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viernes, 12 de marzo de 2021

Morir por morderse la lengua

 





Retrato de Allan Pinkerton
(1884)


Grabado impreso sobre papel 
Harper's Weekly. New York. 



Allan Pinkerton (1819-1884) fue un espía y detective escocés que creó la primera agencia de detectives del mundo. 

A los 23 años emigró a los EEUU. En 1849 fue designado como el primer detective de Chicago. Poco después se asoció con Edward Rucker, un abogado de Chicago para fundar la North-Western Police Agency, que más tarde se llamó Agencia Nacional de Detectives Pinkerton. El lema de la agencia We Never Sleep (Nunca dormimos) ilustrado gráficamente con un ojo abierto


El lema de la Agencia de detectives Pinkerton:
"Nunca dormimos"


A medida que los Estados Unidos iban expandiendo su territorio hacia el oeste, se incrementaron los transportes ferroviarios. Los bandoleros asaltaban con cierta frecuencia los trenes que atravesaban territorios solitarios. La Agencia Pinkerton tuvo la oportunidad de resolver algunos de estos atracos. Esto dio la oportunidad a Allan Pinkerton de ponerse en contacto con el general George McClellan y con Abraham Lincoln. 



Allan Pinkerton a caballo, en el campo de batalla de Antietam (1862) 


Allan Pinkerton había desarrollado técnicas de investigación como el rastreo o seguimiento de sospechosos o la suplantación de personajes para misiones de espionaje. En 1861-1862, durante la Guerra de Secesión americana, sirvió como jefe del Servicio de Inteligencia de la Unión (Union Intelligence Service). Los agentes de Pinkerton se infiltraban entre el enemigo, haciéndose pasar por soldados o simpatizantes confederados, y así conseguían información militar secreta. Pinkerton sirvió personalmente en varias misiones de espionaje bajo el apodo de Comandante E.J. Allen. También frustró una tentativa de asesinato del presidente Abraham Lincoln, en Baltimore (Maryland)

Cuando terminó la guerra, la agencia de Pinkerton siguió luchando contra los asaltantes de trenes. Sus hombres también se infiltraron entre las organizaciones obreras secretas que eran vistas como peligrosos activistas por parte del Gobierno. En cierto modo, la agencia Pinkerton se convirtió en el brazo armado de los grandes empresarios y en el enemigo de los movimientos obreristas. Pinkerton también inició una gran base de datos para centralizar todos los informes de identificación de criminales registrados. Actualmente el tipo de base de datos que él inició es administrada por el FBI. 



A la izquierda, Allan Pinkerton. En el centro, Abraham Lincoln. 

Pinkerton escribió varias docenas de libros de detectives, en las que daba su punto de vista sobre este oficio, probablemente como un reclamo publicitario para su agencia. Probablemente muchos de estos libros fueron redactados por escritores contratados por él, aunque en ellos aparece como único autor.

Un día de 1884 Pinkerton resbaló en una acera y sufrió una aparatosa caída en una calle de Chicago. Como consecuencia de esta caída se mordió la lengua produciéndose una importante herida, que se infectó. El 1 de julio, murió a consecuencia de la gangrena secundaria a esta herida. Una herida en una zona tan sensible, con una boca probablemente séptica y en una época en la que no se disponía de antibióticos ni de otros medicamentos efectivos, fueron las circunstancias que produjeron el fatal desenlace.  

Por muy increíble que parezca, el espía Pinkerton murió, en cierto modo, ¡por haberse mordido la lengua!

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