Páginas

Últimes publicacions

viernes, 30 de abril de 2021

El quiste de Escipión

versió catalana | versión española





Anónimo

Publio Cornelio Escipión 
el Africano "el viejo"
(s. I d.C.) 

Busto de bronce procedente 
de la Villa de los Papiros  (Herculano) 
Museo Archeologico Nazionale. Nápoles.



En una de las primeras excavaciones, realizadas en Herculano en 1752, se encontró, en el tablinium de la Villa de los Papiros, este busto de bronce, en un buen estado de conservación. 

Clásicamente el retrato se atribuyó, desde un principio a Escipión el Africano el viejo. Aunque esta atribución es difícil de demostrar. Se trata del retrato de un hombre de edad avanzada, con la cabeza rasurada. No es calvicie, ya que la cabeza presenta un fino punteado que sugiere que el cabello ha sido afeitado. 

No sabemos a ciencia cierta la identidad del personaje. Algunos piensan que podría tratarse de un sacerdote isíaco, ya que tenían la costumbre de rasurarse el cráneo ritualmente. La presencia de una cicatriz en la sien izquierda puede ir a favor de esta opinión, ya que los sacerdotes de Isis solían practicarse incisiones como ceremonias iniciáticas.

Una de los aspectos que llaman más la atención en este busto es la presencia de una tumoración redondeada, hemisférica y lisa en la zona frontotemporal. Otra lesión similar, algo más pequeña se intuye a su lado. Es fácil reconocer en ellas la clínica de un quiste epidermoide, un tumor benigno de la piel bastante frecuente que suele  llamarse popularmente lobanillo. 




La hipótesis -ya planteada en el s. XVII, y que es la que en general se acepta por tradición- es que puede tratarse de un retrato de Escipión el Africano .  

Publio Cornelio Escipión (235-183 a.C.) fue un militar romano. que se enfrentó en Tesino a Aníbal. Más tarde combatió en Cannas, donde sobrevivió a la terrible derrota que sufrieron las legiones romanas. Tras la muerte de su padre y su tío en Hispania, a los veinticinco años fue nombrado procónsul y se le asignó el mando de un ejército encargado de combatir a los cartagineses en la península Ibérica.

Al poco tiempo de llegar a Hispania, tomó por sorpresa la capital cartaginesa, Cartago Nova (209 a.C.). Pactó alianzas con algunos jefes ibéricos como Indíbil y Mandonio. A pesar de esto, no pudo evitar que el ejército cartaginés marchara sobre Italia (208 a.C.), pero poco después consiguió expulsar a los cartagineses de la Península (206 a.C.)

En el 204 a.C., con un nuevo mandato del Senado, desembarcó en las cercanías de Útica, en el norte de África, y derrotó otra vez a los cartagineses forzándolos a  iniciar conversaciones de paz, que sin embargo pronto se rompieron cuando Aníbal regresó de Italia. En la batalla de Zama, Escipión consiguió la primera derrota importante de Aníbal, gracias a la caballería que le aportó su aliado el rey de Numidia. Finalmente, Cartago se rindió, con lo que concluyó la Segunda Guerra Púnica.

En el 190 a.C. participó con su hermano Lucio en una campaña en Asia, pero fue acusado en Roma de malversación de los fondos de guerra. Escipión renunció a defenderse públicamente, quemó sus documentos personales y se retiró a Liternum, donde pasó los últimos años de su vida.








El quist d'Escipió





Anònim

Publi Corneli Escipió 
l'Africà "el vell"
(s. I d.C.) 

Bust de bronze procedent 
de la Vil·la dels Papirs  (Herculà) 
Museo Archeologico Nazionale. Nàpols.




En una de les primeres excavacions realitzades a Herculà (1752) es va trobar aquest bust de bronze, en molt bon estat de conservació. La peça va ser trobada al tablinium de la Vil·la dels Papirs.

En un primer moment el retrat es va identificar amb Escipió l'Africà el vell, tot i que és una atribució difícil de demostrar. És el retrat d'un home d'edat avançada, amb el cap rasurat. Però no es tracta de calbesa, perquè el cap presenta un fi puntejat que suggereix clarament que els cabells han estat rasurats. 

