martes, 4 de diciembre de 2018

Premio a la Excelencia profesional del Colegio de Médicos de Barcelona




El Colegio de Médicos de Barcelona me ha otorgado uno de los Premios a la Excelencia Profesional 2018. Se trata de uno de las máximas distinciones de esta corporación que me enorgullece y que quiero compartir con todos los lectores del blog "Un dermatólogo en el Museo".  

Los Premios a la Excelencia se otorgan en diversas categorías: hospitales, atención primaria, especialidades, docencia, investigación, cooperación internacional, humanidades, gestión... Sin olvidar diversos equipos que han sido premiados como colectivo. La Medicina de hoy es muy diversa y se reparte en diferentes especialidades y niveles de atención. Como un arco iris, compuesto por varios colores, cada uno con su tonalidad propia, pero que por sí solos no forman el arco. Se necesita la conjunción de todos para formar este maravilloso meteoro. Lo mismo sucede con las diversas especialidades médicas y las formas de atención sanitaria. 

Uno de los momentos de mi alocución,
frente un atento auditorio

Los Premios se otorgan a petición de siete jurados independientes de médicos de prestigio que deciden libremente las personas que les parecen más representativas de la profesión. Es un verdadero honor haber sido seleccionado de una forma tan imparcial. Aunque aquí hay que decir que, a pesar de todo, "no están todos los que son". Hay muchos médicos anónimos que con su silenciosa y abnegada tarea también merecerían ser premiados. 

No sería solidario además olvidar, en este momento de júbilo, olvidar a todos los que sufren la injusta situación que desgraciadamente vive la Asistencia Primaria y la Sanidad concertada y que ha desembocado recientemente en graves conflictos laborales, todavía en vías de solución. Esperamos que se encuentren pronto soluciones que sean justas y perdurables. Los médicos no somos ni héroes ni santos. Solamente somos unos profesionales que queremos ser bien valorados y que exigimos poder trabajar en condiciones adecuadas y poder desarrollar con dignidad nuestro trabajo.

Todos nosotros, los premiados y los que no tenemos un común denominador: somos médicos. 

Ser médico es un antiguo oficio, que lucha para preservar uno de los bienes más importantes: la preservación de la salud de sus semejantes. En latín "medicus" quiere decir "el que cuida al otro", es decir, una persona  que se preocupa por lo que les sucede a otras personas, que las cuida. Verse reflejado en el enfermo, sufrir con él (com-padecer), caminar a su lado. Claude Bernard decía que 
"los médicos a veces curamos, frecuentemente aliviamos y siempre hemos de consolar"
Esta es nuestra tarea: no tanto ocuparnos de las enfermedades sino de los enfermos. De la angustia que siente la persona que siente que de alguna manera su cuerpo no funciona bien, que está preocupada por el dolor, o todavía peor, que se enfrenta a algo que puede suponer el posible final de su vida. William Osler, un gran clínico, recordaba que 
"el buen médico sabe como tratar la enfermedad, pero que el médico óptimo sabe como tratar al enfermo" 
El auditorio AXA de Barcelona, 
lleno totalmente para asistir al reparto de los Premios.
En pleno s. XXI los médicos debemos también como reaccionar a unos cambios que llegan a una velocidad vertiginosa. Todos nos vemos obligados a una imparable evolución para hacer frente a los retos que nos plantea el inmediato futuro. Las nuevas formas de lucha contra la enfermedad no pueden olvidar la informática, la investigación, los continuados progresos técnicos y diagnósticos. El médico actual ha de saber usar la tecnología sin permitir que ésta le separe de su principal objetivo: el enfermo que tiene ante él. Y asimismo, nos hemos de adaptar a una sociedad en vías de transformación: el envejecimiento de la población, las migraciones, el medio ambiente... La Medicina exige un constante esfuerzo para comprender mejor el mundo y a sus habitantes. 

Estos son los retos de los médicos, hoy. Por eso este Premio del Colegio de Médicos nos compromete más todavía a realizar nuestro trabajo con un nuevo impulso de entusiasmo y exigencia. 

Porque en definitiva, hacer de médico es comprender al otro, en cierto modo es un acto de amor. Hipócrates decía que 
"quien ama a la Humanidad ama a la Medicina". 
Y  como dice Dante en el último verso de la Divina Comedia:
"el amor es el que mueve el sol y las otras estrellas" 


Entrega de los Premios:  




Premis Excel·lència 2018 - Discurs de Xavier Sierra en representació dels guardonats





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