Marilyn Monroe
Fotografía con autógrafo. Editada por 20th Century Fox Museu del Cinema. Girona. |
Tras haber cosechado notables éxitos y ser una de las artistas más sexys y deseadas del mundo, Marilyn se enfrentaba ahora a sus inseguridades: a sus eternos complejos, que le perseguían desde la infancia; a un matrimonio que ya no funcionaba; y a unos estudios cada vez más reticentes a contratarla, a pesar de su inmensa popularidad. Todo esto se tradujo en nuevas depresiones y nuevas estancias en sanatorios. Y entonces aparecieron dos peligrosas adicciones: el alcohol y los barbitúricos.
Marilyn con Yves Montand. Coincidieron en el reparto de la película "El multimillonario". Durante el rodaje mantuvieron un apasionado y breve romance. |
- Con faldas y a lo loco, de Billy Wilder (Some like it hot, 1959)
- El multimillonario, de George Cukor (Let´s make love, 1960)
En El multimillonario trabajó con el actor francés Yves Montand. Durante el rodaje, Monroe y Montand tuvieron un romance poco duradero. Marilyn se enamoró del actor, pero para Montand no era más que una aventura. Una vez más, la mujer más deseada del mundo tenía dificultades para conservar un amor.
Esta última película estaba basada en un guión de Arthur Miller, que todavía era su marido. Tal vez fue éste el mejor regalo de Miller, de quien se divorciaría poco después, justo antes del estreno de la película.
Los últimos meses de la vida de Marilyn plantean una serie de enigmas que no están totalmente claros. Marilyn había sido amante de John F. Kennedy, que en aquel momento era presidente de Estados Unidos. Y también había tenido una relación con su hermano, el senador Robert Kennedy (entonces Fiscal general) de la que no está claro si fue de mera amistad o fue también sentimental. Una carta dirigida a Marilyn por Jean Kennedy, la hermana pequeña de John y Bob Kennedy así lo sugiere:
“¡Entiende que tú y Bobby sois la nueva pareja!
¡Todos pensamos que debes venir con él cuando regrese al Este!”.
Marilyn Monroe con John F. Kennedy |
Parece ser que Marilyn, víctima de una profunda crisis sentimental y de una manifiesta depresión acudió en busca de consejo a la casa de Frank Sinatra. El cantante había sido amante de Marilyn y conservaban una buena amistad. Pero Sinatra no estaba en casa. Al parecer Marilyn intentó esperarlo, mientras se tomaba uno (o varios) Martini Dry, como solía. Pero a la vista de que Frank no volvía la desconsolada actriz se marchó a su casa, en Brentwood.
Marilyn con Frank Sinatra, durante una cena |
Marilyn Monroe. Foto de Milton Green |
A partir de su extraña y trágica muerte, Marilyn fue todavía más mitificada y su rostro, con su llamativo pelo rubio platino, su franca sonrisa y su característico lunar en la mejilla fue reproducido hasta la saciedad por los artistas del arte pop y se convirtió en uno de los iconos más emblemáticos del s.XX.
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