No sabem del cert la identitat del personatge. Alguns pensen que podria tractar-se d'un sacerdot isíac, ja que tenien per costum rasurar-se el crani ritualment. La presència d'una cicatriu a la templa esquerra pot ser un argument favorable a aquesta opinió, perquè els sacerdots d'Isis es practicaven incisions com a cerimònies iniciàtiques.

Un aspecte que sobta de seguida en aquest bust és la presència d'un tumor arrodonit, hemisfèric i llis, a la zona frontotemporal. Una altra lesió similar, una mica més petita es pot entreveure al seu costat. Es fàcil reconèixer en aquestes lesions l'aspecte d'un quist epidermoide, un tumor benigne de la pell que es veu sovint en la clínica humana i que s'anomena popularment llúpia.




Així doncs la hipòtesi -que ja fou plantejada al s. XVII, i que és la que en general s'accepta per tradició- és que pot tractar-se d'un retrat d'Escipió l'Africà.  

Publi Corneli Escipió (235-183 a.C.) va ser un destacat  militar romà que ja es va enfrontar a Aníbal a la batalla de Tessí. Més endavant va combatre a Cannes, on va sobreviure a la terrible derrota que van haver de suportar les legions romanes. Després de la mort del seu pare i el seu oncle a Hispània als vint-i-cinc anys va ser nomenat procònsol i se li va assignar el comandament d'un exèrcit encarregat de combatre als cartaginesos a la península Ibèrica.

Al poc temps d'arribar a Hispània, va prendre per sorpresa la capital cartaginesa, Cartago Nova (209 a.C.). Va pactar  aliances amb alguns caps ibèrics, com Indíbil i Mandoni. Malgrat això no va poder evitar que l'exèrcit cartaginès avancés sobre Itàlia (208 a.C.), però poc després aconseguí expulsar als cartaginesos de la Península (206 a.C.)

L'any 204 a.C., va rebre una nova ordre del Senat, i va desembarcar als voltants d'Útica, al nord d'Àfrica, derrotant un altre cop els cartaginesos forçant converses de pau, que aviat es van trencar quan Aníbal va arribar d'Itàlia. A la batalla de Zama, Escipió es va imposar a Aníbal, gràcies a la cavalleria del seu aliat, el rei de Numídia. Finalment, Cartago es va rendir, acabant així la Segona Guerra Púnica.

El 190 a.C. va participar a una campanya a Àsia, amb el seu germà Luci, però a Roma el van acusar de malversació.  Escipió va renunciar a defensar-se públicament, va cremar tots els seus documents personals i es va retirar a Liternum, on va passar els darrers anys de la seva vida.









miércoles, 28 de abril de 2021

El niño de la naranja

 versió catalana | versión española






Vincent van Gogh

El niño de la naranja
(1890) 

Óleo sobre lienzo 



Poco antes de su suicidio, en 1890, Van Gogh tuvo una época de gran creatividad y producción pictórica, llegando a pintar 80 cuadros en 70 días. Una de estas obras es "El niño de la naranja", uno de los escasos retratos infantiles que pintó el genial artista pelirrojo.  

A diferencia de otros de sus cuadros de su última etapa, con tormentosos paisajes o con funestos presagios, éste recoge un momento plácido y tranquilo. Un niño, vestido de niña como era habitual en aquel tiempo, toma entre sus manos una fruta, jugueteando con ella, mientras la mira feliz. La escena traslada al espectador un sentimiento de tranquilo sosiego.   

El niño era Raoul Levert, el hijo del carpintero de Anvers-sur-Oise, amigo del pintor. Por ironías del destino, poco después sería el carpintero que construiría un féretro para Vincent.

Van Gogh llegó a Auvers recién salido del sanatorio para enfermos mentales de Saint Rémy, cerca de Arlés. Antes de alquilar una habitación en el establecimiento de la familia Ravoux, pasó por París para ver a su hermano Theo. Su hermano y su mujer, Johanna, habían tenido un hijo, un sobrino del pintor que despertó su ternura. Además llevaba su mismo nombre, Vincent. Este contacto con su sobrino y tocayo devolvió la paz a su atormentado espíritu. Su cuñada, Johanna, escribió a propósito de su encuentro: 
"Tenía buen color y un aspecto excelente y sano. Vino con un nido de pájaros para el niño e insistió en llevarle en brazos todo el tiempo".
Tal vez esta sensación de paz momentánea le empujó a pintar retratos infantiles, en los últimos momentos de su vida. 



Eritema de Tachau en una fase precoz de dermatitis atópica. 


El hijo del carpintero aparece en esta pintura con las mejillas enrojecidas. El intenso eritema respeta sin embargo la zona peribucal. Este es un aspecto característico de la dermatitis atópica de aparición precoz, el llamado eritema de Tachau, descrito en 1965. Las mejillas aparecen intensamente rojas, respetando el triangulo peribucal. Suelen presentar una superficie húmeda y descamativa.

La dermatitis atópica es la enfermedad cutánea crónica más frecuente en la infancia, y cursa a brotes. Su prevalencia ha experimentado un aumento considerable en las últimas décadas. Actualmente, afecta a cerca del 10% de los niños en algún momento de la edad pediátrica. Suele iniciarse hacia el año de edad con un aspecto similar al de Raoul Levert, y a partir de los dos años aparecen lesiones en las superficies de flexión de brazos y piernas.






El nen de la taronja





Vincent van Gogh

El nen de la taronja
(1890) 

Oli sobre tela


Poc abans del seu suïcidi, el 1890, Van Gogh va tenir una època de gran creativitat i producció pictòrica, arribant a pintar 80 quadres en 70 dies. Una d'aquestes obres és "El nen de la taronja", un dels escassos retrats infantils que va pintar el genial artista pèl-roig.

A diferència d'altres quadres de la seva última etapa, amb paisatges tempestuosos o amb presagis funestos, aquest recull un moment plàcid i tranquil. Un nen, vestit de nena com era habitual en aquell temps, pren entre les seves mans una fruita, jugant amb ella, mentre la mira feliç. L'escena desperta un sentiment de tranquil assossec a qui el mira. 

El nen era en Raoul Levert, el fill del fuster d‘Anvers-sud-Oise, amic del pintor. Ironies del destí, poc després seria el fuster que construiria un fèretre per a Vincent.

Van Gogh va arribar a Auvers acabat de sortir del sanatori per a malalts mentals de Sant Rémy, a prop d'Arlés. Abans de llogar una habitació a l'establiment de la família Ravoux, va passar per París per veure el seu germà Theo. El seu germà i la seva dona, Johanna, havien tingut un fill, un nebot del pintor que va despertar la seva tendresa. A més portava el seu mateix nom, Vincent. Aquest contacte amb el seu nebot i homònim va tornar la pau al seu esperit turmentat. A propòsit de la seva trobada la seva cunyada, Johanna, va escriure:
"Tenia un bon color i un aspecte excel·lent i sa. Va venir amb un niu d'ocells per al nen i va insistir en portar-lo en braços tot el temps"
Potser aquesta sensació de pau momentània el va empènyer a pintar retrats infantils, en els últims moments de la seva vida.


Eritema de Tachau en una fase precoç de dermatitis atópica. 


El fill del fuster apareix en aquesta pintura amb les galtes enrogides. L'intens eritema respecta però la zona peribucal. Aquest és un aspecte característic de la dermatitis atòpica d'aparició precoç, l'anomenat eritema de Tachau, descrit el 1965. Les galtes apareixen intensament vermelles, respectant el triangle peribucal. Solen presentar una superfície humida i descamativa.

La dermatitis atòpica és la malaltia cutània crònica més freqüent en la infància, i cursa en brots. La seva prevalença ha experimentat un augment considerable en les últimes dècades. Actualment afecta a prop del 10% dels nens en algun moment de l'edat pediàtrica. Sol iniciar-se cap a l'any d'edat amb un aspecte similar al de Raoul Levert, i a partir dels dos anys apareixen lesions en les superfícies de flexió de braços i cames.



lunes, 26 de abril de 2021

El cojo Hefesto y el arsénico .

 versió catalana | versión española





Diego Velázquez

La fragua de Vulcano 
(1630)
 
Óleo sobre lienzo. 223 x 290 cm 
Museo del Prado. Madrid. 



En este famoso cuadro de Velázquez se representa la fragua de Vulcano. El dios herrero, junto con sus ayudantes está ocupado forjando diversos utensilios de metal. En el lado izquierdo aparece súbitamente el dios Apolo, con su atributo, la corona de laurel, para revelar a Vulcano que su esposa Venus le engaña y está cometiendo adulterio con Marte. Velázquez pinta vívidamente la cara de indignación y cólera de Vulcano, casi en el centro del cuadro. El dios ofendido aparece en una postura contrahecha, probablemente por alguna deficiencia en las piernas y mira al inesperado mensajero con ojos desorbitados. Los otros herreros suspenden su trabajo, y miran la escena estupefactos y temerosos. Desde el fondo, uno de ellos se gira, mirando con cierta compasión a Vulcano. 

Vulcano era el nombre que los romanos daban a Hefesto, uno de los hijos de Zeus y Hera, protector de los herreros, los metales, el fuego, los artesanos y los escultores. La etimología de su nombre Ἥφαιστος Hêphaistos, probablemente deriva de φαίνω phainô, que en griego significa ‘brillar’. Tenía su propia fragua en el Olimpo, aunque también podía habitar cualquier volcán. 



Guillaume II Costou. Vulcano. Museo del Louvre. París. 



Hefesto era un dios feo, deforme y cojo. Según algunos mitos, cuando nació, al verlo tan feo, su madre lo echó del Olimpo de un puntapié, precipitándolo al fondo del mar. Otros dicen que cayó en la isla de Lemnos y que de resultas de la caída quedó lisiado. En sus representaciones aparece muchas veces desaliñado y contrahecho, a veces con un bastón o muleta y en algunas vasijas pintadas, sus pies aparecen a veces al revés. 

El mito de los dioses feos y tullidos puede estar justificado, según el historiador Arnold J. Toynbee para que los minusválidos no fueran eliminados o desterrados de la sociedad. 

Sin embargo, los herreros cojos aparecen en más mitologías. Al parecer la cojera se relaciona con el trabajo de forja por observación. Muchos herreros son representados como cojos, tuertos o mancos, ya que probablemente los que desempeñaban esta profesión tenían con frecuencia accidentes de trabajo. Es fácil que una chispa les saltara en el ojo, o que un yunque o otro objeto pesado les cayera sobre un pie o sobre un brazo. 

Además hay otra causa posible.  En la Antigüedad, el bronce se endurecía añadiéndole arsénico. El uso de arsénico con cobre, ya sea como constituyente secundario o con otro componente como el estaño, da como resultado una aleación más dura y resistente, con mejor comportamiento para la fundición. 

Pero el arsénico actúa como un desoxidante, y reacciona con el oxígeno en el metal caliente formando óxidos de arsénico que se evaporan del metal líquido, formando vapores tóxicos. El metal obtenido es mucho más duro y tiene un brillo plateado que lo hace muy atractivo. 



Jan Brueghel el Viejo: Venus, Vulcano y Cupido.
Obsérvese la forzada postura de Vulcano y su bastón. 


La intoxicación crónica por arsénico conduce a la neuropatía periférica, que puede causar debilidad en las piernas y los pies. Se ha especulado que esto producía frecuentes cojeras en los herreros, y probablemente fue recogido en el mito de Hefesto. 

Además de la polineuropatía sensitiva y motora, el arsenicismo crónico puede provocar también síntomas cutáneos como hiperqueratosis en palmas de las manos y frecuentemente cáncer de piel (carcinomas espinosos, enfermedad de Bowen).  Se han descrito también cambios en la coloración de la piel. También puede provocar neoplasias en otros órganos especialmente en el pulmón o en el aparato genito-urinario. Otro posible efecto es la anemia, trombocitopenia o leucopenia por aplasia medular. 







