viernes, 17 de enero de 2020

La nariz rota de Miguel Ángel







Daniele de Volterra

Busto de Miguel Ángel

Escultura de bronce  
Museo Nazionale del Bargello. 
Florencia. 




Daniele da Volterra (1509-1566) fue un escultor manierista italiano. Colaboró con Miguel Ángel Buonarroti en diversas ocasiones, especialmente en la realización de los frescos de la capilla Sixtina. A la muerte de Miguel Ángel, el papa Pío V le encargó que tapara con velos las zonas genitales de los desnudos de dicha capilla, por lo que le valió el apodo de "il Braghettone".

Daniele da Volterra también nos dejó algunos retratos de Miguel Ángel, como el busto con el que iniciamos este post, en el que se ve la nariz visiblemente fracturada, como la de un púgil de boxeo. 

Imagen relacionada
Michelangelo Buonarroti.
Grabado de Cosmo Armstrong a partir del retrato
original de Jacopino del Conte (c1535), para la serie
 ‘Physiognomical Portraits’, Londres 1824.
Obsérvese la "nariz de boxeador" del genial artista,
como consecuencia de la fractura nasal. 
La causa de la fractura de la nariz de Miguel Ángel se remonta a un suceso que tuvo lugar en su juventud, en el curso de una pelea. 

Al parecer, Miguel Ángel que tenía un carácter mordaz y bastante ácido, se burló un día de los dibujos que realizaba Pietro Torrigiano. En aquella época, ambos acudían a dibujar a la iglesia del  Carmine, en Florencia, junto con otros jóvenes artistas, bajo el mecenazgo de Lorenzo de Médici. 

Torrigiano no llevaba bien que a Lorenzo de Médici y al mismo papa le gustaran los dibujos de Miguel Ángel. Estaba un poco celoso. Solo faltó el comentario despectivo que Buonarroti hacía de sus obras. La discusión entre ambos subió de tono y pronto pasó a las manos. En el curso de la disputa, Torrigiano propinó un fuerte puñetazo en la cara de Miguel Ángel fracturándole los huesos nasales. 


Pietro Torregiano: San Jerónimo



A consecuencia de estos hechos, Torrigiano tuvo que afrontar la condena y el exilio de Florencia. Se refugió en Sevilla, en donde dejó diversas obras de consideración entre las que destaca un San Jerónimo penitente para el monasterio de Buenavista (actualmente en el Museo de Bellas Artes de Sevilla). 

Pero la nariz de Miguel Ángel quedó con las secuelas de la fractura toda la vida. Un recuerdo de una traumática reyerta entre dos grandes escultores del Renacimiento.   


Francisco de Goya:  No comas celebre Torregiano. Acuarela



En 1522, Torrigiano fue encarcelado por la Inquisición. En otro de sus ataques de ira, había destruído la imagen que había realizado de la Virgen por encargo del duque de Arco. Torregiano consideró que no se le había pagado suficientemente su trabajo, y como represalia destruyó su obra. Pero el duque lo denunció por sacrílego ante el Santo Oficio, que lo encarceló. El escultor protestó realizando una huelga de hambre. 

La obra de Torrigiano fue redescubierta por Goya muchos años más tarde. El genial pintor de Fuendetodos, que estudió a fondo la obra del artista del Renacimiento, le dedicó una acuarela donde muestra a su admirado artista florentino en su celda carcelaria, en el curso de su huelga de hambre, con el título "No comas celebre Torregiano".

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