Sturm, J; Sturm, J.W.
Salix alba L. (1808-1809) Grabado. En: Deutschlands flora, vol. 7: t. [16] (1808-1809) |
Aunque en realidad apareció en los últimos años del s. XIX, podemos considerar ciertos antecedentes dignos de mención. El ácido salicílico recibe este nombre por derivar del sauce. Y ya encontramos un lejano antecedente en Hipócrates, que en el 400 a.C. recomendaba una bebida de hojas de sauce para aliviar los dolores del parto.
Doña Francisca Enríquez de Rivera: La Santa Virreina.(1638) |
Durante muchos años no encontramos ninguna referencia más. Pero en 1633 un monje agustino llamado Calancha, que vivía en Perú, describió un árbol llamado "árbol de la fiebre", del que decía que su corteza, pulverizada y preparada como bebida, aliviaba las fiebres altas. Dice la leyenda que en 1638 trataron así el paludismo de Doña Francisca Enríquez, esposa de Luis Jerónimo, IV conde de Chinchón que había sido nombrado virrey del Perú, por lo que pronto se conoció como chinchona. Al cabo de poco tiempo los jesuitas comenzaron a importar la corteza a Europa. Por este motivo pronto fue también conocida como corteza de los jesuitas o corteza peruana.
La corteza de chinchona se usó como analgésico y antipirético alrededor de dos siglos antes de que se aiuslase su principio activo: la quinina. Actualmente la quinina se usa casi exclusivamente para tratar la malaria. Existen muchas objeciones para usarla como agente analgésico y antipirético de rutina. Una de ellas es su sabor amargo característico, especialmente si se toma en infusión o como extracto.
Chinchona officinalis en un grabado antiguo. |
El caso es que el Rvdo. Stone decidió preparar su propio extracto de corteza de sauce. Lo probó en 15 personas con fiebre y le pareció que la fiebre disminuía al tomarlo. En 1763 decidió comunicarlo a Lord Macclesfield, presidente de la Royal Society, en una carta que todavía se conserva.
A partir de entonces se fue prescribiendo la corteza de sauce, pero generalmente como sustitutivo de la corteza de chinchona, que cada vez era más escasa y más cara. Fueron necesarios 60 años después de la carta de Stone para que los químicos determinasen el principio activo del sauce, al que llamaron salicina.
Escuela inglesa: Spiraea ulmaria. Grabado (s.XIX) |
Por esta época los químicos y farmacéuticos andaban muy ocupados buscando medicamentos alternativos para reducir la fiebre. Muchos de ellos investigaban remedios vegetales. En los primeros años del s. XIX, un farmacéutico suizo, S. F. Pagenstecher experimentaba con diferentes hierbas silvestres. Entre los extractos que preparó destacaba uno que obtenía de una mata alta con pequeñas flores blancas agrupadas en racimo. Era la que popularmente se conocía como "dulzura de la pradera", "reina de la pradera" o "ulmaria" (Spiraea ulmaria).
Posteriormente todos estos conocimientos botánicos dieron pie a las investigaciones químicas, aunque de esto hablaremos en otra entrada del blog.
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