miércoles, 20 de junio de 2018

Plica polonica (II): una moda cortesana





Karel van Mander III

El rey Christian IV de Dinamarca
(1600) 

Óleo sobre lienzo 


Museo de Historia Nacional 
Hillerod (Dinamarca) 



Como hemos comentado en una entrada anterior del blog, la plica polonica era propia de campesinos  y  vagabundos, en los que confluían peinados tradicionales y una deficiente higiene capilar.  Pero no siempre era así. El rey Cristian IV de Dinamarca lucía una trenza polaca, de la que se sentía orgulloso y que solía realzar con una cinta roja. Algo similar a algunas rastas que pueden verse actualmente.

En su caso era una pequeña trenza que colgaba lateralmente, y que nunca cortaba, hasta el punto que pasó a ser un rasgo propio de su fisionomía. Así aparece en algunos retratos y grabados. 


Christian IV (1596-1648) era hijo de Federico II y reinó en Dinamarca y Noruega entre 1588 y 1648. Fue uno de los reyes más populares de la historia danesa. Impulsó el comercio y protegió la cultura y la música. Durante su reinado se erigieron muchos edificios importantes, como el Børsen, la Torre Redonda y el Rosenborg, donde murió. 
Como solía suceder en las cortes del s. XVII, pronto los cortesanos comenzaron a imitar al rey. En la corte de Dinamarca proliferaron las trenzas polacas como una nueva forma de peinado. La plica polonica se cultivaba, favoreciendo que los cabellos se aglutinaran aplicando cera. También se usaban algunos extractos vegetales como musgo y algunas hierbas (Vinca major o Lycopodium clavatum). 

Como veremos en otra entrada, entorno a estas formaciones pilosas se tejió un sinfín de leyendas y mitos, según los cuales se consideraba que las plicas polacas atraían la buena suerte y protegían de las enfermedades, por lo que eran conservadas como amuletos.






No hay comentarios: