Tintoretto
Retrato del procurador Jacopo Soranzo (1550-1551) Óleo sobre lienzo. 75 x 60 cm Pinacoteca del Palazzo Sforzesco. Milán. |
Los Soranzo eran una familia patricia de Venecia. Al parecer sus orígenes se remontaban a la Gens Superanzia de Roma. Procedentes de altino, se establecieron en Burano en el s. V. Durante generaciones, muchos de los miembros de la familia formaron parte del Gran Consejo de la República. Incluso en el s. XIV Giovanni Soranzo llegó a ser Dogo.
Tintoretto: Retrato del procurador Jacopo Soranzo (visión integra) Pinacoteca del Palazzo Sforzesco. Milán. |
Tintoretto hizo dos retratos del procurador de San Marco y generalísimo de la República Jacopo Soranzo, un año antes de su muerte. Uno de ellos se conserva en la Galleria della Accademia de Venecia y otro, en la Pinacoteca del Palazzo Sforzesco de Milán. Este último cuadro era en origen de gran tamaño y en él aparecía el procurador rodeado de su familia. En la actualidad este cuadro se dividió en tres partes y el fragmento central queda como un retrato individual del personaje.
En este cuadro el retratado, ya anciano, mira de frente al espectador. Va vestido de púrpura, el color de la nobleza. Su expresión es serena, de gran dignidad, con el cabello y la barba canos. En el entrecejo, una profunda arruga revela su caracter voluntarioso, tenaz y firme.
Tintoretto. Retrato de Jacopo Soranzo. Galleria della Accademia. Venecia. |
Si se mira con atención, puede observarse una pequeña lesión ulcerada, situada en la raíz nasal cerca del epicanto del ojo izquierdo. Es una úlcera redonda, con un borde cortado a pico y bordes ligeramente sobreelevados, con gran infiltración. También presenta otra lesión similar en párpado inferior del mismo lado. Desde el punto de vista del diagnóstico impresiona como un carcinoma basocelular plano cicatricial, un tumor maligno de crecimiento lento, que generalmente presenta induración de la piel que lo rodea. Se trata de una forma más frecuente de cáncer de la piel que si no se extirpa quirúrgicamente va destruyendo lentamente el tejido circundante, aunque no da metástasis a distancia. Jacopo Sorano murió un año más tarde, por lo que probablemente el tumor no debió crecer de forma importante.
En cuanto al otro retrato, el de la Galleria della Accademia, fue pintado después de la muerte de Jacopo. Como suele suceder en estos casos, la lesión cutánea fue omitida, en un intento de idealizar al máximo la figura del difunto procurador.
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