viernes, 7 de febrero de 2020

La enfermedad, atracción de circo: (I) Historia del circo





Georges Pierre Seurat

El circo
 (1891)

 Óleo sobre lienzo 180 x 148 cm  
  
Musée d'Orsay. París




Durante el s. XIX, muchos estados patológicos fueron exhibidos como rarezas en los circos. Ya hemos mencionado en otras entradas del blog la exhibición de personas profusamente tatuadas, especialmente mujeres, generalmente con relatos truculentos de que habían sido capturadas por indios u otros pueblos "primitivos" y que las habían tatuado a la fuerza, a modo de tortura. 

Pero antes de considerar las diversas patologías expuestas a la curiosidad morbosa en ferias y circos, consideremos la propia historia de los circos, su aparición en Europa y América y los espectáculos que ofrecían. 

Puede considerarse que el circo moderno nació en 1768, cuando el sargento mayor de caballería Phillip Astley compró un terreno en Londres, donde montó una pista circular donde ofrecía espectáculos de acrobacias a caballo. 


Circo Astley (circa 1808). Harvard University.


Pronto descubrió que al galopar en círculos en la pista la fuerza centrífuga le permitía realizar movimientos acrobáticos muy arriesgados y espectaculares sobre su caballo. Sus intrépidas actuaciones tuvieron mucho éxito entre los londinenses, y pronto contrató a algunos acróbatas, saltimbanquis, malabaristas y funambulistas que actuaban entre las distintas exhibiciones de los jinetes. El origen militar del circo de Astley explica que muchos de los uniformes que aparecen en los circos (domadores, presentadores, etc.) tengan por tradición un cierto aspecto castrense, llenos de entorchados, cordones y botones brillantes, que recuerdan a los de algunos oficiales del ejército.  


Botero: Gente de circo
En el show de Astley también actuaba Billy Button, que interpretaba a un individuo muy torpe que intentaba montar un caballo. Button, era muy desgarbado y apenas se sostenía sobre la montura, hasta que un brusco frenazo del animal lo lanzaba por los aires, provocando las carcajadas del público.  Se iniciaba así la tradición de los personajes cómicos, que darían más tarde paso a los payasos. 

Astley supo realizar adecuadamente la publicidad y regentó tan bien su negocio que muy pronto tuvo grandes beneficios. No tardaron en salirle competidores e imitadores. 


Botero: El circo. 
Uno de ellos fue precisamente su discípulo Charles Hughes, que abandonó a su maestro, para crear The Royal Circus and Philarmonic Academy. Por primera vez se usó la palabra ‘circo’ para designar a estos espectáculos. Ciertamente era una reminiscencia del circo romano, en referencia a un espectáculo que se realizaba en una pista circular. Un error de origen, ya que los circos romanos (donde se realizaban carreras de carros) eran elípticos, no circulares. Eran los anfiteatros romanos los recintos redondos. Pero nadie se dio cuenta de este error y al moderno espectáculo de variedades le quedó el nombre de circo. 


Celso Lagar
Con el paso del tiempo nacieron otros, como el Ringling Brothers and Barnum and Bailey Circus de Estados Unidos (1871), que presentó a una de las primeras mujeres barbudas; el Circo de Moscú (1880), que estatalizó Lenin en 1919; el Cirkus Krone alemán, que se especializó en la doma de fieras (1905). 

En Catalunya, el primer espectáculo de estas características tuvo lugar en Reus en 1789 (a la sazón Reus era la segunda ciudad de Catalunya). Fue una exhibición ecuestre en el Teatre Principal (también llamado Teatre de les Comèdies) a cargo de la compañía francesa Jean Gadis Colman. Diez años después los italianos Francesco Frescara y Giacomo Chiarini realizaron una función con equilibristas, sombras chinas, y acrobacias. En Madrid, se creó el circo Price de Madrid (1868) que recibió su nombre de su fundador, un domador de caballos irlandés llamado Thomas Price. 


Picasso

A los espectáculos de circo se añadieron trucos de magia, payasos y domadores de fieras. Era una época en la que no era fácil ver animales salvajes, como leones, tigres o elefantes y exhibirlos sometidos a la voluntad de un domador suscitaba mucha expectación. En la actualidad cualquiera puede ver reportajes de animales en libertad y este tipo de exhibiciones no tienen ya sentido alguno. De hecho, los espectáculos con animales están ya prohibidos en muchos lugares. 



Hagenbeck-Wallace Circus, 1932 (Foto Kelty, Edward J.)


En los primeros tiempos del circo cualquier cosa capaz de provocar la admiración o la extrañeza del público era bienvenida. Fue este el caso de algunas enfermedades y deformaciones que fueron exhibidos como prodigios de la naturaleza. Casos de enanismo o gigantismo, mujeres barbudas, ictiosis u otros cuadros patológicos se equipararon con la exhibición de animales malformados, fieras o animales exóticos, habilidades de prestidigitación o malabares, trapecismo o funambulismo. Tales números fueron muy populares tanto en los EUA como en Europa  entre 1840 y 1965. De esta concepción de las enfermedades como espectáculo hablaremos en una próxima entrada del blog. 




Tod Brewning: Freaks (1932) 











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