocida por su nombre artístico Édith Piaf (1915-1963) fue una de las cantantes francesas más emblemáticas del s. XX. Sus apasionadas canciones (Non, je ne regrette rien, Milord, La vie en rose, Hymne à l'amour, La foule...) permanecen vivas en el recuerdo como un homenaje continuo al "pequeño ruiseñor de París". Piaf consolidó y dio relieve a la llamada "chanson française".

Su vida estuvo marcada por la desdicha desde su más tierna infancia, lo que ejerció una influencia decisiva sobre su estilo interpretativo, lírico y trágicamente desgarrado al mismo tiempo. Su pequeña estatura (1,47 m), su fragilidad y su aspecto desvalido le inspiró su nombre artístico: Piaf («gorrión»).





Era hija de un acróbata contorsionista y de una cantante de cabaret, nació en la calle bajo una farola pues a su madre no le dió tiempo de ir al hospital al encontrarse sola ya que el padre de Edith se encontraba borracho. Su infancia fue muy triste. Sus padres se separaron muy pronto; la madre, Annetta alcoholizada y enferma, dejó la custodia de Edith a su marido (también alcohólico) y a su madre. Su abuela, de origen marroquí, le daba biberones con vino para que se durmiera y no la molestase. En su infancia perdió la vista temporalmente (durante cuatro años) a causa de una queratitis. 

Mas tarde pasó a manos de su abuela paterna que regentaba un burdel y allí se crió hasta que a los 15 años salió a cantar por las calles. Dada su precaria situación económica, Edith tenía que ganarse unas monedas cantando en calles y cafés de París.

La situación empeoró cuando Edith, con 16 años, se quedó embarazada. En 1932 tuvo una hija a la que llamó Marcelle, pero murió a los dos años. La vida de la cantante quedó marcada por esta tragedia. Su hija murió dos años después, víctima de una meningitis. 

Su vida cambió cuando, cantando en la calle, un transeúnte muy elegante se paró a escucharla. Ese hombre resultó ser Louis Leplée, propietario del cabaret Gerny's, uno de los más conocidos de París. Tras una pequeña prueba, Edith fue contratada de inmediato. Su éxito no tardó en llegar y fue conocida como "la Môme" ("la chica") o "el pequeño gorrión". El propio Leplée instruyó a Edith para convertirla en una gran figura del cabaret. Era 1937, y había nacido una nueva estrella: Edith Piaf.




Pero poco después, Leplée fue encontrado muerto de un disparo en el club que regentaba; y las sospechas del asesinato recayeron en la joven cantante. La prensa parisina la acusó y la sociedad burguesa le volvió la espalda. Volvió a mezclarse con lo peor del barrio canalla de Pigalle, cantando en tugurios y llevando una vida desordenada.

Tras la Segunda Guerra Mundial, Piaf fue acusada de traidora y colaboracionista con los invasores nazis. Tuvo que testificar ante un panel de purga, ya que había planes para prohibirle aparecer en transmisiones de radio

La Môme Piaf se convirtió en la musa de poetas e intelectuales del París existencialista y se ganó la admiración incondicional del público. Un letrista conocido como Raymond Asso, que era su amante, la ayudó a sobreponerse. Edith Piaf remontó el vuelo y volvió a los grandes escenarios de Francia, de Europa y de América. Se hizo amiga de la actriz Marlène Dietrich y llegó a ser la gran dama de la canción francesa, ayudando a talentos emergentes como Charles Aznavour, Yves Montand, Gilbert Bécaud y Georges Moustaki. También se relacionó con intelectuales como Jean Cocteau. 

En 1946 viajó a Nueva York, donde conoció al boxeador francés Marcel Cerdan (campeón mundial de peso medio en 1948) de quien se enamoró. Pero Cerdan murió en un accidente de avión en 1949. Édith se sumió en una nueva depresión y buscó refugio nuevamente en el alcohol y en los barbitúricos. En esta época, desgarrada por el dolor, la cantante creó muchos de sus grandes éxitos.



En 1950 alcanzó un gran éxito en el Paris Olympia, un local que estaba bajo amenaza de desaparecer por problemas financieros. Es en ese, su salón de espectáculos favorito, en donde interpreta la canción Non, je ne regrette rien, una canción que se adaptaba perfectamente a la descripción de su personalidad. Su éxito fue tan clamoroso que salvó el Olympia. 

