Óleo sobre tela 137x139 cm Tate Gallery. Londres. |
La muerte de su hermana mayor Johanne Sophie (1866-1877) víctima de la tuberculosis a los 15 años de edad, impresionó vivamente a Edvard Munch, hasta el punto que realizó seis pinturas y numerosos grabados, aguafuertes y litografías sobre este tema durante más de 40 años (período 1885-1926), en gran variedad de formatos.
Munch había padecido también tuberculosis en su infancia y estuvo a punto de morir. Tal vez su obsesión en pintar repetidamente el tema deriva de su desesperación y remordimientos por haber sobrevivido y afrontar su sentimiento de pérdida por su querida hermana difunta.
En todas las pinturas aparece Sophie incorporada en una silla, probablemente a causa de la disnea de la fase terminal, recostando su cabeza en un gran almohadón blanco y cubierta con una gran manta. Tras ella un espejo, oculto parcialmente, que podría interpretarse simbólicamente como su vida. Aparece siempre acompañándola una desesperada mujer morena, de cierta edad. Sophie aparece con el cabello rojizo, con aspecto frágil, la piel pálida, de enferma. La mirada, vacía, se dirige angustiada a un gran cortinaje que aparece en el lado derecho, que ha sido interpretado por todos los críticos como un símbolo de la inminente muerte.
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Edvard Munch. Primera versión de la obra (1885-1886) Nasjonalgalleriet. Oslo
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La niña agarra las manos de su acompañante. La unión de las manos crean una imagen muy intensa y patética, que manifiesta el fuerte vínculo entre los dos personajes. Muy probablemente la acompañante es Karen, la tía de Sophie. Las manos unidas se sitúan siempre, en todas las versiones, en el centro exacto de cada obra. La mujer mantiene la cabeza inclinada, como si no pudiera soportar la mirada de la moribunda, y el espectador solamente piuede ver la parte alta de su cabeza. Algunos críticos han observado que la mujer está más afligida que la niña, como si la niña intentara consolarla de un desenlace previsible y cercano.
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Much: La niña enferma (1896). Konstmuseet. Gotemburgo
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El resto de la escena es muy austero. A la derecha aparece una mesa vagamente insinuada, con un vaso. Una botella está colocada en una mesilla o tocador a la izquierda.
El colorido de las pinturas varían según la versión. En las primeras pinturas aparece el blanco, tal vez un símbolo del olvido. En versiones sucesivas, verdes y amarillos, como representaciones expresivas de la enfermedad. Los rojos aparecen en la mayoría de los trabajos representando la característica más dramática y física de la tuberculosis en su fase final: los esputos de sangre.
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Edvard Munch. La niña enferma 1907. 118 x 120 cm. Thiel Gallery, Estocolmo. |
La crítica de arte Michelle Facos comentó que la pintura muestra al espectador "una escena experimentada a corta distancia pero turbia, como vista a través de las lágrimas o el velo de la memoria".
Las seis versiones pintadas son:
- 1885–1886, Nasjonalgalleriet, Oslo. Impresionista, dominada por pinceladas verticales fuertes, en la que predominan tonos blancos, grises y verdes. Algunas pequeñas áreas fueron repintadas.
- 1896, Konstmuseet, Goteburg. Fue pintada mientras Munch vivía en París. Predominan los tonos verdes y una paleta más rica. Sin embargo las pinceladas son más finas.
- 1907, Thielska Galleriet, Estocolmo. Encargo del sueco financiero y coleccionista de arte Ernest Thiel. Thiel era un admirador de Munch, un retrato del ídolo del banquero Friedrich Nietzsche, cuyos trabajos más tarde tradujo al sueco.
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Edvard Munch, La niña enferma, 1925. Óleo sobre tela, 117 × 118 cm. Museo Munch. Oslo.
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- 1907 Tate Gallery, Londres. Esta obra también fue encargada por Thiel. Durante un tiempo esta pintura se creyó que había sido ejecutada en 1916. El trabajo estuvo en la Gemäldegalerie de Dresde hasta 1928. (Es la imagen que encabeza este escrito)
- 1925 o anterior. Museo Munch, Oslo. Hay dudas sobre la datación exacta de la pintura. Algunos historiadores del arte creen que se trata de una obra realizada algunos años antes, en 1916.
- 1927 o anterior. Museo Munch, Oslo.
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Edvard Munch. La niña enferma, 1895. Grabado a punta seca.
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The Sick child. Edvard Munch.
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