martes, 17 de marzo de 2020

Cuarentena









Vittore Carpaccio


El encuentro y la partida de los novios, del ciclo de Santa Ursula, 


(detalle de un barco, 1490-96)



Óleo sobre lienzo. 
Galleria dell'Accademia. Venecia. 





En un cuadro del pintor véneto Vittore Carpaccio (1465-1525) aparece a lo lejos, fondeado, un barco de la época, que puede servirnos de punto de partida para comentar el término médico de cuarentena. Porque en sus inicios, este fue un vocablo esencialmente marinero, vinculado con la historia de la Serenísima República de Venecia. 

En efecto, una práctica habitual para evitar la propagación de enfermedades epidémicas consistía en que cuando un barco arribaba a Venecia, se le hacía permanecer anclado en un lugar determinado durante 40 días antes de darle la autorización para entrar en el puerto. 

Este procedimiento fue habitual desde el s.XIV (probablemente la mala experiencia de la Peste Negra, que probablemente entró por el puerto veneciano, lo había inspirado) y recibió el nombre de quarantina, derivado de la expresión italiana quaranta giorni, cuarenta días. Parece ser que este lapso de tiempo se fijó por ser éste el tiempo que dura la Cuaresma, período de depuración, ayuno y penitencia antes de la Pascua. La Cuaresma, abreviatura del latín quadrigesima dies, toma a su vez su nombre de los cuarenta días que según el evangelio pasó Jesús ayunando en el desierto, lo que se tomó como símbolo de purificación en las cuarentenas. Aunque en realidad la cuaresma (del miércoles de ceniza al Domingo de Resurrección) dura 46 días. Y si no me creéis tomad un calendario y comprobadlo.

Otros creen que además del aspecto simbólico había una razón médica. El agente productor de la peste Yersinia pestis, puede permanecer hasta 35 días sobre los enfermos de peste. Tal vez por esto, la cuarentena era un período de 40 días. Un período suficientemente seguro para no expandir la enfermedad. 



Horace Vernet: El cólera a bordo del "Melpomene"

Los barcos solían transportar mercaderías exóticas, muchas de ellas procedentes de lejanas tierras (Oriente, América, África...) por lo que con cierta frecuencia también servían para transportar gérmenes patógenos, como el cólera, por ejemplo. Sus largas travesías hacía que en muchos casos la tripulación enfermara a bordo o que incubaran la infección durante el viaje, por lo que muchos de ellos presentaban los síntomas al poco tiempo de desembarcar. Por esta razón, la costumbre del aislamiento preventivo se fue implantando progresivamente en otras localidades costeras, hasta generalizarse. Todas ellas siguieron denominándola a la manera de los marineros venecianos: quarantine (inglés); cuarentena (castellano); quarantena (catalán); corentena (gallego); koarentenan (euskera); mise en quarantaine (francés); quarantäne (alemán); quarentena (portugués); karantina (turco)... 

Actualmente la palabra cuarentena ha pasado al vocabulario de Medicina Preventiva para expresar el aislamiento de personas o animales durante un cierto período de tiempo con el fin de evitar o limitar el riesgo de propagación de una determinada enfermedad. No siempre hace honor a su nombre, ya que no es necesario que sea durante cuarenta días, y su duración (variable) se establece en relación a las diferentes enfermedades que se quiere prevenir, en general en relación con el tiempo estimado de incubación de las mismas.  

Las formas de aislamiento más antiguas efectivas conocidas son las mencionadas en el libro bíblico del Levítico, en el que se recomienda que cuando alguien presenta signos de enfermedad, sea apartado de la comunidad por un tiempo, por ser considerado impuro:
"Si la mancha brillante en la piel es blanco pero parece no ser más que la piel profunda y el pelo no ha vuelto blanco, el sacerdote es aislar a la persona afectada durante siete días. En el séptimo día el sacerdote es examinarlas y si ve que la llaga se ha modificado y no se ha extendido en la piel, es aislarlos por otros siete días". 
(Lev, 15: 4-5).
Probablemente era también una manera de evitar el contagio. 


Antoine-Jean Gros - Bonaparte visitant les pestiférés de Jaffa.jpg
Antoine-Jean Gros: Napoleón visita a los apestados de Jaffa. Museo del Louvre. París.


Durante la campaña de Egipto, Napoleón quiso visitar a los soldados contagiados de la peste que se hallaban concentrados en Jaffa, para evitar contagios. En un cuadro de Antoine-Jean Gros aparece tocando a los apestados, una imagen de gran contenido simbólico, ya que remitía al legendario poder de curar las escrófulas que se atribuía a los reyes de Francia. Según el mito, durante los ritos de coronación los reyes de Francia tocaban a los escrofulosos para supuestamente curarlos (toucher les écrouelles) lo que reforzaba la idea del supuesto poder divino de la monarquía y su poder taumatúrgico. Al aparecer tocando a los apestados, Napoleón (que quería proclamarse emperador) transmitía la idea de que él también estaba agraciado con este don divino, lo que reforzaba su pretensión imperial. Aunque parece ser que en realidad no los tocó, y ni siquiera se acercó demasiado a ellos. Pero el episodio, debidamente aderezado, fue aprovechado para una campaña publicitaria, transformando a Napoleón no solamente en un general valiente que luchaba al lado de la tropa, sino también en poco menos que un santo milagrero. Es curioso que la visita a Jaffa fue en 1799, pero Gros pintó el cuadro, de enormes dimensiones, en 1804, el año en que tuvo lugar la coronación de Napoleón. 

Por cierto que muchos criticaron que, al volver a Francia, tras desembarcar en Fréjus, Napoleón no respetó la cuarentena que era obligatoria para todas las personas procedentes de un país infectado por la peste. El tema no era menor: la violación de las leyes de cuarentena era un delito muy grave, que se castigaba incluso con la muerte. Posteriormente Bourrienne, secretario de Bonaparte, intentó justificar esta omisión: 
"En vano nos esforzamos por mantener alejada a la gente; nos cogieron a hombros y nos llevaron a tierra. Cuando les dijimos a la multitud de hombres y mujeres el peligro que corrían [de contraer la peste] todos gritaron: "Preferiríamos tener la peste a los austríacos"
No puede negarse que la propaganda napoleónica estaba muy bien trabada. 

Otro concepto diferente es el de confinamiento, por el que se entiende la acción y el efecto de confinar. Etimológicamente deriva del latín con- (que significa conjuntamente, idea de encuentro, comunidad o cosa compartida) y el sustantivo finis (que significa límitetérmino, frontera, fin, final, confín). La palabra confinamiento se usa para expresar la actividad de recluir o enclaustrar a alguien en los límites de un espacio físico, como por ejemplo, una casa. Suele hacerse como medida preventiva para evitar contagios, bien por prevenir una epidemia muy contagiosa (como es el caso de la pandemia de CoVID19) o para realizar una cuarentena en una persona que ha contactado con algún infectado y que puede ser sospechosa de poder haber contraído la enfermedad. 

En las epidemias es muy recomendable proceder a aislar todo un territorio (ciudad, comarca, provincia o estado) cuando se detecta un cluster (foco infeccioso de un gran número de personas infectadas) para prevenir la expansión de la enfermedad. En estos casos, a veces se habla de confinar un territorio, aunque es mejor decir que se ha cerrado, para no confundirlo con el confinamiento de personas. 


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