jueves, 12 de enero de 2017

Enfermedades cutáneas en el Oeste americano.




Frederic Remington 

La cena de los cazadores
(En torno a la hoguera)
(1909)

Oleo sobre lienzo. 68,5 x 76,2 cm. 
National Cowboy and Western Heritage Museum. Oklahoma 





Frederic S. Remington (1861 - 1909) fue un pintor, dibujante, escultor y escritor especializado en temas relacionados con el Oeste norteamericano en el último cuarto del s. XIX. Sus descripciones de la dura vida de los cowboys, sus luchas con los indios o de las escenas de caza de bisontes nos han dejado una vívida imagen de lo que fue la lucha por la supervivencia en aquel lugar y en aquel tiempo.


Frederic Remington: La vieja diligencia de la pradera (1901)
En el tiempo en el que los pioneros accedieron al Lejano Oeste norteamericano, la dermatología no estaba todavía constituída como especialidad médica en aquellas remotas tierras. Los rudos vaqueros y los nómadas que atravesaban la pradera en sus caravanas podían aspirar como máximo a los auxilios de algún practicante o de algunos empíricos charlatanes.

Sin embargo, por algunas cartas y textos de aquella época tenemos noticia de los problemas cutáneos que se les presentaban más comúnmente. Probablemente uno de los más frecuentes eran las picaduras de mosquito:
    
               "De día y noche entran en las casas, y cuando la gente se ha ido a dormir comienza su desagradable zumbido, se acercan  a la cama y chupan tanta sangre que apenas pueden volar. Su picadura puede causar ampollas en las personas de complexión delicada..."  (Kalm, 1777)


Frederic Remington. El explorador: ¿Amigos o enemigos? (1902-1905)

Otros testimonios dan fe de la intensidad de las picaduras. Era frecuente la aparición de grandes ampollas que podían afectar grandes áreas. Pero no siempre eran los mosquitos los únicos insectos agresores. También abundaban los chinches y las pulgas:

          "...cuando salgo al campo y me veo obligado a pernoctar en las cabañas de los indios, encuentro tal cantidad de pulgas, que es como si estuviera en el potro de tortura..." (Kalm, 1777)


Frederic Remington. The Bronco buster. Bronce (1909)
Los colonos también sufrían lesiones por el contacto con algunas plantas como la hiedra venenosa:

          "...se hincha la cara, las manos y frecuentemente el cuerpo entero, y se siente un dolor intenso. Algunas veces aparecen vesículas o ampollas en gran cantidad, tanto que el enfermo parece que haya contraído la lepra. En algunas personas se desprende la capa externa de la piel, pelándose en pocos días, y parece que se hayan quemado todo el cuerpo... He conocido algunos viejos que tienen más miedo de este árbol que de la picadura de una víbora..." (Kalm, 1777) 

     Asimismo, podemos encontrar testimonios de algunas erupciones cutáneas causadas por alimentos:

          "La familia de un judío llamado Meyer, se reunió un día y tomaron para comer un pescado de la familia de la perca, uno de los más sabrosos pescados de esta zona. Poco tiempo después de la comida, la mayoría de miembros de la familia, especialmente los que habían comido el hígado del pescado, comenzaron a presentar náuseas, dolor de cabeza y fiebre. Les apareció una erupción cutánea y poco después se pelaron" (Schoepf, 1783-1784)

     Las tiñas, especialmente las tiñas del cuerpo, eran muy frecuentes. Al parecer, los colonos las trataban con remedios confeccionados con jugos de plantas del país, que aplicaban en las zonas afectadas. También la sarna era una afección común. Se combatía con algunas plantas a las que se añadía azufre. Las plantas locales también se aplicaban en otras muchas dermatosis, como en aftas, paroniquias, impétigos, erisipelas, herpes y verrugas.  Y no olvidemos los milagrosos crecepelos que para la caída del cabello preconizaban los numerosos charlatanes y curanderos de la época y que ya han pasado a formar parte del mítico paisaje del Oeste americano.

     En cuanto a las enfermedades de transmisión sexual, abundan las alusiones a la sífilis. Aunque no son referencias muy profundas, muchas de ellas señalan las similitudes entre la sífilis y la pinta, lo que es usado para subrayar el origen americano de la sífilis. Muchas de estas referencias señalan la mayor benignidad que suele presentar la sífilis entre los indios.




Bibliografía


Kalm P. Travels into North America. Warrington: William Eyres 1777

Schoepf JD. Travels in the Confederation, 1783-1784. Philadelphia: AJ Morrison, 1911

Lane JE. Skin Diseases and Syphilis in the English Colonies of North America. Arch Dermatol 1925, 11: 721-735






   


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