jueves, 13 de octubre de 2016

El viejo de los acrocordones




Joan Colomer

De pas per la nit 
(2015)

Óleo y carboncillo sobre lienzo. 70 x 50 cm.


Joan Colomer Valls (Sant Feliu de Pallerols, 1965) aprendió la pintura desde pequeño, ya que nació en una familia de gran tradición artística. Su padre, reconocido pintor guió sus primeros pasos en el mundo del arte. 

Además, la infancia de Joan transcurrió en la localidad gerundense de Sant Feliu de Pallerols, que le había visto nacer. Un entorno idílico, con bosques idílicos de belleza indescriptible y una naturaleza rural y bucólica. Fue precisamente en esta comarca donde nació en el s.XIX una importante escuela de pintores paisajistas, la Escuela de Olot, fundada por Joaquim Vayreda y Josep Berga Boix

Sin abandonar el mundo del arte, Colomer amplió sus estudios en la Universidad de Barcelona, donde se licenció en Filosofía y Filología medieval. Inició más tarde un período de viajes a los Estados Unidos en donde tuvo la oportunidad de visitar numerosos museos y de poder estudiar los grandes maestros de la pintura. 

Colomer, instalado nuevamente en la bella comarca de la Garrotxa, desarrolló su estilo pictórico, interesándose sobre todo por el paisaje que llega a representar de forma vívida e increíblemente realista. Aristóteles definía el arte como mímesis (μίμησις) cuyo objetivo era la imitación de la Naturaleza, y Joan Colomer cumple hasta el límite esta definición.  Sin embargo, sabe imprimirle su sello personal, especialmente en los efectos de luz, dotando a sus obras de una especial interpretación poética. 


Joan Colomer, ante una de sus obras

En las dos últimas décadas, Colomer ha realizado múltiples exposiciones tanto en Barcelona como en diversas ciudades de los Estados Unidos, donde actualmente pueden encontrarse obras suyas en más de 20 galerías. 

Aunque su pintura está sobre todo dedicada al paisaje, aportamos hoy la pintura de una figura. Se trata del retrato de un hombre desnudo de edad avanzada, cuyo perfil grave y solemne surge de la oscuridad apenas iluminado por una luz azul, tal vez lunar. Podemos ver los efectos del paso del tiempo en su cuerpo. Alopecia androgenética en la cabeza, barba canosa, arrugas de cierta profundidad que son más visibles en su entrecejo fruncido, que le da un cierto aire de preocupación. En el tronco se adivina una cierta flaccidez cutánea. En diversos lugares aparecen algunos tumores benignos, frecuentes en la edad avanzada: una queratosis seborreica en la zona frontoparietal, un probable nevus intradérmico en la zona superciliar izquierda, y sobre todo, algunos acrocordones en la zona clavicular. 

Los acrocordones son pequeños fibromas fláccidos y pediculados, del tamaño aproximado de un grano de arroz, que son frecuentes en la zona del cuello a partir de los 40-50 años. Son tumores benignos más frecuentes en diabéticos, personas con sobrepeso y embarazadas. No suponen ningún riesgo para la vida ni para la salud. Se trata de una pequeña patología banal, exclusivamente estética, aunque es un motivo muy frecuente de consulta dermatológica, ya que los presenta casi un 50% de la población.   







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