Páginas

Últimes publicacions

jueves, 14 de febrero de 2019

Acrocordones y comedones en un cuadro de Velázquez


Resultat d'imatges de velazquez sant pau mnac




Diego Velázquez

San Pablo
(circa 1619) 

Óleo sobre lienzo. 99,5 x 80 cm
Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) Barcelona



Es esta una pintura de juventud de Diego Velázquez, realizada cuando el pintor todavía vivía en Sevilla, poco antes de entrar al servicio del rey Felipe IV y trasladarse a Madrid. En esta obra se observa una clara influencia de Caravaggio.  


Detalle de la cabeza
La pintura representa a San Pablo, sentado, con túnica y un amplio manto. Lleva un libro, tal vez como referencia a su dimensión intelectual o filosófica. La identidad de la figura queda explícita por la inscripción "S · PAVLVS ·" en el ángulo superior izquierdo. Su santidad queda también afirmada por una aureola luminosa que le rodea la cabeza.



Velázquez representa al santo como un personaje de cierta edad, con el cabello oscuro y la barba cana. El rostro aparece surcado de arrugas y son visibles los efectos del fotoenvejecimiento en el rostro. Uno de los detalles que me ha llamado la atención es la presencia de acrocordones en el párpado derecho   del santo, lo que revela que el pintor observó minuciosamente los rasgos del envejecimiento cutáneo y que seguramente, como en otras de sus obras posteriores tomó a un personaje popular como modelo, como también hacía Caravaggio. 

Un acrocordón es un pequeño tumor benigno de tejido fibroso, pediculado y péndulo, que se forma principalmente a partir de cierta edad en las zonas donde la piel forma pliegues, tales como el cuello, las axilas y la ingle. Pueden asentar también en la cara, principalmente en los párpados. Su nombre deriva del griego: “ακρος” (akros) que significa extremo y “χορδή” (chordē) que significa cuerda, filamento. De superficie lisa o algo arrugada, y de un tamaño medio como de un grano de arroz, los acrocordones son indoloros, típicamente inofensivos y no tienen tendencia a crecer. Se trata de una patología banal, aunque de consulta frecuente por motivos estéticos. Cuando se localizan en párpados son especialmente molestos porque pueden dificultar la visión. Debido a su pequeño tamaño los he encontrado representados pocas veces en pinturas, aunque recuerdo algunos dibujos de Ribera y en una obra de arte contemporáneo de Joan Colomer

En este detalle son visibles los acrocordones que penden del párpado superior. Algo más arriba se entrevé un posible xantelasma. A la izquierda, sobre el arco zigomático y zona malar, pueden observarse los comedones, como pequeños puntos negros. 

Otro detalle que es visible en la zona malar del cuadro es la presencia de diminutos comedones, otro signo de fotoenvejecimiento cutáneo. En la piel senil es frecuente la presencia de comedones, que suelen observarse especialmente en las pieles de individuos que han estado repetidamente expuestos al sol y que se manifiesta además por una pérdida de elasticidad. Esta alteración cutánea se conoce como elastoidosis a quistes y comedones de Favre-Racouchot, y suele afectar especialmente las órbitas, zonas temporales, nariz y frente. Tampoco es frecuente ver esta alteración representada en la pintura, aunque la he encontrado algunas obras de Filippino LippiRembrandt, y Jordaens

Finalmente, aunque es mucho más discutible, algunas pinceladas claras periorbitarias podrían tal vez interpretarse como posibles xantelasmas, pequeños tumores benignos amarillentos que son frecuentes en la zona palpebral, Se trata de formaciones por acúmulo graso bastante frecuentes y que encontramos en pinturas y retratos de otros artistas (Sebastiano del Piombo, Frans Hals o incluso en la famosa Gioconda.

En definitiva, en este cuadro es patente la gran capacidad de observación de Velázquez que se manifestará en todo su esplendor en sus posteriores obras, así como un evidente testimonio de los signos de envejecimiento cutáneo del individuo que tomó como modelo. 






No hay comentarios:

Publicar un comentario