lunes, 18 de mayo de 2015

La ninfa y el escorpión






Lorenzo Bartolini

Ninfa atacada por un escorpión 
(1845)

Escultura de mármol 90 x 124 cm.
Museo del Louvre, París



Lorenzo Bartolini (1777-1850) fue un escultor italiano, a caballo entre el Settecento y el Ottocento, tal vez el más destacado de esta  época después de Canova. Partiendo del neoclasicismo que imperaba en aquel momento, evolucionó a un estilo mucho mas naturalista, en el que cabe destacar su obra La fiducia in Dio (1835), conservada en el Museo Poldi-Pezzoli de Milán.  

La obra que aportamos hoy muestra un delicado y sugerente desnudo femenino, con una peculiar temática: una ninfa, recostada que acaba de ser picada por un escorpión en el pie. La doncella recoge con gracia el pie herido, observándose el primer dedo, donde al parecer la ha atacado el ponzoñoso arácnido. Entre sus piernas podemos ver al alacrán causante de la lesión. Es casi inevitable establecer un cierto paralelismo con otra famosa escultura,  el niño de la espina o espinario.

Los escorpiones son animales venenosos que viven en rendijas o bajo las piedras. Su picadura es bastante dolorosa y puede causar inflamación de la zona. Hay unas 1500 especies, y la mayoía de ellas no son peligrosas, aparte de las molestias citadas. Unas 30 especies (distribuídas por América, África, Oriente Medio y la India) son más tóxicas y pueden provocar dificultad respiratoria; movimientos involuntarios de cabeza y cuello e incluso llegar a causar la muerte de un niño pequeño. La especie más peligrosa es el alacrán de corteza de Arizona (Centruroides sculpturatus)



El escorpión goza además de un gran contenido mítico y simbólico, siendo vinculado tanto a divinidades creadoras como destructoras. Animal venerado por el mitraísmo en la Antigüedad, dió nombre a una constelación y a un signo del Zodíaco. 



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