Anton Raphael Mengs
Retrato del papa Clemente XIII
Óleo sobre tela
Ca'Rezzonico. Venecia.
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A mediados del s. XVIII (1758-1769) ocupó el trono pontificio Carlo de la Torre di Rezzonico, que tomó el nombre de Clemente XIII. Pertenecía a una noble familia senatorial de la República de Venecia, donde había nacido en 1693. Su elección no había sido fácil: el cónclave duró cuatro meses. La mayoría era difícil, ya que uno de los cardenales, Girolamo di'Uno de los cardenales El cardenal Girolamo di Bardi había abandonado el cónclave, y el cardenal camarlengo, que era el favorito, Carlo Alberto Guidobono Cavalchini había sido vetado por el rey Luis XV de Francia.
La monarquía hispánica había caído en manos de los Borbones, vinculados con Francia por pactos de familia, y formaban un potente bloque que ejercía una gran ascendencia sobre la política de la Iglesia Católica. Tras la ascensión al papado de Clemente XIII, su influencia se hizo bien evidente: estos monarcas, a los que se unió el de Portugal presionaron para que fuese disuelta la Compañía de Jesús, más conocida como los jesuítas, que se habían convertido en un importante y peligroso grupo de presión dentro de la Iglesia Católica y en los estados católicos europeos. Los jesuítas fueron expulsados de Portugal en 1759, de Francia en 1764 y de los reinos hispánicos en 1767.
Sepultura de Clemente XIII Rezzonico, por Canova. Basílica de San Pedro del Vaticano. |
Sin embargo, el papa Clemente XIII se resistía a las presiones borbónicas y evitaba disolver definitivamente a los jesuítas, en quienes tenía un firme apoyo. En su juventud, había estudiado en el Colegio de la Compañía de Jesús en Bolonia y tenía una fuerte formación jesuítica. Como represalia, Luis XV invadió Aviñón y el condado venesino, enclaves de la Santa Sede en territorio francés y Carlos III de España hacía lo propio con las posesiones papales de Benevento y Pontecorvo. Pero Clemente XIII se mantuvo firme en sus convicciones y prefirió perder algunos territorios que ceder a las presiones borbónicas.
Durante su pontificado surgió el febronianismo. Esta tendencia religiosa había surgido con fuerza en Alemania, y tomaba el nombre de Febronio o Justinus Febronius, pseudónimo con el que se conocía a Johan Nikolaus von Hontheim, un canónigo de Tréveris. Pretendían disminuir la autoridad papal en beneficio de los obispos, razonando que la Iglesia fundada por Cristo no era una institución monárquica. Se pretendía así la reunificación de las diversas iglesias cristianas - para las que la existencia del poder del papado era un obstáculo - y proponía la nacionalización de las iglesias, reservando al obispo de Roma un lugar de "primum inter pares", y sometiendo al papa a las decisiones de los concilios. Clemente XIII condenó el febronianismo en 1764, considerándolo un movimiento cismático.
Anton Rafael Mengs (1728-1779) era un reputado pintor de la época, que realizó retratos para diversas casas reales. También realizó algunos retratos de Clemente XIII. En el retrato que aportamos podemos observar la presencia de un notable nevus intradérmico en la mejilla izquierda. Este detalle, que aparece claramente en este cuadro es omitido en otros retratos del pontífice, en aras de una posible "censura estética", por la que los rasgos considerados no convenientes desaparecían de algunos retratos oficiales. Además en la mayoría de retratos el papa se situaba algo ladeado, con lo que solamente podía verse el lado derecho de la cara.
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