En 1951, la intérprete francesa tuvo un grave accidente automovilístico con su colaborador, el también cantante Charles Aznavour. Qudó muy maltrecha y durante meses se vió obligada a permanecer en cama. Necesitó morfina para combatir los graves dolores que sufría y se volvió adicta a esta droga. 

En esta época Piaf colaboró con Charles Aznavour en canciones como Jezébel. Aznavour era a la vez su secretario, chófer, confidente y amante. La cantante también mantuvo relaciones sentimentales con Marlon Brando, Yves Montand, Georges Moustaki i Theo Sarapo.

En 1956, Édith Piaf obtuvo un gran triunfo en el Carnegie Hall de Nueva York, un local al que regresó con frecuencia. Este mismo año inició una cura de desintoxicación.




En 1962, Édith Piaf ya estaba muy enferma y precisaba de continuos ingresos hospitalarios. Pero no dejaba su adicción, y tomaba morfina continuamente. Su frágil y diminuta figura (medía 1,47 m.) era cada vez más reducida, a consecuencia de la artrosis, que también le impedía caminar normalmente. Sentada en una silla de ruedas veía pasar el tiempo. 

También padecía insuficiencia hepática, a consecuencia de la cirrosis alcohólica y probablemente de un cáncer de hígado. Murió a consecuencia de una hemorragia por rotura de aneurisma. El arzobispo de París le negó un funeral alegando su condición de divorciada, su vida airada y su desprecio por la hipócrita moral de la sociedad, que tantas veces había denunciado en sus canciones. L'Osservatore Romano, el diario del Vaticano, afirmó que la genial cantante francesa vivía en pecado público. 

El día de su entierro, el bullicioso tráfico de París se detuvo. Una multitud inmensa de admiradores se congregó en un extenso cortejo fúnebre a través de toda la ciudad, para rendirle su último homenaje desde el Boulevard Lannes hasta el cementerio Père-Lachaise.





Edith Piaf: Non, je ne regrette rien




Édith Piaf: La vie en rose




Édith Piaf: La foule




Édith Piaf: Milord




Funeral de Édith Piaf (14 octubre 1963)





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La tràgica vida d'Edith Piaf, el petit ocellet







Lisbeth Delisle

Édith Piaf
(2003) 

Escultura de bronze
Barri de Gambetta. París. 





Édith Giovanna Gassion, més coneguda pel seu nom artístic Édith Piaf (1915-1963) va ser una de les cantants franceses més emblemàtiques del s. XX. Les seves apassionades cançons (Non, je ne regrette rien, Milord, La vie en rose, Hymne à l'amour, La foule...) romanen vives en el record com un homenatge continu al “petit rossinyol de París”. Piaf va consolidar i va donar relleu a l'anomenada "chanson française".

La seva vida va estar marcada per la desgràcia des de la seva infància, fet que va exercir una influència decisiva sobre el seu estil interpretatiu, líric i tràgicament esquinçat alhora. La seva petita estatura (1,47 m), la seva fragilitat i el seu aspecte desvalgut li va inspirar el seu nom artístic: Piaf («pardal»).




Era filla d'un acròbata contorsionista i d'una cantant de cabaret. Va néixer al carrer sota un fanal ja que la seva mare no va tenir temps d'anar a l'hospital al trobar-se sola ja que el pare d'Edith estava borratxo. La seva infància va ser molt trista. Els seus pares es van separar molt aviat; la mare, Annetta alcoholitzada i malalta, va deixar la custòdia d'Edith al seu marit (també alcohòlic) i a la seva mare. La seva àvia, d'origen marroquí, li donava biberons amb vi perquè s'adormís i no la molestés. De petita va perdre la vista temporalment (durant quatre anys) a causa d'una queratitis.

Més tard va passar a les mans de la seva àvia paterna que regentava un bordell i allà es va criar fins que als 15 anys va sortir a cantar pels carrers. Donada la seva precària situació econòmica, Edith havia de guanyar-se unes monedes cantant en carrers i cafès de París.

La situació va empitjorar quan Edith, amb 16 anys, es va quedar embarassada. El 1932 va tenir una filla a qui va anomenar Marcelle, però va morir als dos anys. La vida de la cantant va quedar marcada per aquesta tragèdia. La seva filla va morir dos anys després, víctima d’una meningitis.

