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sábado, 14 de febrero de 2015

La curación del leproso de la Capilla Sixtina





Cosimo Rosselli 

El Sermón de la Montaña y la curación del leproso 
(1481-1482)

Fresco 349 x 570 cm
Capilla Sixtina. S. Pedro del Vaticano. Roma.




Cosimo di Lorenzo Rosselli (1437 - 1507) era miembro de una extensa familia de artistas florentinos. En 1481 fue invitado por el papa Sixto IV para participar en la decoración de los muros laterales de la Capilla Sixtina, al lado de artistas como Pietro Perugino, Domenico Ghirlandaio, Sandro Botticelli y otros colaboradores. Para armonizar el trabajo de los distintos artistas, se adoptaron ciertos criterios de homogeneidad como una escala común, una gama de colores similares y representaciones de paisaje coherentes. En la Capilla Sixtina, Rosselli realizó tres frescos: la Entrega de las Tablas de la Ley, El Sermón de la Montaña y la curación del leproso y la Última Cena.  

Según comenta Vasari en sus Vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos, Cosimo Rosselli usando colores bastante vivos consiguió deslumbrar los ojos del papa y consiguió un premio en metálico que el pontífice había prometido al pintor más valiente y magnífico de los que decoraron la Capilla Sixtina. 

Curación del leproso (detalle)
El fresco de Rosselli (que contó con la ayuda de su yerno Piero di Cosimo) está dominado en una buena parte por el tema del Sermón de la Montaña. 

La curación del leproso se reduce al cuadrante inferior derecho, dejando amplias zonas para la composición paisajística. 

Jesús, rodeado de los apóstoles extiende su mano abierta hacia el enfermo mientras que hace un gesto de bendición con la otra. 

El leproso aparece postrado de rodillas, implorando la curación milagrosa y prácticamente desnudo. Su piel se halla cubierta de lesiones algo más oscuras que representan la presencia de la enfermedad, según la convención pictórica clásica. Véase:  curación del leproso (Monreale) 

El leproso, desnudo, parece salir de un baño. Era frecuente en aquel tiempo la creencia de que esta enfermedad podía curarse con baños y unturas, como recomendaban algunos médicos de la época, como por ejemplo Ambroise Paré. Pero también hay que señalar la función simbólica del baño, su efecto lustral y el paralelismo entre la la limpieza del cuerpo, la curación de la enfermedad y la limpieza del alma. 

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