martes, 20 de noviembre de 2018

La enfermedad de Chagas (I): la historia





Néstor Favre-Moissier 

Mala sangre
(2007)

Óleo sobre lienzo 80 x 100 cm 
Organización Mundial de la Salud (OMS) Ginebra (Suiza) 




Néstor Favre-Moissier (Buenos Aires, 1962) es un pintor, escultor, fotógrafo y diseñador gráfico argentino. Formado en Argentina y en Europa, ha estudiado el arte flamenco e italiano. 

En el centenario del descubrimiento por parte del Dr. Carlos Chagas de la enfermedad que lleva su nombre, Favre-Moissier realizó una serie de pinturas en las que plantea la problemática de esta enfermedad y el entorno social al que afecta. Desde su pintura denuncia los graves problemas de salubridad que permiten la existencia de una enfermedad maldita, que sesga vidas y amputa destinos y que plantea graves problemas. Una enfermedad que en su Argentina natal ha enlutado a millares de familias y de la cual padecen, en la actualidad, no menos de dos millones doscientos mil argentinos.

La enfermedad de Chagas (tripanosomiasis americana) es una parasitosis tropical/subtropical producida por el protozoo flagelado Tripanosoma cruzi y que son transmitidos al ser humano por la picadura de diversos tipos de chinches hematófagos. 


Carlos Chagas, que describió la enfermedad,
descubrió el agente causal e identificó a los vectores
El nombre de la enfermedad procede de su descubridor, el infectólogo brasileño Carlos Chagas, que la describió por primera vez en 1909. 

El caso de Carlos Chagas es único en la historia de la Medicina, ya que es el único investigador que describió totalmente una enfermedad infecciosa: su curso clínico, su epidemiología, sus vectores y su agente causante. Nunca antes todos estos descubrimientos -vitales para la total comprensión de una patología- habían sido descubiertos por una sola persona.

Chagas partió en 1907 al estado brasileño de Minas Gerais, a realizar una campaña antipalúdica. El paludismo constituía un grave problema entre los obreros que estaban construyendo una línea de ferrocarril para atravesar la región amazónica. Durante su estancia (2 años) tuvo ocasión de investigar con detalle otra plaga local, la invasión de las casas rurales por un insecto hematófago del género Triatoma (llamado vichuca en español y barbeiro o “barbero” en portugués, así llamado porque succiona la sangre durante la noche en la cara de sus víctimas u otras áreas del cuerpo). Descubrió que los intestinos de estos insectos albergaban en su tubo intestinal un protozoo flagelado parásito que hasta entonces era desconocido. Descubrió que uno de los principales reservorios naturales de este flagelado era el armadillo, y mediante diversos experimentos, demostró que este protozoo podía transmitirse mediante la picadura de vichucas infectadas a cobayas, conejos, perros y titíes, produciendo en ellos cuadros agudos y crónicos semejantes a la enfermedad humana. 



La niña Berenice Soares de
Moura, la primera niña en
la que Chagas pudo
demostrar el protozoo T. cruzi
Chagas puso el nombre de Schizotrypanum cruzi al protozoo causante de la enfermedad, en memoria de su maestro, el epidemiólogo brasileño Oswaldo Cruz (1872-1917) un epidemiólogo brasileño que se había formado en París con Émile Roux y que al volver a Brasil fundó el Instituto Sueroterápico Federal (actualmente Instituto Oswaldo Cruz), uno de los principales centros mundiales en el ámbito de las enfermedades tropicales. Poco después, el propio Chagas cambió el nombre del protozo, clasificándolo en el género Tripanosoma y redenominándolo como Tripanosoma cruzi

Finalmente,  el 23 de abril de 1909 pudo demostrar por fin el protozoo causal en la sangre de una niña de 2 años diagnosticada de la enfermedad. Chagas completó la descripción clínica y anatomopatológica de la nueva enfermedad, con más de un centenar de autopsias y demostración de las características lesiones encefálicas y miocárdicas.



El bacteriólogo y epidemiólogo
argentino Salvador Mazza amplió
considerablemente los estudios sobre
la enfermedad de Chagas. 
En 1910 el epidemiólogo y bacteriólogo argentino Salvador Mazza amplió los estudios sobre la enfermedad y descubrió que el perro  era también un reservorio de protozoos. En años posteriores descubrió la forma aguda de la enfermedad y estudió los insectos vectores, los hospedantes, la epidemiología y la patogénesis, además de diagnosticar varios cientos de casos y confirmar el carácter endémico de la enfermedad. Las aportaciones de Mazza hizo que muchos la llamaran mal de Chagas-Mazza. 



Trypanosoma cruzi  probablemente infectó a la población humana de Sudamérica hace 9000 años. Se han podido demostrar estos protozoos en momias incas y en las del pueblo andino chinchorro que habitaba la zona entre Perú y Chile. La prevalencia de esta enfermedad en la población indígena americana precolombina era de un 40%. 

Tras la conquista encontramos diversos indicios de que el mal de Chagas tuvo una importante difusión. Algunos personajes históricos la padecieron como el primer presidente de México, Guadalupe Victoria, y probablemente Charles Darwin, atendiendo a algunos datos consignados en su Diario. 

La enfermedad de Chagas es una enfermedad endémica en 21 países de América (desde el sur de los EEUU a la Patagonia argentina) y según  datos de la OMS, se estima que la enfermedad de Chagas afecta entre 16 y 18 millones de personas en el mundo, y que hay alrededor de unos 35 millones de personas infectadas. Se trata de un grave problema sanitario que causa 50.000 muertes cada año. A pesar de su amplia distribución, y de ser la principal enfermedad parasitaria de América Latina, la enfermedad de Chagas ha sido silenciada y no fue reconocida como un problema de salud pública hasta 1960. 



Bibliografía

Néstor Favre-Moissier. Cada obra, un manifiesto. 
http://nestorfavre-mossier-chagas.blogspot.com/2012/05/chagas.html




Um cientista, uma história: Carlos Chagas





El mal de Chagas



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