La seva vida va canviar quan, cantant al carrer, un transeünt molt elegant es va aturar a escoltar-la. Aquest home va resultar ser Louis Leplée, propietari del cabaret Gerny's, un dels més coneguts de París. Després d'una petita prova, Edith va ser contractada immediatament. El seu èxit no va trigar a arribar i va ser coneguda com "la Môme" ("la noia") o "el petit pardal". El mateix Leplée va instruir Edith per convertir-la en una gran figura del cabaret. Era el 1937, i havia nascut una nova estrella: Edith Piaf.




Però poc després, Leplée va ser trobat mort d'un tret al club que regentava; i les sospites de l'assassinat van recaure en la jove cantant. La premsa parisenca la va acusar i la societat burgesa li va girar l'esquena. Va tornar a barrejar-se amb el pitjor del barri canalla del Pigalle, cantant en tuguris i portant una vida desordenada.

Després de la Segona Guerra Mundial, Piaf va ser acusada de traïdora i col·laboracionista amb els invasors nazis. Va haver de testificar davant d'un panell de purga, ja que hi havia plans per prohibir-li aparèixer en transmissions de ràdio.

La Môme Piaf va esdevenir la musa de poetes i intel·lectuals del París existencialista i es va guanyar l'admiració incondicional del públic. Un lletrista conegut com a Raymond Asso, que era el seu amant, la va ajudar a sobreposar-se. Edith Piaf va remuntar el vol i va tornar als grans escenaris de França, d’Europa i d’Amèrica. Es va fer amiga de l'actriu Marlène Dietrich i va arribar a ser la gran dama de la cançó francesa, ajudant talents emergents com Charles Aznavour, Yves Montand, Gilbert Bécaud i Georges Moustaki. També es va relacionar amb intel·lectuals com Jean Cocteau.
 
El 1946 va viatjar a Nova York, on va conèixer el boxejador francès Marcel Cerdan (campió mundial de pes mitjà el 1948) de qui es va enamorar. Però Cerdan va morir en un accident d'avió el 1949. Édith es va sumir en una nova depressió i va buscar refugi novament en l'alcohol i els barbitúrics. En aquesta època, estripada pel dolor, la cantant va crear molts dels seus grans èxits.


El 1950 va aconseguir un gran èxit al Paris Olympia, un local que estava sota amenaça de desaparèixer per problemes financers. És aquí, el seu saló d'espectacles preferit, on interpreta la cançó Non, je ne regrette rien, una cançó que s'adaptava perfectament a la descripció de la seva personalitat. El seu èxit va ser tan clamorós que va salvar l'Olympia.

El 1951, la intèrpret francesa va tenir un greu accident automobilístic amb el seu col·laborador, el també cantant Charles Aznavour. Va quedar molt malparada i durant mesos es va veure obligada a romandre al llit. Va necessitar morfina per combatre els dolors que patia i es va tornar addicta a aquesta droga.

En aquesta època Piaf va col·laborar amb Charles Aznavour en cançons com Jezébel. Aznavour era alhora el seu secretari, xofer, confident i amant. La cantant també va mantenir relacions sentimentals amb Marlon Brando, Yves Montand, Georges Moustaki i Theo Sarapo.

El 1956, Édith Piaf va triunfar al Carnegie Hall de Nova York, un local al qual va tornar amb freqüència. Aquest mateix any va iniciar una cura de desintoxicació.



El 1962, Édith Piaf ja estava molt malalta i necessitava continus ingressos hospitalaris. Però no deixava la seva addicció i prenia morfina contínuament. La seva fràgil i diminuta figura (media 1,47 m.) era cada cop més reduïda, a conseqüència de l'artrosi, que també li impedia caminar normalment. Asseguda en una cadira de rodes veia passar el temps.

També patia insuficiència hepàtica, a conseqüència de la cirrosi alcohòlica i probablement d’un càncer de fetge. Va morir a conseqüència d'una hemorràgia per trencament d'aneurisme. L'arquebisbe de París li va negar un funeral al·legant la seva condició de divorciada, la seva vida irada i el seu menyspreu per la hipòcrita moral de la societat, que tantes vegades havia denunciat a les seves cançons. L'Osservatore Romano, el diari del Vaticà, va afirmar que la genial cantant francesa vivia en pecat públic.

El dia del seu enterrament, el bulliciós trànsit de París es va aturar. Una multitud immensa d'admiradors es va congregar en un extens seguici fúnebre a través de tota la ciutat, per rendir-li el seu darrer homenatge des del Boulevard Lannes fins al cementiri Père-Lachaise.







Édith Piaf: La vie en rose




Édith Piaf: La foule




Édith Piaf: Milord




Funeral de Édith Piaf (14 octubre 1963)



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