Gustave Doré
La plaga de las tinieblas (1860) Grabado sobre papel. Santa Biblia |
En anteriores entradas del blog hemos considerado las plagas de Egipto narradas en el Éxodo y hemos expuesto algunas de las hipótesis que se han propuesto para explicar los fenómenos naturales que las pudieron causar. Comentaremos hoy las plagas 7, 8 y 9.
Ya hemos comentado la teoría que relaciona la llamada erupción volcánica minoica con toda la concatenación de las mencionadas plagas. Una teoría que cada vez tiene más partidarios entre los estudiosos del tema. De todas las plagas, las que más claramente se pueden relacionar con fenómenos volcánicos son la 7ª (lluvia de fuego y granizo) y la 9ª (tinieblas). Entre estas dos, la 8ª plaga, la invasión de langostas, es un fenómeno más indirecto.
La séptima plaga de Egipto fue una destructiva tormenta, que algunos relacionan con la que comenta la estela de Ahmosis.
Según el Éxodo, Yahvé le dijo a Moisés que levantase su vara hacia el cielo, momento en el cual la tormenta comenzó. Era incluso más sobrenatural que las plagas anteriores, una poderosa ducha de granizo mezclada con fuego. La tormenta dañó gravemente a los huertos y cultivos egipcios, así como a las personas y al ganado. La tormenta azotó todo Egipto excepto la tierra de Gosén, donde habitaban los hebreos.
Ya hemos comentado la teoría que relaciona la llamada erupción volcánica minoica con toda la concatenación de las mencionadas plagas. Una teoría que cada vez tiene más partidarios entre los estudiosos del tema. De todas las plagas, las que más claramente se pueden relacionar con fenómenos volcánicos son la 7ª (lluvia de fuego y granizo) y la 9ª (tinieblas). Entre estas dos, la 8ª plaga, la invasión de langostas, es un fenómeno más indirecto.
Mezey Lajos (1860) Erupción volcánica. |
VII - Lluvia de fuego y granizo
(Éxodo 9,13-35)
La séptima plaga de Egipto fue una destructiva tormenta, que algunos relacionan con la que comenta la estela de Ahmosis.
Según el Éxodo, Yahvé le dijo a Moisés que levantase su vara hacia el cielo, momento en el cual la tormenta comenzó. Era incluso más sobrenatural que las plagas anteriores, una poderosa ducha de granizo mezclada con fuego. La tormenta dañó gravemente a los huertos y cultivos egipcios, así como a las personas y al ganado. La tormenta azotó todo Egipto excepto la tierra de Gosén, donde habitaban los hebreos.
"Entonces el Señor dijo a Moisés: «Extiende tu mano hacia el cielo, y que caiga el granizo sobre la gente, los animales y la vegetación que crece en los campos, en todo el territorio de Egipto». Moisés extendió su bastón hacia el cielo, y el Señor envió truenos y granizo. Cayeron rayos sobre la tierra, y el Señor hizo llover granizo sobre Egipto. El granizo y el fuego que formaba remolinos en medio de él, se precipitaron con tal violencia, que nunca hubo en Egipto nada semejante desde que comenzó a ser una nación." (Exodo 9: 18)
Las erupciones volcánicas suelen venir a menudo acompañadas aparatosos fenómenos eléctricos. Es lo que se denomina tormenta sucia.
La fricción de las cenizas volcánicas entre sí y con otras partículas desprendidas durante una erupción hace que se carguen fácilmente de electricidad estática, como cuando frotamos un bolígrafo contra la manga de la camisa. Las cargas de distinto signo se separan y dan lugar relámpagos, rayos y a aparatosos fenómenos eléctricos.
Esas mismas partículas, al ascender por encima de los 10.000 metros, provocan la condensación de la humedad sobre ellas, formando piedras de hielo que se conocen como hielo volcánico.
Así que puede haber una lluvia de ceniza volcánica incandescente, y lapilli. A veces incluso se puede mezclar con fragmentos de hielo. El conjunto puede dar una sensación muy parecida al granizo mezclado con fuego.
