jueves, 17 de agosto de 2017

El médico que escribía en verso: López de Villalobos (II): El Sumario de la Medicina







Francisco López de Villalobos

El Sumario de la Medicina 
(1498) 


 Libro incunable
Biblioteca Nacional de España 




El “Sumario de la Medicina”

El Sumario... fue la primera obra de Villalobos (Aquí está el enlace al libro completo, que gentilmente nos ha facilitado @FurryLibrarian, via Twitter). La obra fue publicada cuando Villalobos contaba 24 años. No es de extrañar que esté totalmente impregnada de la doctrina del galenismo arabizado bajomedieval. Como hemos visto esta era la doctrina dominante en las facultades de medicina españolas a finales del s.XV, y en donde el Canon de Avicena era la casi exclusiva fuente de conocimiento médico. La mayoría de los capítulos del Sumario siguen exactamente los del Canon de Avicena y su lenguaje está plagado de arabismos tomados de la terminología de esta obra

Villalobos escribió esta obra en castellano, dirigiéndola a aquellos médicos que no tenían un gran conocimiento del latín y para los que era difícil encontrar textos de medicina en lengua romance. En la Baja Edad Media, la implantación del castellano y del catalán en las universidades españolas era considerable y muchos médicos recurrían a una mezcla de lengua romance con un latín desvirtuado. A partir del s.XVI el castellano se implanta progresivamente como lengua de expresión médica, sustituyendo paulatinamente al latín, ya que se favorecía así la difusión de los conocimientos. El propio autor comentaba la razón de escribir la obra en verso castellano:

“porque en su tierra ay muchos físicos bien expertos y letrados en ella que la estudiaron en otra lengua, y como esta fuese destos reynos y prouincias rematada quedaronse los dichos fisicos con la sciencia en la voluntad y en potencia no mas faltandoles el principal instrumento con que la pudiesse manifestar y reduzir en acto”

No obstante, no se le ocultan al autor los peligros de escribir en romance: la obra es así más asequible para cualquier tipo de público, y puede ser leída por profanos, favoreciendo el intrusismo. Para evitarlo, Villalobos se refugia más aún en un avicenismo a ultranza para que solo pueda ser entendida por quien “en la dicha sciencia tenga principios”.


El Sumario de la Medicina está escrito en coplas. Algunas obras médicas de la época fueron escritas en verso, aunque en ningún caso fue un estilo frecuente. Se trata de un resumen del Canon de Avicena, al que sigue con total fidelidad. La obra considera la patología humana según el orden tradicional, comenzando por la cabeza y terminando en los pies (a capite ad calcem). Se aporta una breve definición de cada enfermedad, explicando brevemente su etiología, sus principales síntomas y algunos consejos terapéuticos. La denominación de las enfermedades está por lo general plagada de arabismos tomados directamente de Avicena. 


Dentro de esta obra aparecen también algunos temas dermatológicos, que por poco conocidos tal vez merezcan nuestra atención. Citaremos por ejemplo la definición de erisipela y su diagnóstico diferencial con el furúnculo, descrito inmediatamente antes:

"Erisipela es un apostema causado 
de cólora, y es más caliente y más fuerte, 
y muy más bermejo quel antepasado, 
quell otro es negrito,verde y colorado, 
más hondo y de quien más materia se vierte"

 Se refiere algo más adelante al carbunco:

"Carbúnculo es un apostema y tumor 
de sangre muy gruesa, dañada y maligna, 
es rúbeo y negrillo en mezclada color, 
que da intolerable y terrible dolor 
y haze vexiga royente y dañina"

También describe algunos signos importantes de la lepra :

"La lepra es passión muy maldita y dañada, 
de cólora adusta o de melancolía, 
la cual por los miembros está derramada, 
y no podrescida, mas es conculcada, 
y así les podresce y corrompe y resfría, 
la qual haze luego bermejo el color, 
que tiende haza negro, y la voz enronqueze, 
y hiédele el cuerpo y aliento y sudor, 
y siente en el sueño tristeza y temor; 
su pelo y cabello se pela y peresce"



La parte VII del "Sumario..." se dedica integramente a problemas del cabello y cosmetológicos, como reza su título: "De decoración, que es de la Medicina que toca en la hermosura y belleza, de la generación del cabello y de la depilación dél" La caída del cabello, en aquel tiempo como ahora, ocupa una parte importante en la consulta médica. Villalobos propone tratarla con sangrías y con lavados de determinadas plantas:



"Mas el desraygarse se llama alopicia, 
porque a su rayz van corruptos humores 
que con su maldad se destronca y desquicia, 
y cualquiera humor mostrará su malicia 
nel cuero, que allí dexan sus colores; 
evacua el humor o la sangre que sobra; 
si es nueva alopicia, hazle un lavatorio 
de murta y de yedra, que en esto mucho obra, 
y con linimento el cabello se cobra 
compuesto según el humor accesorio"

La caspa (furfur), que compara con el salvado, también era un tema de interés:

"Es furfur salvado, y es una passión 
que se hace en el cuero, y es que se levanta; 
la cura daquesta tal escoriaciónes 
con mucilages hazer lenición, 
y aceite de almendras es cosa muy santa"

Los modernos peelings para cicatrices y pigmentaciones encuentran su precursor en esta obra, en el pasaje titulado "Para hazer el gesto hermosos y quitar los hoyos de viruelas y las pecas", donde se propone:


"y si de viruelas hay hoyos n'elgesto 
untadle con queso y con miel y con sal, 
y ungüento cetrino es muy bueno para esto; 
si pecas o paño en el rostro está puesto, 
colirio de mirra aprovecha a este mal"

Los panadizos son tratados mediante evacuación de la colección purulenta:


"Es el panarizo apostema calente 
que trae a la uña dolor y congoxa; 
si el cuerpo está lleno, evacuarse consiente, 
y pónganle luego algún repercuciente..."


De muchas otras patologías cutáneas trata el "Sumario...", como morfea, empeines, sarna, sudoración excesiva, verrugas... que no comentaremos por no extendernos demasiado. Terminaremos con un adecuado consejo higiénico:


Del hedor de los sobacos y pies:
"Si hubiese hedor en sobacos y en pies 
la cura es andar limpiamente vestido, 
con murta y alumbre se lave después, 
y cosa olorosa a comer le darés, 
como es casia lígnea y espica molido..."
           



Bibliografía



Granjel LS. Los médicos humanistas españoles. Archivo Iberolatinoamericano de Historia de la Medicina y Antropología médica 1956, 8: 273-284.

Vázquez de Benito, C. La herencia árabe. En: López de Villalobos  F. Sumario de la Medicina (estudios introductorios) Universidad de Salamanca. Salamanca, 1997: 163-170.

Vázquez de Benito, C. Los arabismos. En: López de Villalobos  F. Sumario de la Medicina (estudios introductorios) Universidad de Salamanca. Salamanca, 1997: 171-174.

Cumano: cit. por: Gruner CG: Aphrodisiacus sive de lue venerea. Jena, 1789
Torrella G: Tractus cum consiliis (contra) Pudendagram, seu morbum gallicum. Roma, 1497

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