Emil Nolde Vida de santa María Egipcíaca (1912) Tríptico. Óleo sobre tela 86 x 100 cm. Kunstalle, Hamburgo. |
Emil Nolde (Nolde, Gemeinde Buhrkhall, 1867 - Seebüll Neukirchen, Nordsfriesland, 1956) fue uno de los más destacados pintores expresionistas alemanes. Su verdadero nombre era Emil Hansen. Estuvo muy influído por Vincent van Gogh, Edvard Munch y James Ensor. Ha sido considerado como uno de los grandes pintores del s. XX. Perteneció al conocido movimiento Die Brücke ("El Puente"). Sus pinceladas crispadas, el uso de colores vivos y las figuras de rostros a modo de máscaras provocan en el espectador un shock visual y emocional. También destacó como acuarelista. Por tener una ideología cercana al partido nacionalsocialista, se le dejó seguir trabajando durante el III Reich, aunque finalmente su obra fue incluída en el listado de "arte degenerado" censurado por los nazis.
Nolde pintó fundamentalmente paisajes inquietantes y escenas de interior con personajes con caras que parecen máscaras. En obras como en el tríptico de Santa María Egipcíaca da un tratamiento expresionista a las escenas religiosas.
Santa María vivió en su juventud en Alejandría, donde llevó una vida promiscua, llevada por un deseo sexual insaciable y una irrefrenable pasión, como se representa en la primera escena del tríptico. Un día viajó a Jerusalén y se arrepintió de su vida disoluta (en la escena central del tríptico, María aparece implorando el perdón ante una imagen de la Virgen). Se retiró entonces al desierto, donde vivió como ermitaña el resto de su vida dedicada a la meditación y a la penitencia.
Durante este tiempo, en el que hacía constantes ayunos, su cuerpo se cubrió de una abundante vellosidad. Cuando San Zósimo la encontró, 47 años después, la halló desnuda y tan cubierta de pelo que casi era irreconocible como humana. Esta es, precisamente la escena que representa Nolde en el último panel: Zósimo halla a una María hirsuta y agónica, mientras un león le está preparando su tumba excavándola con sus garras.
Nolde pintó fundamentalmente paisajes inquietantes y escenas de interior con personajes con caras que parecen máscaras. En obras como en el tríptico de Santa María Egipcíaca da un tratamiento expresionista a las escenas religiosas.
Emil Nolde: Tríptico de Sta. María Egipcíaca. Vista de conjunto de la obra. |
Santa María vivió en su juventud en Alejandría, donde llevó una vida promiscua, llevada por un deseo sexual insaciable y una irrefrenable pasión, como se representa en la primera escena del tríptico. Un día viajó a Jerusalén y se arrepintió de su vida disoluta (en la escena central del tríptico, María aparece implorando el perdón ante una imagen de la Virgen). Se retiró entonces al desierto, donde vivió como ermitaña el resto de su vida dedicada a la meditación y a la penitencia.
Durante este tiempo, en el que hacía constantes ayunos, su cuerpo se cubrió de una abundante vellosidad. Cuando San Zósimo la encontró, 47 años después, la halló desnuda y tan cubierta de pelo que casi era irreconocible como humana. Esta es, precisamente la escena que representa Nolde en el último panel: Zósimo halla a una María hirsuta y agónica, mientras un león le está preparando su tumba excavándola con sus garras.
Se han
descrito cuadros de hirsutismo generalizado causados o agudizados en
situaciones de caquexia, anorexia o ayunos repetidos. Tal vez estos estados patológicos podrían estar en la base de la leyenda de esta santa ermitaña. La vida de privaciones y penitencia, con estricta restricción alimentaria, podría haber favorecido un hirsutismo generalizado que cubriendo su cuerpo de vello.
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