VIII - Langostas y Saltamontes
(Éxodo 10,1-20)
La octava plaga de Egipto fue una invasión de langostas. Antes de la plaga, Moisés acudió al faraón y le advirtió de la inminente plaga de langostas. Los funcionarios suplicaron al faraón que permitiera que los israelitas fueran libres, ya que iban a sufrir los efectos devastadores de una plaga de langostas, pero éste aún era renuente a ceder. El orador propuso entonces un compromiso: los hombres israelitas serían autorizados a marcharse, mientras que las mujeres, niños y ganado se quedarían en Egipto. Moisés demandó que cada persona y animal se fuera, pero el faraón se negó. Dios entonces le dijo a Moisés que levantase su vara sobre Egipto y recogió un viento del este. El viento se mantuvo hasta el día siguiente, trayendo un enjambre de langostas. La nube cubrió el cielo, arrojó sombras sobre Egipto y consumió el resto de los cultivos egipcios, acabando con todos los árboles y las plantas.
"El Señor dijo a Moisés: «Extiende tu mano sobre el territorio de Egipto, para que las langostas invadan el país y devoren toda la vegetación que dejó el granizo». Moisés extendió su bastón sobre el territorio de Egipto, y el Señor envió sobre el país el viento del este, que sopló todo aquel día y toda la noche. Cuando llegó la mañana, el viento ya había traído las langostas." (Éxodo 10:12)
Langosta del desierto (Schistocerca gregaria) |
Las langostas son insectos solitarios que sin embargo tienden a agruparse en épocas de apareamiento. En ocasiones pueden llegar a reunirse colonias de 40 y hasta 80 millones de insectos, ocupando superficies de más de 1000 Km2. Son muy frecuentes alrededor del delta del Nilo.
Se muestran especialmente activos cuando abundan las lluvias y sopla fuerte viento, lo que podría explicar sin dificultad el episodio de la octava plaga. Algunos animales parecen que presienten el peligro al producirse terremotos o erupciones volcánicas y en estos casos se producen grandes desbandadas.
Nube de langostas en África |
La plaga de langostas, no es algo excepcional sino que es un fenómeno que se repite en diversas latitudes del mundo. Este mismo año (febrero-mayo de 2020) una pavorosa plaga de langostas amenaza a diversos países de África oriental (Kenya, Etiopía, Uganda, Somalia) y Sudamérica (Argentina, Paraguay). La langosta del desierto (Schistocerca gregaria) se considera la plaga migratoria más destructiva del mundo, pues un enjambre de una extensión de un kilómetro cuadrado puede consumir la misma cantidad de alimentos en un día que 35.000 personas.
IX - Tinieblas
(Éxodo 10,21-29)
En la novena plaga, Dios le dijo a Moisés que alzase sus manos al cielo, para que la oscuridad cayera sobre Egipto. Esta oscuridad era tan pesada que un egipcio podía sentirla físicamente. Duró tres días, tiempo durante el cual sólo hubo luz en las casas de los israelitas.
"El Señor dijo a Moisés: «Extiende tu mano hacia el cielo, para que Egipto se cubra de una oscuridad tan densa que se pueda palpar». Moisés extendió su mano hacia el cielo, y una profunda oscuridad cubrió todo el territorio de Egipto durante tres días. Todo ese tiempo estuvieron sin verse unos a otros y sin que nadie pudiera moverse de su sitio. Pero en las viviendas de los israelitas había luz."
El oscurecimiento del cielo es muy explicable si se relaciona con la explosión del volcán Thera. Probablemente la erupción produjo una densa nube de cenizas que cubrió los cielos durante días en un radio de cientos de kilómetros alrededor del volcán.
Ereupción del volcán Eyjafjallajökull en Islandia |
Este fenómeno es frecuente tras grandes erupciones volcánicas. Tenemos aún fresco el recuerdo del volcán Eyjafjallajökull en Islandia, cuya erupción paralizó en 2010 el tráfico aéreo en Europa a causa de la nube de cenizas que levantó hacia la estratosfera.
También hay quien piensa en la posibilidad de un eclipse solar total, que frecuentemente aterrorizaba a los pueblos poco instruidos en astronomía.
Todas estas calamidades culminaron en la décima plaga en la que el ángel de la muerte dio muerte en una sola noche a todos los primogénitos de las familias egipcias. También hay quien piensa en la posibilidad de un eclipse solar total, que frecuentemente aterrorizaba a los pueblos poco instruidos en astronomía.
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