El coix Hefest i l'arsènic 





Diego Velázquez

La farga de Vulcà 
(1630)
 
Oli sobre tela. 223 x 290 cm
Museu del Prado. Madrid. 




En aquest famós quadre de Velázquez es representa la fragua de Vulcà. El déu ferrer, amb els seus ajudants està forjant diversos utensilis metàl·lics. A la banda esquerra apereix, de cop i volta, el déu Apol·lo, amb el seu  atribut, la corona de llorer, per advertir a Vulcà que la seva esposa Venus li fa el salt i està cometent adulteri amb Mart. Velázquez pinta vívidament la cara d'indignació i còlera de Vulcà, gairebé en el centre del quadre. El déu ofès hi apareix en una postura contrafeta, probablement per alguna deficiència a les cames i mira amb els ulls d'esperitat a l'inesperat missatger. Els altres ferrers suspenen la seva feina, i miren l'escena estupefactes i atemorits. Al fons, un d'ells es gira, mirant Vulcà amb certa compassió. 

Vulcà era el nom que els romans donaven a Hefest, un dels fills de Zeus y Hera, protector dels ferrers, els metalls, el foc, els artesans i els escultors. El seu nom grec Ἥφαιστος Hêphaistos, ve potser de φαίνω phainô, ‘lluir’. Tenia la seva pròpia farga a l'Olimp, tot i que també podia viure a qualsevol volcà. 



Guillaume II Costou. Vulcà. Museu del Louvre. París. 


Hefest era un déu lleig, contrafet i coix. Segons alguns mites, quan va néixer, en veure'l tan lleig, sa mare el va fer fora de l'Olimp d'una petada, fent-lo caure al fons del mar. Per a alguns va caure a l'illa de Lemnos i a conseqüència de la caiguda va quedar esguerrat. A les seves representacions el trobem desmanegat i deforme, de vegades portant una crossa o un bastó o fins i tot en algunes ceràmiques el trobem bot, o amb els peus garrells. 

El mite dels déus lletjos i esguerrats pot justificar-se, segons l'historiador Arnold J. Toynbee com una manera d'evitar que els minusvàlids no fossin eliminats o marginats de la societat. 

Ara bé, els ferrers coixos apareixen en més mitologies. Sembla ser que la coixera es relaciona amb el treball a les fargues, per observació. Molts ferrers es representen com coixos, bornis o mancos, perquè probablement sovint els ferrers patien accidents de treball. És fàcil que una espurna els saltés a l'ull o que una enclusa, un mall o d'altres objectes pesats els caiguessin a sobre d'un peu o a sobre d'un braç. 

A més hi ha una altra causa possible.  A l'Antigor, el bronze s'enduria afegint-li arsènic. L'ús d'arsènic amb coure, bé sigui com a constituent secundari o amb altres component com l'estany, dóna com a resultat un aliatge més fort i resistent, amb un millor comportament a la fundició.  

Però l'arsènic actua com un desoxidant, i reacciona amb l'oxigen en calent formant òxids d'arsènic, que desprenen vapors tòxics. El metall obtingut és molt més dur i té una lluïssor platejada que el fa molt atractiu. 



Jan Brueghel el Vell: Venus, Vulcà i Cupido.
s'observa la postura forçada de Vulcà i la seva crossa. 


La intoxicació crònica per arsènic causa la neuropatia perifèrica, que pot causar debilitat a cames i peus. S'ha especulat que això produïa freqüents coixeses als ferrers, i probablement aquest fet va ser recollit pel mite d'Hefest. 

A més de la polineuropatia sensitiva i motora, l'arsenicisme crònic pot provocar també símptomes cutanis com hiperqueratosi a les palmes de les mans i sovint càncer de pell (carcinomes espinosos, malaltia de Bowen).  S'han descrit també canvis al color de la pell. També pot provocar neoplàsies a d'altres òrgans, especialment al pulmó o a l'aparell genitourinari. Un altre possible efecte és l'anèmia, trombocitopènia o leucopènia per aplàsia medul·lar.