lunes, 2 de noviembre de 2015

Filoctetes (y IV): interpretación médica del mito.






Adolf von Hildebrand

 Filoctetes 
(1886)

Escultura
Neue Pinakothek. Munich. 




Tras pasar revista al mito de Filoctetes en anteriores entradas (1) (2) (3), consideraremos que bases médicas podemos encontrar en este relato. 

En primer lugar debemos subrayar la naturaleza mítica del héroe. Filoctetes es un mito, no un personaje histórico. Debe pues interpretarse como un  símbolo, no como una realidad. O sea que si alguna verosimilitud tiene la leyenda es a través de observaciones diversas y que no tienen porqué tener una coherencia a la luz de la medicina actual. Una vez sentado este hecho podemos considerar las diversas situaciones que encontramos en la historia de Filoctetes. 

El mal del héroe comienza por una mordedura de serpiente, que en principio será venenosa. Una serpiente venenosa en una isla griega solamente puede corresponder a Vipera aspis o a Vipera ammodytes, ambas de picadura mortal. Sin embargo, sus mordeduras no provocan úlceras tórpidas, ni crónicas, ni mucho menos duran años. Su veneno actúa sobre la coagulación y provoca necrosis renal, pero no tiene efectos especiales en la piel.  

Recordemos las características del mal que afligía a Filoctetes: aparición súbita, sincope y tras la recuperaciónde la conciencia, la aparición de una úlcera fétida y supurante, con fuerte dolor. De vez en cuando, los dolores lancinantes se reavivan, la llaga sangra, los vasos se rompen, y la fiebre se apodera de todo el cuerpo. Cuando cede, llega un sueño irresistible. La pierna, incluso en los períodos de remisión, se halla muy debilitada y dificulta la marcha , lo que obliga a vivir al afectado en un perímetro muy limitado (en los alrededores de la cueva)   

Sófocles, a quien debemos la descripción más precisa y detallada de la enfermedad de Filoctetes, usa un lenguaje técnico, tomado de la medicina hipocrática, para dar realismo a su relato. Sin embargo, creemos que mezcla varios estados patológicos: al principio describe una picadura de víbora y luego una úlcera fagedénica, una gangrena húmeda. En esta segunda descripción podrían caber varios diagnósticos: osteomielitis crónica, úlcera varicosa, micetoma, tal vez un carcinoma. Incluso los accesos febriles y el sueño irresistible puede evocar algunos aspectos del paludismo. Múltiples observaciones de diversas patologías entremezcladas para construir un mal híbrido que nos mueva a la compasión

Porque no debemos olvidar que Filoctetes es un personaje mítico, que sufre estos males por designio de los dioses, por lo que su mal no tiene por qué coincidir con un diagnóstico concreto. La función de este mito es la de hacernos recordar que el infortunio puede asaltarnos en plena juventud y en la cumbre del éxito; que nuestros mejores amigos pueden abandonarnos por conveniencia; que también - si les conviene - recurrirán de nuevo a nosotros y que no hay que menospreciar a nadie, aunque esté enfermo y marginado porque algún día puede sernos necesario. Estas son las enseñanzas de Filoctetes. Cosas elementales que nadie - ni antes ni ahora - debería olvidar. 



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