lunes, 1 de febrero de 2016

La peste de Marsella (1720) no vino de Asia





Michel Serres

La Gran Peste de 1720 
en La Tourette, Marsella

Óleo sobre lienzo
Museo Atger. Montpellier.  




El pintor Michel Serres (1658-1733) dejó este lienzo como testimonio de la gran peste que asoló la región de Marsella entre 1720 y 1722. Muestra la inhumación de cadáveres en el cuartel de La Tourette por parte del caballero Roze, que con un comportamiento ejemplar logró mitigar en algo la propagación de la enfermedad. 



Evolución diaria del número de fallecidos en Marsella entre julio y noviembre de 1720


Hasta ahora se creía que esta epidemia de peste había llegado a Europa procedente de Asia, por las pulgas de las ratas del navío Grand-Saint-Antoine, que atracó en Marsella procedente de Oriente Medio el 25 de mayo de 1720, con una carga de telas de algodón. La epidemia se achacaba a que no se había respetado la cuarentena impuesta al barco y que esta negligencia había extendido la peste por la ciudad. El resultado fueron 40.000 muertos sobre una población de 90.000 habitantes de la ciudad y 120.000 (sobre una población de 400.000) en toda la Provenza. Algunas personalidades mantuvieron comportamientos heroicos como fue el caso del del obispo de la ciudad Henri Xavier de Belsunce que desafió el peligro de contraer la enfermedad atendiendo a los apestados. 


Bando ordenando la inhumación de cadáveres en Marsella (1720)
  Sin embargo, recientes estudios han llegado a la conclusión de que la peste no llegó a la ciudad procedente de Asia, sino que el germen de la peste ya estaba allí. Un equipo del Instituto Max Plenck de Alemania ha logrado reconstituir el genoma del bacilo Yersinia pestis, responsable de este brote epidémico, a partir de la pulpa dentaria de múltiples individuos muertos en Marsella en 1720-1722 y que fueron enterrados en una fosa común en un intento de frenar el brote epidémico. De este trabajo resulta que la bacteria no llegó del exterior, sino que descendía directamente de la primera pandemia que asoló Europa en el siglo XIV y que entre 1342 y 1353 diezmó la población de Europa. En algunos lugares la población llegó a descender a la mitad. La peste produjo sucesivos brotes epidémicos en los siglos siguientes, y llegó a producir también este brote en pleno s. XVIII. Es decir, el bacilo quedó acantonado de alguna manera y produjo todos los brotes epidémicos europeos. 



Nicolas-André Monsiau: El obispo de Marsella, Monseñor de Belsunce,
atendiendo a los apestados durante la epidemia de 1720
. Museo del Louvre, Paris. 


Sin embargo los investigadores se plantean muchas preguntas, todavía sin respuesta. ¿Eran las ratas los únicos reservorios de Yersinia pestis, o pudo acantonarse en otros mamíferos? ¿A que se debe la desaparición de la peste en Europa? 

En nuestros días, todavía persisten diversos brotes de peste en el mundo, especialmente en África, si bien mitigados por los tratamientos antibióticos (excepto en Madagascar, donde se han desarrollado bacilos resistentes). Las cepas de Estados Unidos y Canadá son idénticas a las de China, a partir de las cuales el suizo Alexandre Yersin (1863-1943) descubrió el bacilo en 1894. En Europa occidental el último caso tuvo lugar en Córcega en 1945. 


Bibliografía

http://www.sciencesetavenir.fr/archeo-paleo/archeologie/20160129.OBS3633/la-grande-peste-de-marseille-de-1720-n-est-pas-venue-d-asie-le-bacille-tueur-etait-sur-place.html

http://www.inrap.fr/atlas/marseille/decouvertes-marseille/charnier-peste-1720#.Vq55NxEvWhc

http://www.biusante.parisdescartes.fr/sfhm/hsm/HSMx2011x045x001/HSMx2011x045x001x0039.pdf

https://fr.wikipedia.org/wiki/Peste_de_Marseille_(1720)

http://www.histoire-image.org/pleincadre/index.php?i=1288

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