lunes, 20 de julio de 2020

Historia de la Aspirina (I): Antecedentes



293908 Salix alba L. / Sturm, J., Sturm, J.W., Deutschlands flora ...




Sturm, J; Sturm, J.W. 

Salix alba L. 
(1808-1809)

Grabado. En: 
Deutschlands flora, 
vol. 7: t. [16] (1808-1809) 






Uno de los fármacos  importantes en la historia de los medicamentos es el ácido acetilsalicílico (AAS), más conocida por su primer nombre comercial, Aspirina. Su uso terapéutico ha supuesto un antes y un después en el tratamiento del dolor. Incluso el filósofo Ortega y Gasset le dio el nombre de "la época de la Aspirina".

Aunque en realidad apareció en los últimos años del s. XIX, podemos considerar ciertos antecedentes dignos de mención. El ácido salicílico recibe este nombre por derivar del sauce. Y ya encontramos un lejano antecedente en Hipócrates, que en el 400 a.C. recomendaba una bebida de hojas de sauce para aliviar los dolores del parto. 


Doña Francisca Enríquez de Rivera: La Santa Virreina.(1638)



Durante muchos años no encontramos ninguna referencia más. Pero en 1633 un monje agustino llamado Calancha, que vivía en Perú, describió un árbol llamado "árbol de la fiebre", del que decía que su corteza, pulverizada y preparada como bebida, aliviaba las fiebres altas. Dice la leyenda que en 1638 trataron así el paludismo de Doña Francisca Enríquez, esposa de Luis Jerónimo, IV conde de Chinchón que había sido nombrado virrey del Perú, por lo que pronto se conoció como chinchona. Al cabo de poco tiempo los jesuitas comenzaron a importar la corteza a Europa. Por este motivo pronto fue también conocida como  corteza de los jesuitas o corteza peruana. 

La corteza de chinchona se usó como analgésico y antipirético alrededor de dos siglos antes de que se aiuslase su principio activo: la quinina. Actualmente la quinina se usa casi exclusivamente para tratar la malaria. Existen muchas objeciones para usarla como agente analgésico y antipirético de rutina. Una de ellas es su sabor amargo característico, especialmente si se toma en infusión o como extracto. 


Imprimir Vintage árbol de Cinchona officinalis cinchona rojo | Etsy
Chinchona officinalis en un grabado antiguo.

En 1758 un clérigo inglés, el Rvdo. Edward Stone mientras daba un paseo por una pradera de Chipping Norton, se le ocurrió, por una razón o por otra, probar la corteza de un árbol común, el sauce blanco (Salix alba). Se sorprendió de su amargo sabor que le recordó al de la corteza de chinchona. 


Al reverendo se le ocurrió que el sauce podía tener una sustancia parecida a la chinchona. Además en aquel tiempo se guiaban por la "teoría de las señales" una manera de pensar por la que el mejor sitio para encontrar el remedio de una enfermedad estaba en el mismo lugar donde se producía la enfermedad. El sauce crece bien cerca de pantanos y humedales, y en aquel tiempo se relacionaban las fiebres con lugares húmedos. 

El caso es que el Rvdo. Stone decidió preparar su propio extracto de corteza de sauce. Lo probó en 15 personas con fiebre y le pareció que la fiebre disminuía al tomarlo. En 1763 decidió comunicarlo a Lord Macclesfield, presidente de la Royal Society, en una carta que todavía se conserva. 

A partir de entonces se fue prescribiendo la corteza de sauce, pero generalmente como sustitutivo de la corteza de chinchona, que cada vez era más escasa y más cara. Fueron necesarios 60 años después de la carta de Stone para que los químicos determinasen el principio activo del sauce, al que llamaron salicina. 


Spiraea Ulmaria Meadow-sweet Drawing by English School
Escuela inglesa: Spiraea ulmaria. Grabado (s.XIX)

Por esta época los químicos y farmacéuticos andaban muy ocupados buscando medicamentos alternativos para reducir la fiebre. Muchos de ellos investigaban remedios vegetales. En los primeros años del s. XIX, un farmacéutico suizo, S. F. Pagenstecher experimentaba con diferentes hierbas silvestres. Entre los extractos que preparó destacaba uno que obtenía de una mata alta con pequeñas flores blancas agrupadas en racimo. Era la que popularmente se conocía como "dulzura de la pradera", "reina de la pradera" o "ulmaria" (Spiraea ulmaria). 

Posteriormente todos estos conocimientos botánicos dieron pie a las investigaciones químicas, aunque de esto hablaremos en otra entrada del blog. 

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